Vetusta Morla (Wanda Metropolitano) Madrid 24/06/22
El concierto ofrecido por Vetusta Morla el 24 de junio en el Metropolitano fue el triunfo de los de abajo, de los humildes, de los trabajadores. Del grupo de barrio que sueña con llenar un estadio, de unos amigos que dando sus primeros acordes se rinden a la imaginación y piensan: «yo si tuviera la suerte de llegar ahí, haría las cosas de forma diferente».
Ellos han llegado, y además lo han hecho manteniendo intactos unos valores y un compromiso que muy pocos grupos a nivel mundial tienen. Se subieron a la tarima, la misma que hace unas semanas presidía Mick Jagger y compañía, para congregar a más de 35.000 asistentes. Una vez en ella, se acordaron de todas las personas que hacen posible la cultura de este país, realizando un discurso crítico, político y sincero. Reivindicando la creación de una ley que ampare de manera amplia al sector musical, una que no deje a nadie por el camino. «Hay otras industrias que tienen leyes, mejores o peores. La música está muy sola. Necesitamos leyes que amparen a los músicos, a los técnicos. Que los estadios y los sitios para el deporte inviertan un poco de las entradas en una buena calidad de sonido, porque aparte de para el deporte se usan para la música. Hago un llamamiento, rompo una lanza y pido a que ayuden a que no desaparezcan las salas y que haya conciertos de calidad”
Estos detalles, más allá de las canciones, son los que hacen a este grupo uno de los más importantes de España. Da igual que sea en las fiestas de un pueblo o llenando uno de los estadios de fútbol más relevantes de Europa, su compromiso político y musical se mantiene. Vetusta Morla permite soñar a todos los grupos nóveles, demostrando que siendo de barrio puedes llenar un estadio como el Metropolitano y, además, tener el valor de cambiar la letra de uno de tus temas más reconocidos para decir: “y los fascistas fuera”. Como reza el resto de la canción, ser valiente no es solo cuestión de suerte.
Este conjunto de Tres Cantos, habituado ya triunfar allá donde toca, nos sorprendió musicalmente con un espectáculo extraordinario. El concierto tuvo ciertos problemas técnicos, como el retraso de media hora para el inicio del concierto, las largas colas para acceder al recinto o la acústica de un estadio que pese a intentarlo no es la misma que la del mítico Vicente Calderón. Incluso, tuvieron que sobreponerse a unos minutos de eterno silencio. Un fallo enmudeció la cuarta canción de la noche (“El Hombre del Saco”). El conjunto no fue consciente de que el sonido se había desvanecido, pero el apoyo de los asistentes convirtió esta trágica situación en una de esas leyendas que seguro que cubrirán futuras entrevistas. El propio Pucho, quitando importancia al asunto, comentó minutos después: “Pase lo que pase, que nada os impida disfrutar de esta noche. Que seamos plenamente conscientes de la puta suerte que tenemos de estar aquí”.
Dicho y hecho. El comienzo del show estaba principalmente dedicado a su último trabajo, Cable a Tierra. Un disco en el que Vetusta Morla se acerca al folclore y a la música popular, eso sí, siendo ellos mismos. Un ejercicio de recuperación y contextualización de un nuevo discurso musical. En Cable a Tierra encontramos esos anclajes de los cuales nos tenemos que sentir orgullosos: la fiesta, la familia, el pueblo, la solidaridad, nuestras raíces y nuestra cultura. Todo ello lo supieron trasladar a la perfección al escenario, gracias entre otras cosas a los conjuntos que los han acompañado a lo largo del espectáculo, el grupo palentino El Naán y la agrupación gallega Aliboria. Entre todos crearon un ritual de amor, poesía, felicidad y memoria.
Una goleada de emociones, sentimientos y vibraciones folclóricas que fueron el hilo conductor de todo el concierto. Los grandes himnos no faltaron, eso sí, algunos de ellos se adaptaron a esa mezcla fantástica entre modernidad y pasado. En total 26 canciones que se entremezclaban con relatos de poesía, temas tradicionales cantados a capela como “La Tarata” y homenajes como el dedicado a Antonio Gasset, presentador del programa Días De Cine, donde retransmitieron un antiguo vídeo suyo en las pantallas del estadio para recordarnos que “los imbéciles son siempre imbéciles, proyectemos lo que proyectemos”. Otra gran lección que no hay que olvidar en este mundo en el que vivimos.
El broche final fue con la canción “Los días raros”, uno de los himnos con el que suelen cerrar sus conciertos desde que se publicó en su segundo álbum. Este concierto será recordado como una celebración. Para Vetusta Morla ese cable a tierra es algo más que el nombre de su nuevo trabajo. Es una forma de crecer y mejorar, siempre con los pies en la tierra, siempre siendo reivindicativo y siempre con ganas de emocionar a la gente que te vaya a ver. Ya sea en un pueblo perdido o llenando el Metropolitano como los Rolling Stones.
Fotos Vetusta Morla: Gloria NM y Wilma Lorenzo.