Bejo – Parafernalio (Bejo)
¿Verde azulado o azul verdoso? Esa es la pregunta que abre el último disco de Bejo, Parafernalio. El artista multidisciplinar (pinta y construye cosas muy a juego con su música), estrena nuevo largo tras su Hipi hapa vacilanduki pero sin dejar de lado su muy personal forma de hacer música. El canario enlaza rima tras rima a un ritmo delirante y parece tejer con ellas un gran jeroglífico. Al principio no entiendes nada, luego crees saber por dónde va y finalmente descubres un LP que no es ruido, ni palabras vacías. Bejo juega al engaño. Parafernalio no es un disco de ritmos pegadizos y letras para un día de fiesta con tus amigos. O al menos no es únicamente eso.
“Perogrullo”, “Mentecato” o “Hágale” son canciones que demuestran que en realidad te encuentras ante el dolido corazón de Bejo envuelto en una caja y grabado en CD. Los sonidos que acompañan a las letras, son sólo los momentos de humor antes de que el protagonista muera en la película. Funcionan para aligerar el ambiente y quizás como vía de escape. El sonido es totalmente diferente a su anterior disco. Parece que el tinerfeño ha combinado el golpe de palabra de antes y que tan bien sabe hacer, con un ritmo y adorno mucho más fresco.
Si hay una canción que sobresale entre el resto, es “Helarte” y no porque sea peor, sino porque es lo opuesto a lo que una podría pensar del artista. El single parece más una lección de filosofía (sin olvidar su toque particular) con un vídeo que bien podría haber salido directamente de la escuela del Surrealismo. A fin de cuentas, Bejo es eso, surrealista, y como buen artista, pretende esconder el significado real de su obra. Una cosa es clara, la esencia de Bejo queda comprimida en estas diez canciones y podremos verla sobre un escenario el 25 de mayo en la Sala Shoko de Madrid. Yo no me lo pensaría dos veces.
Escucha Bejo – Parafernalio
Grande locoplaya