Entrevistamos a Delaporte
Sandra Delaporte y Sergio Salvi, la doble S del electro-pop de nuestro país. Son ingenio, frescura y naturalidad. Delaporte es un canto a la libertad, a la alegría y a ser uno mismo en cualquier parte. Es igualdad, energía y amor. Ellos mismos se definen como “la oportunidad de hacer algo que nos encantaría escuchar”. Listos para volver a despegar con “Clap Clap” y “No”, los preludios de lo que será el nuevo álbum que será presentado el próximo 27 de noviembre en la sala La Riviera.
«No dejéis de escuchar música porque ahora es cuando más falta hace cuidar nuestras almas»
Delaporte siempre va asociada a la palabra electrónica. En un sentido más profundo y personal. ¿Cómo os definiríais?
A nosotros nos encanta la música electrónica, el club y experimentar con los sonidos. Pero a la hora de componer, sobre todo pensamos en la canción. Delaporte es como una oportunidad de hacer algo que nos encantaría escuchar, pero no hay nadie que lo esté haciendo.
¿Y en una palabra?
Amor.
¿Qué estabais haciendo antes de Delaporte? ¿Os imaginabais hace quince años estar haciendo lo que más os gusta?
Sandra estaba estudiando Psicología y cantando música negra y jazz en las Jam Session de Madrid. Y yo estaba trabajando como ingeniero informático y tocando en bandas de soul y de jazz. Ninguno de los dos nos hubiéramos imaginado llegar a vivir de un proyecto musical.
Tengo entendido que no os conocíais y os ponen en contacto. ¿Cómo surge?
Fue nuestro técnico de sonido. Nos puso en contacto porque los dos estábamos buscando alguien con el qué empezar un proyecto de electrónica y de pop.
Cuando se formó Delaporte, ¿Cómo fueron los primeros pasitos? ¿Estabais en la misma línea los dos sobre qué rumbo tomar?
Al principio empezamos haciendo arreglos electrónicos de canciones que nos gustaban para encontrar nuestro sonido. Al cabo de unos meses, nos aventuramos a componer nuestro primer tema. Desde “Juice”, nunca hemos parado de componer.
Sois un 50 y 50%. ¿Qué aporta cada uno al grupo?
Efectivamente, los dos componemos y producimos. Pero las letras son a cargo de Sandra mientras yo me dedico a los aspectos más técnicos como la mezcla o ciertos detalles finales de producción.
Los conciertos son súper enérgicos y generadores de buen rollo. ¿Cómo consigue Delaporte dar un concierto en un día malo?
No hay días malos en los escenarios. La clave está en separar tu vida personal de lo que pasa encima de un escenario. Allí arriba solo existe la música.
En este confinamiento, me he visto unas cuantas veces el concierto de Delaporte en la Sala But el año pasado. Levanta el ánimo a cualquiera.
Fue brutal. Antes de salir al escenario estábamos muy nerviosos porque llevábamos meses preparándolo. Pero como decía antes, una vez en el escenario, todo desaparece. Solo se queda la música, la energía que nos da el público y las ganas de compartir.
¿Tenéis algún tipo de ritual antes de cada concierto?
Siempre nos abrazamos antes de salir al escenario.
Hace poco, le hice una entrevista a Miqui Brightside. Me comentó que le gustaba partir de una idea concreta para componer un tema. ¿Vosotros cómo lo hacéis?
No tenemos un sistema o un método en concreto. Una canción puede nacer desde un sonido, desde una melodía que va tarareando Sandra, desde un beat, o desde unos acordes que improviso con el piano. Cualquier cosa puede llegar a inspirar.
¿Notaremos un cambio de estilo en el nuevo álbum?
Siempre estamos buscando nuevos sonidos y nos va inspirando nueva música. Desde “Como Anoche” ha pasado más de un año y en este año hemos estado descubriendo un montón de música nueva. Todo esto se mete en el inconsciente y de alguna manera sale en nuestros temas.
Me gustaría conocer bien la historia de “NO” y “Clap, clap», canciones que están ligadas. ¿Cuál creasteis primero? ¿Cómo fue?
De alguna manera están ligadas, porque lo estarán todas las canciones del disco entre sí…pero para descubrir el hilo que las conectas habrá que esperar al disco, jeje.
Para mí, son un canto a la libertad, al amor propio, al quererse bien y a la lucha contra las ataduras que nos frenan. Desde vuestro punto de vista, los auténticos creadores. ¿Qué mensaje transmiten estas dos canciones?
Hay un grito de liberación, el rechazo a cualquier imposición. Y sobre todo hay una búsqueda de uno mismo, más allá de esas ataduras y esas imposiciones. ¿Quiénes somos de verdad? ¿Lo sabemos? ¿Podemos llegar a saberlo?
Hablando de esto y de la igualdad. ¿Habéis notado durante estos años que se ha tomado más en serio a uno y a otro? ¿O que ciertas funciones han sido atribuidas a uno y a otro no?
Desde luego. Se suele pensar que yo soy el que produce y que Sandra pone solo su voz. La gente de primeras no piensa que una chica guapa también puede saber producir. Y muy bien.
“No dirás”, otro tema valiente. He leído que surge en un aeropuerto tras unos días en México.
Estábamos volviendo de México y nos acababan de comunicar que Ximena Sariñana estaba interesada en colaborar con nosotros en un tema. El entusiasmo y tener que esperar cinco horas entre un vuelo y otro, fueron la combinación perfecta.
¿Dónde os haría especial ilusión dar un concierto? ¿O en qué festival os gustaría esta?
En el Coachella. Pero tampoco descartamos festivales como el Lollapalooza, jeje.
¿Reto de Delaporte?
Seguir componiendo y haciendo conciertos cuando seamos unos yayos
Por último, siempre me gusta terminar con un mensaje de Delaporte a nuestros lectores. Lo que queráis. 🙂
Nos esperan meses muy duros, no dejéis de escuchar música, no dejéis de consumir cultura, porque en estos tiempos es cuando más falta hace cuidar nuestras almas.
Van a más. Clap Clap es un pasote