Los Hermanos Cubero – Errantes Telúricos / Proyecto Toribio (Primavera Labels)
Llevo toda la semana cantando eso de “la rama”, saludadora o salud ahora, no sé pues puede deberse a mi oído teniente. La cuestión es que ya está en el mercado lo nuevo de Los Hermanos Cubero. Lleva por título Errantes telúricos y Proyecto Toribio, un doblete en el que nos regalan rodeándose de un elenco muy peculiar y con casi lo mejor del panorama español actual. Podríamos llamar el sonido de estos brothers como juglar folky-rock. Estas piezas que nos regalan nos pasean por sones castellanos manchegos con una mezcolanza muy peculiar y particular, como el patio de mi casa. Como he dicho son dos los discos que nos traen. El segundo, Proyecto Toribio, es un tributo al cancionero de Toribio del Olmo, cuyo legado fue grabado por Xulio García hace veinticinco años, y que, en esta que nos compete, tiene como epicentro el violín, que enjuaga sus riegos con las guitarras de los simpar hermanos. Un peculiar homenaje sonoro a sus orígenes algo que será muy de agradar en la ronda de bailes de Guadalajara y sus fiestas de guardar. Les acompaña la violinista Begoña Riobó. Disco interesante, y si te gusta la música instrumental o eres muy de la música antigua y popular, este Proyecto Toribio te puede parecer la mar de cuco.
Pero nos vamos a centrar en el primero de ellos; Errantes Telúricos. Empieza la obra con esa graciosa y muy sonora “La rama”, donde la Rosenvinge acopla su tono pausado en una canción con letra la mar de coqueta finalizando la pieza con un zaghareet, pronunciado sagarit, que es el grito que entonan las mujeres árabes en bodas y eventos festivos. Para “Así llegué a Granada” se unen a J y su Grupo de Expertos Solynieve, en una balada con ritmos blues que se nos antoja pieza a repetir una y otra vez. Amaia Romero ya nos ha demostrado en varias ocasiones su buen hacer al ritmo de sones folk, con su guitarrita y su acople tonal a cualquier estilo que se precie, la pudimos escuchar hace poco con aquella jota titulada “Pequeñita y sincera” que se marcó para la banda sonora de Paquita Salas, pues aquí muestra, nuevamente, esa capacidad inmensa y extraordinaria que tiene para acoplarse a todo y que lleva por título “Efímera”; con Los Hermanos Cubero ya pudimos escucharla en agosto de 2019 con “Tenerte a mi lado”, lo dicho; una genialidad. Con Rodrigo Cuevas, otro baluarte de la modernidad folky bien entendida, llevan al extremo de pujanza guitarrera la muy bailarina “Llama encendida”.
La balada “Con mis pesares” la entonan con la voz de Carmen París. Rocío Márquez pone sus gorgoritos al alimón de “Canción para un final, canción para un principio”. Con “G.U.A.L.A.J.A.R.A.”, tan country y western ella que vamos de Castilla La Mancha a las praidieres americanas al son de Hedrik Röver y los Míticos; se salen, se te queda esa repetición de Guadalajara de forma silábica. “Matayeguas” volvemos a Guadalajara pero con fondo sefardí, sones que calzan tan bien que quieres escuchar más y más; normal, el violín lo pone Ara Malikian y eso siempre es salir por la puerta grande. Nacho Vegas pone su melancólica voz en “La boda y el entierro” cuya letra habla de un amante despechado que ve como Lola se va a casar con otro y él a dos velas, y se marcan otro track de traca y muy señor nuestro. Finaliza con “Problemas a problemas” cuyo comienzo más parece algo de Leiva, pero luego entra al tajo en la música a lo Nuevo Mester de Juglaría en compaña de Josele Santiago.
Tenemos suerte de que hayan artistas tan variopintos, originales y placenteros como este dúo de hermanos que, con su mandolina, sus sones que van desde las letras folk, la música rock y el blues remozado en indie pop del bueno nos terminan sorprendiendo y de tan gratas maneras. Su audaz enfoque artístico para revitalizar el folclore castellano con la música de raíces estadounidense y anglosajonas nos llevan desde Bill Monroe, a Ralph Stanley, pasando por The Pogues y hasta The Waterboys y, por supuesto, tantos y tantos artistas patrios que buscan mantener y profesar admiración por nuestra esencia folk, y en el disco hay muchos de ellos. Dos discos que suenan sencillos, fibrosos y desbordantes de emoción.
Escucha Los Hermanos Cubero – Errantes Telúricos / Proyecto Toribio
Gente con clase y buenas canciones