AMFest 2016 (Sala Apolo) Barcelona 3-5/11/16
Los amantes del rock experimental tuvieron una excelente oportunidad de disfrutar de una gran selección de bandas en la 5ª edición del AMFest que llegó a su fin tras un fin de semana muy intenso. La sala Apolo fue testigo del gran momento que vive el rock experimental tanto nacional como internacional. Por desgracia, no tuvimos la oportunidad de disfrutar de los alemanes My Sleeping Karma debido a los problemas de salud de uno de sus miembros.
El jueves fuimos testigos de las actuaciones de Gambardella, power-trio instrumental con toques electrónicos. Base y ritmos muy marcados al servicio de la psicodelia y los arrebatos de su líder, Jaime Pantaleón que se desvivía con teclados y guitarra. Concierto ideal para caldear el ambiente y preparar el terreno en este inicio de festival para la aparición en escena de los franceses Lost in Kiev, que nos trajeron los guitarrazos de uno de los mejores discos del año, Nuit Noire. Ofrecieron un concierto muy atractivo al público del AMFest con un sonido sólido y contundente a la par que medido y sin excesos con reminiscencias muy claras a nuestros queridos y amados Toundra. En poco más de una hora se posicionaron como una de las bandas a seguir en el panorama post-rockero y eso que tan sólo llevan dos discos a sus espaldas. Sin duda una grata sorpresa para todos aquellos que desconocían la banda.
Yndi Halda fueron los vencedores de la noche (y quizá del festival). Con un sonido limpio e impecable, la banda británica dio un auténtico recital en los 75 minutos que estuvieron en el escenario. Con tan sólo 5 temas (de una media de 15 minutos cada uno) dieron todo lo que tenían y ofrecieron uno de los que será sin duda un recuerdo mágico del AMFest 2016. El grupo no sólo consiguió sorprender a nuevos oyentes, sino que además a los que ya les conocíamos nos dejó sin palabras. La complicidad que consiguen con el público, la brillantez y el colorido de su sonido y la calidez que transmiten con su música es imposible explicar con palabras. Si alguno de vosotros no ha podido disfrutar de esta banda en directo, espero que si tenéis la oportunidad la podáis aprovechar. No es de extrañar que la idea de organizr un festival de este tipo naciese escuchando a esta banda…
Los platos fuertes del festival fueron God is an Astronaut (IRL) y Leprous (NOR), que fueron los encargados de poner toda la carne en el asador en el evento principal de este AMFest 2016. Los noruegos centraron su set en The Congregation (2015) en el que el sonido clásico del metal escandinavo se funde con la histriónica (y esto no es un punto negativo, ni muchísimo menos) de Einar Solberg, dándole esa personalidad a la banda que la hace inconfundible. Gran directo que ayudó al público a entrar en calor para el evento principal de la noche, los impresionantes God Is An Astronaut dieron un espectáculo sónico y lumínico en el que durante 75 minutos dieron muestra de por qué se tratan de una de las bandas más importantes de su género. Temas como «Echoes», «Vetus Memoria», «Centralia» o la versión de «Red Moon Lagoon» con toques a lo Michael Jackson (sí, habéis leído bien) hicieron las delicias de los asistentes. Sin duda un concierto que merece ser recordado por la potencia y calidad que ofreció y que además fue una gran demostración de la importancia de tener eventos de este tipo.
Tras sendos platos fuertes, los americanos The Album Leaf ayudaron a seguir disfrutando de la noche con su etéreo set que logró alargar el trance adquirido gracias a su nueva obra Between Waves, su nuevo trabajo. Tras 5 años sin visitar la ciudad Condal, esperemos que no tarden tanto tiempo para volver a pisar los escenarios barceloneses.
Ese mismo día los poseedores del abono tuvimos la oportunidad de disfrutar de bandas como los valencianos Our Next Movement que presentan su nuevo disco homónimo que se espera para la semana del 15 de noviembre o los madrileños DobleCapa, que nos dio la de disfrutar en un ambiente muy íntimo de 45 minutos de intensidad y rock sureño protagonizado por la batería de Arianne Picón y la cigar box guitar de Mario Navajas. Fue uno de los momentos mágicos ya que tras el concierto el público brindó una cerrada ovación a Arianne, que pese haber sufrido una pérdida en su familia, no dudó en acudir al AMFest y deleitarnos con un gran concierto lleno de fuerza e intensidad. Arms and Sleepers fue el encargado de cerrar la noche con un set electrónico en el que el portátil, la mesa de mezclas.
El último día no pudimos disfrutar como hemos indicado anteriormente de My Sleeping Karma, pero esto no evitó que disfrutásemos de un gran cierre de festival. Pese a no contar con pesos pesados, pudimos gozar con bandas como Mardermarmo o Ànteros, que nos ofrecieron un sonido que recordaba a los primeros pasos del post-rock, a las antípodas de lo que nos ofrecieron las gallegas Bala, que nos presentaron el punk hardcore más agresivo, distorsión de grano gordo y árida que sonó al hijo sonoro de Kyuss y Melvins. Tras este torpedo sónico, nos encontramos de bruces con Three Trapped Tigers, que demostraron una vez más que los temas elaborados y densos casan muy bien con la electrónica. El trío de Londres ofreció lo que se aprecia como una nueva tendencia en el género, la inclusión de sintetizadores y teclados que ofrecen sonidos espaciales, ambientales y sintéticos y que bandas como Radiohead han sabido aprovechar al máximo. La nota de color, la discordancia, el jolgorio y la locura la trajeron los españoles Za! para cerrar el festival. La pareja de músicos multidisciplinares (son djs, son teclistas, guitarristas, cantantes, LOListas) pusieron el broche de oro a una edición en la que los contrastes y la calidad fueron las notas predominantes durante todo el fin de semana. Sin duda se necesitan más festivales así y se agradece que haya gente que se desviva por ofrecer una alternativa cultura de esta calidad.