Blitzen Trapper – Destroyer of the void (Sub Pop/Popstock!)
Para uno de esos críticos que gustan de tenerlo todo etiquetado, Blitzen Trapper deben ser algo así como una pesadilla. Si bien el grupo de Portland no oculta sus orígenes e influencias, cimentando su obra sobre los más variados sonidos con denominación de origen americana, el resultado final de sus álbumes es todo un homenaje al eclecticismo. Ya lo eran en sus inicios cuando se autoeditaban sus discos, aunque parecía que habían tocado techo con aquella locura denominada “Wild Mountain Nation” (LidKerCow, 2007) y su posterior fichaje por SubPop. Fichaje que, por supuesto, no les intimidó en absoluto, de forma que acabaron llevando su country altenativo-supersónico más allá todavía con Furr (SubPop, 2008).
Así pues, a estas alturas ya es evidente que Eric Earley y los suyos no están dispuestos a prestar atención a esos cantos de sirena que intentan convencerles de que su siempre esperado y pospuesto salto a la fama no se producirá hasta que no se dejen de heterodoxias y entreguen un disco redondo, perfecto, comercial. Bueno, puede que hayan hecho algo de caso esta vez. Dejémoslo en que han cedido en cuanto a la segunda parte de la petición, pero no por lo que respecta a la primera.
El punto fuerte (o débil según los agoreros) de Blitzen Trapper siempre ha estado justamente en su heterodoxia, en sus inesperadas mezclas de sonidos, en la dispersión que reina en sus discos. Si en anteriores trabajos podíamos escuchar ecos de Bob Dylan o Neil Young mezclados con alteraciones sensoriales a lo Flaming Lips o Syd Barrett, en esta ocasión parece que han puesto su mira en el sonido FM de la primera mitad de los 70, material comercial con el que construir / deconstruir un tinglado sónico que alberga bajo su techo a Kansas, los Beatles, Styx, Cat Stevens, Queen, Bowie, o Elton John, pero sobre todo a Wilco.
Para ser honestos, la mayor parte del batiburrillo sonoro mencionado tiene lugar principalmente a lo largo de la canción que abre el disco: “Destroyer of the void” es un verdadero “tour de force” auditivo de más de 6 minutos que pone al oyente sobre aviso y le obliga a prestar atención, a cuestionarse lo que está oyendo, a posicionarse. No puede ser menos con una canción que pasa en segundos del prog rock al glam, al folk o al pop. Una suite que puede recordar a “Bohemian Rhapsody” por momentos (o a Muse, para los más maliciosos), pero que de repente suena al Bowie más rockero, a sus protegidos Mott The Hoople, a la ELO, a Styx, a Led Zeppelin, a…se agotan los nombres.
El resto del disco da la sensación de estar formado por pequeños extractos de la primera canción que se han expandido hasta tener vida propia. Hay preciosas baladas como “Heaven And Earth”, perlas folk como “Below The Hurricane” que remiten directamente al Elton John de “Tumbleweed connection”, ecos del Dylan country (“The Man Who Would Speak True”) y también del folk (“The Tree”, con Alela Diane), dejando espacio también para la música más alegre y despreocupada (“Lover Leave Me Drowning” es puro pop sesentero que podrían haber firmado Lennon y McCartney).
Una vez más, no parece este “Destroyer Of The Void” el disco que vaya a convertir a Blitzen Trapper en un grupo de masas. De todos modos he leído hoy mismo en algún sitio que un buen “indie” debe dar la espalda a sus grupos favoritos cuando alcanzan el estrellato, o sea que…casi mejor así, ¿no?