Deerhunter – Why Hasn’t Everything Already Disappeared? (4AD/Popstock!)
Bradford Cox encaraba su octavo álbum al frente de Deerhunter como justificado paradigma de modernidad, con su grupo luciendo ya imprescindible dentro de la escena del siglo XXI. La formación ha ido evolucionando creativamente desde que debutase hace década y media con un álbum homónimo, perfilando desde entonces cualidades grupales a la vez que también progresaba la propia bruma de psicodélica-pop contemporánea que protagoniza sus discos.
Una aventura renovada a cada nueva referencia, que siempre parece iniciarse en matices clásicos, para partir después en diferentes direcciones con la intención de llegar un paso más allá. La última entrega con la firma del combo de Atlanta es otra obra valiente, imaginativa y, desde luego, inspirada. Un conjunto capaz de transportar al oyente a pasajes tan peculiares que su acceso parece reservado a unos pocos artistas. Y Cox es uno de ellos, quizás incluso su principal representante, ya sea al frente de los propios Deerhunter o bajo el nombre de Atlas Sound. Sucede de nuevo con el presente lanzamiento, protagonizado por pop que bebe de diferentes fuentes y que no descarta acudir a pinceladas de electrónica como ribete con el que adornar el collage sonoro ideado.
La magia aparece con la apertura que supone “Death In Midsummer”, y se mantiene en la apariencia hippie de “No One’s Sleeping”, la inmediatez (marca de la casa) de “Element” o en la sedosa “What Happens To People”. También destacan los sintetizadores ochentenos (y deudores de John Carpenter) de la instrumental “Greenpoint Gothic”, la etérea “Tarnung” firmada e interpretada por Lockett Pundt (de Lotus Plaza) o la frescura de “Plains”, mientras que “Détournement” es el habitual capricho del firmante. Los seis minutos con aristas de un “Nocturne” que recuerdan a Spoon cierran un álbum de poco más de media hora de duración, dejando tras de sí una contrastada estela de convicción.
Why Hasn’t Everything Already Disappeared? (4AD, 19) es, sin embargo y dentro de sus especificidades, un elepé accesible y agradecido. Un total de diez canciones que, a cada pasada, se degustan con mayor convencimiento al descubrir detalles inéditos. Una publicación dotada con el habitual encanto enrevesado pero arrebatador de su autor que, en definitiva, cabe situar entre lo mejor de la discografía de los norteamericanos, junto a Microcastle (Kranky, 08), Halcyon Digest (4AD, 10) o Fading Frontier (4AD, 15).
Escucha Deerhunter – Why Hasn’t Everything Already Disappeared?
son infalibles. Que vengan a tocar