Aston – Aston (Subterfuge, 2001)
Este disco deja varias cosas claras, la primera y más importante es que Aston ya no son Yellowstone. Este álbum homónimo quiere ser el punto de partida del grupo Santboiano, dejando atrás ese pop fácil y esa ”actitud” (mira que punk soy) tan extendida en los últimos años sobre todo en Barcelona.
Pues bien, Aston sueltan lastre y se pasan al otro extremo, de la “rabia” de Yellowstone a la delicadeza de Aston. Para centrarnos, podemos pensar en St. Etienne (sí, ya sabemos que es apuntar demasiado alto, pero bueno) o en Nosoträsh, pensemos en una electrónica minimalista bañando todas las melodías de pop sencillo, claro y directo. Las cuidadas programaciones, presentes en todos los temas, pero sin destacar especialmente en ninguno, crean un conjunto armónico y sin sobresaltos.
Bajo una producción impecable, este disco marca el camino del pop de salón, con temas como Ando sin andar, Jamón o 2 semanas, este último con una brillante y ensoñadora introducción. En La onda espacial juegan con los sonidos siderales (ojo, sin excesos) y en Virginia Wolf reviven ciertos momentos de la música de los ochenta. Para acabar recuperan, paradójicamente, No volveré a caer, su hit hasta la publicación de este gran disco.