En el Jardín: De Brooklyn (primera parte)
Cuando dejé PIAS hace ya la friolera de diez años mis amigos más miedosos y conservadores, valga la redundancia, me decían: “¿Pero en qué vas a trabajar ahora?”
Y yo con toda la calma del mundo, les respondía: “De Gerardo Cartón”.
Mucho tiempo ha pasado desde entonces y numerosas son las “cartonadas” que he hecho para DISFRUTAR de la VIDA (que no ganármela), pero sin duda, la mejor de todas, aconteció el otro día en el aeropuerto de JFK en Nueva York.
Agárrense los machos, que vamos a ello…
Es mi último día en la Gran Manzana y no me he comprado ningún disco, así que me lo voy a jugar el todo por el todo en el Academy Records de Brooklyn.
Entro en la tienda, suena “puto jazz”, enfilo las cubetas de discos de segunda mano y veo que la mayoría está a 3 y 4 dólares. Mi sueño hecho realidad: ME VOY A LLEVAR MEDIA TIENDA.
Siempre he tenido el sueño húmedo de llevarme TODOS LOS DISCOS que me molen de una record shop, y ahora ha llegado el momento de hacer ese sueño realidad.
Como decían Secret Affair:
THIS IS THE TIME FOR ACTION.
A uno, que le gusta desde la salsa al black-metal, pasando por toda la electrónica del mundo, no hay un género que se le resista, así que empezamos por punk y new-wave, seguimos por folk y soul, y llegamos a disco-funk sin despeinarnos.
Como si no hubiera mañana voy a amontonando discos a mi izquierda
(¡siempre!), y al dueño de la tienda, que ve que tiene a un FREAK de categoría vaciándole la tienda y haciéndole el agosto en pleno mes de febrero, se le ponen los ojos de Tío Gilito y empieza a amontonar los vinilos en una esquina del mostrador.
Hace un frío que Curtis Mayfield y yo estoy tó huevaco llevándome JOYAS ORIGINALES a tres pavos. Por mis ojos pasa Gram Parsons, pasa Bobby O, pasa Santana, pasan Secret Affair ( el maxi de Time For Action precisamente) y pasa mi VIDA entera, como cuando te mueres.
Yo me muero del gusto, y cuando llevo unos doscientos lp´s contabilizados entiendo que tendré que comprarme unas maletas para llevar toda esa montaña de bendita enfermedad al aeropuerto.
No pasa nada, tenemos a Arconada, así que sigo sacando discos que mi tendero favorito a partir de YA sigue apilando en un costado de la tienda.
Este ROCKPILE es mi nuevo Botín, y no precisamente el de Patricia, así que ni corto ni perezoso llego a la mágica cifra de 440 lp´s (y no hay ninguno de Juan Luis Guerra, cachis…)
El dueño y señor de Shangri-La me dice que hay una tienda hindú en Manhattan Avenue donde puedo comprar dos o tres Samsonites gigantes a buen precio, así que me planto allí en diez minutos, compro una azul y otra negra en claro homenaje a mi viejo amigo Carlos Vaso y con los dedos de una mano y contando los segundos me dirijo de vuelta a la tienda cargado de ESPERANZA (de que me quepa todo, no de la de Aguirre).
El dueño me da su señal de aprobación “freaky” y empieza a sumar precios. Yo, mientras tanto, me dirijo al cajón de singles, mi formato favorito (50% de eficacia asegurada y cuando es el 100% se hace la luz), y empiezo a sacar joyas de punk y nueva ola británica y americana que nunca he visto antes: Teenage Filmstars, The Visitors, The Juveniles, UXB81…
The bitch is gonna shit herself!
Los cuento…Son 44.
Casualidades, my ass.
Voy súper afinado y del total de la cuenta mi colega el tendero me hace una rebaja de 400€.
Como decían los grandes Dwomo:
¡Han cantado BINGO!
Empezamos a hablar de ESPAÑA y FESTIVALES, valga la redundancia, y resulta que el menda tiene un grupo que se llama LEMONADE y han teloneado a DELOREAN en numerosas ocasiones. También son muy amigos de Uri (John Talabot), así que AUTOMATICAMENTE son FAMILIA.
La que uno elige, no la que le imponen desde chinorri.
Nos damos un abrazo, nos intercambiamos los teléfonos y me dice que, por favor, la próxima vez que venga a Nueva York me quede a dormir en su casa.
Yo le ofrezco mi hogar en Madrid y ambos sabemos que así será.
La vida solo puede ser maravillosa y no hay vinilo (ni tendero) malo.
Parto para mi hotel, dónde tengo que recoger mis otras dos maletas y ver si puedo meter todo en un taxi de camino al aeropuerto y a mi querida (y nada añorada en esos momentos) España.
Cecilia suena en mi corazón…
(atentos a la segunda parte porque aún nos queda lo mejor…)
Lee todas las entregas de En el jardín de Gerardo Cartón.
Gerardo Cartón es una agitador de la escena musical española. Lo más probable es que estos últimos 20 años os hayáis cruzado con su nombre en algún lado, bien en alguna de sus sesiones como el chico biónico, como 2PIASdjs, con alguno de sus podcasts o en algún que otro concierto o festival. Él es uno de esos tipos de la industria que han estado en todos los frentes. Dirigiendo el sello [PIAS] en España en su momento más exitoso, tocando en bandas como Micromachines o escribiendo libros tan divertidos como los dos volúmenes del Manual del Perfecto Festivalero o Así se baila el siglo XX (Muzikalia).