Death Cab For Cutie – Narrow Stairs (Atlantic)
Voy a confesaros algo. En contra de la corriente popular, y aún a riesgo de ser lapidado, pienso que We Have The Facts And We’re Voting Yes (00) es el mejor disco de Death Cab For Cutie. Al menos es con el que más he disfrutado a lo largo de estos ocho años y eso debería ser un baremo tan válido como cualquier otro. Con la mente fría y todas las pruebas a la vista, lo más sensato sería afirmar que Transatlanticism (03) es la cumbre creativa de los norteamericanos y seguramente se esté en lo cierto pero, por alguna extraña razón, prefiero la inmediatez indie y las intuitivas guitarras distorsionadas de los inicios a los largos desarrollos con predominio del piano que vinieron después.
Sin llegar a ser el disco definitivo, Narrow Stairs, la segunda aventura multinacional de Ben Gibbard y los suyos, conjuga a la perfección estas dos parcelas y, lo que es más importante, hace olvidar de inmediato el sabor agridulce que dejó el superventas Plans (05). Porque, merced a la sabia producción de Chris Walla, los chicos de Death Cab For Cutie le han hecho un favor a sus seguidores de base escogiendo el camino menos fácil; los gloriosos ocho minutos del single “I Will Posses Your Herat” son una toda declaración de intenciones. Sin duda, los pros ganan a los contras en un disco que arranca con la fuerza de “Bixby Canyon Bridge”, contiene magníficos arrebatos de indie-rock (“Cath…”, “No Sunlight”, “Long Division”) e incluso abre vías hasta ahora inéditas como esa excelente aproximación al pop de corte clásico que es “You Can do Better than Me”. La incursión de “Talking Bird” y “Grapevine Fires”, un par de temas menores, le resta algo de peso específico a Narrow Stairs pero ahí está la voz de Ben Gibbard y su sola presencia es capaz de abrir y cerrar todas nuestras heridas.