Molly Nilsson – Extreme (Dark Sky Association)
La artista sueca Molly Nilsson merece más atención que un mero apunte a pie de página en la otra historia del pop. Hacía tiempo que quería saldar esta deuda con esta espléndida artista afincada en Berlin, y que es autora de una carrera del todo coherente y brillante. Estamos ante una compositora que se ha labrado cierta reputación entre los seguidores del synth pop de contornos oscuros ochenteros y poso melancólico, pero por desgracia sigue siendo bastante desconocida para el común de los mortales.
La de Estocolmo es poseedora de una estética muy peculiar que bebe de las estructuras sintéticas de los ochenta o el agit-punk, pero que ella sabe abrir grietas para devolvernos un paisajismo sintético de vaporosa nostalgia.
Su noveno disco es fabuloso. Extreme (Dark Sky Association, 2022) lo grabó en su estudio berlinés en pleno confinamiento, y está lleno de canciones que se enganchan a la primera escucha. Arranca con “Absolute Power” y esa saturación de loops de guitarra y sintetizador que parece reinterpretar el shoegaze. Una preciosa proclama para destruir el patriarcado, al igual que “Earth Girls” con un estribillo para entonar con mechero en mano, de esos que se cantan a la carrera y son tan springteenianos.
Los destellos waporwave iluminan su rostro en “Fearless Like A Child” que me recuerda a las tonadas de su amigo y colaborador Sean Nicholas Savage, o a los Prefab Sprout de Steve McQueen. Molly ya está en los altares del pop.
Si ya parece que el disco llegaba a su pico más alto, aterriza “Kids Today” y su efervescente devenir, la pianística “Intermezzo: The Wheel Of Fortune” es como si saliera de la época dorada del house de Chicago, y el aroma AOR a lo Toto mezclado con drum&bass de “Obnoxiously Talented” es una delicia. Dejo para el final “Pompeii” porque es una canción tan preciosa y triste que salvaría a cualquier artista de la quema. Grandísima como siempre.
Escucha Molly Nilsson – Extreme