Lindsey Buckingham – Lindsey Buckingham (Warner Music)
Sobran presentaciones: el californiano Lindsey Buckingham es un portento de compositor pop que es de sobras conocido por sus esenciales aportaciones en los años dorados de Fleetwood Mac, aunque cabría situar su discografía en solitario como una de las grandes olvidadas, y reivindicar su figura con urgencia.
Buckingham se fue fogueando como gran guitarrista que es en bandas de su Palo Alto natal hasta que llegaría su sonado romance -bastante tormentoso-con Stevie Nicks que, posteriormente, formarían dúo en el genial Buckingham Nicks (1973) que sirvió como tarjeta de presentación para que Mick Fleetwood se fijara en él y lo fichara, junto a Nicks, inseparables por aquel entonces, en los míticos Fleetwood Mac. Pero esa es otra historia marcada por las indeleble huella que dejó en discos como Rumours, Tusk, o el injustamente infravalorado Tango In The Night.
Este álbum homónimo es el séptimo del compositor de Law And Order tras más de diez años sin entregar material inédito, y para quien esto suscribe, su conjunto de canciones más inspiradas en muchos años. El fraseo personal de Lindsey en el mástil da el toque de distinción -como no cabría esperar otra cosa- en un cancionero repleto de melodías ricas en matices, y unas letras que vienen a celebrar las bondades del amor, y de cómo uno se ha de aferrar a la vida pese a las adversidades (nuestro hombre ha superado problemas coronarios graves que le ha apartado de los escenarios durante mucho tiempo).
Preciosas gemas con resonancias al doo woop y al country (“Blind Love”, “Blue Light”), impetuosos trallazos powerpop (“Scream”), homenajes a Roy Orbison (descomunal “Santa Rosa”), ecos al citado Tango In The Night (“I Don’t Mind” y ese rasgueo de guitarra tan definitivo), o baladas desgarradoras como la pieza final, “Dancing”, que pone el broche de oro a un disco precioso.
Un disco bastante redondo y con piezas de bastante calidad.
Hay que señalar que este no es su quinto trabajo en solitario, sino el séptimo («Law&Order», «Go Insane», «Out of the craddle», «Under the skin», «Gift of screws» y «Seeds we saw»).
Cierto, Rafel. Gracias por la corrección.
Saludos.
Sin duda uno de los grandes y a veces poco revindicado. Gracias a sus composiciones en Fleetwood Mac entregaron lo que para mi fueron con diferencia sus mejores discos: Fleetwood Mac, Rumours y Tusk. Después vinieron obras quizás menores pero sin duda también muy destacables, como Mirage, Tango in the Night o Say you will. Para mi quizás este sea su disco más redondo, sin desmerecer todo lo que ha sacado en solitario, porqué no tiene ningún disco malo. Lástima la ocasión desaprovechada para sacar nuevo disco de FM, porqué con algunos temazos de aquí, más el material de McVie y Nicks, hubiese quedado un disco para recordar. Para la próxima, si la hay.