Entrevistas

Entrevistamos a Luis Moner, director de Discos Belamarh

Hola Luis, ¿cómo estás? Te lanzo, desde ya, una primera ráfaga de preguntas. ¿Cuál es el origen del nombre del proyecto que diriges? Es decir, ¿a qué se debe el término “Belamarh”? Por otro lado, ¿quién diseñó ese logo tan estético y sugerente, el cual representa a la discográfica?

El sello se llama Discos Belamarh por una canción de Pedro Burruezo -antiguo fundador del grupo barcelonés Claustrofobia-, y del que presumo de ser amigo. Cuando estaba gestando la idea de un sello, no sabía qué nombre ponerle y le pregunté a mi amigo Jesús -50% de El Maestro y Margarita, y fan de Claustrofobia- que me contestó, creo, que al instante: “¿Por qué no le pones Belamarh”? No recordaba que venía de una canción de Pedro con su banda Nur Camerata.

 

Me encantó la idea porque el tema es maravilloso y me representa: sonidos evocadores, poesía desatada, y un gusto por las sonoridades híbridas, y por recordarme a Fayruz, Bola de Nieve, Sisa, Héctor Lavoe, etc… Eso justo quería que fuera Belamarh, un sello en el que editar música que me gustase, totalmente alejado de los cánones imperantes. Para mí la independencia es una necesidad; tener un sello DIY es una filosofía de vida, de posicionarte en esta vida tan perra.

El logo lo diseñó una artista de cómic que admiro mucho, Mireia Pérez, y lo del abanico me parecía que ilustraba esos aires mediterráneos, la brisa del mar, lo queer, las charlas en mesa camilla, lo folclórico…

Luis Moner (Discos Belamarh)

Los primeros lanzamientos de tu sello, con base éste en Barcelona, fueron los discos Hypnos (2015), del dúo El Maestro y la Margarita y después, Death of a Flower (2017), del cantautor Luis Boullosa; con su sobrenombre Broke Lord. ¿Qué recuerdas de todos aquellos primeros pasos y artistas con los que iniciaste esta aventura bautizada como Belamarh?

Fueron emocionantes y muy cabrones. El sello tenía pretensión de editar en vinilo, pero me di cuenta de que eso era (casi) imposible si no tienes mucho dinero, o te asocias con otros sellos. Yo creo en el asociacionismo, pero por desgracia, en este país no está muy asentado ese sentir. El primer disco fue Hypnos, y me enamoré del pop que hacían Jesús y Margarita, y sobre todo que un grupo de pop se llamase como la obra de Bulgákov. Me estalló la cabeza, sin más. Fue ilusionante ver cajas y cajas de discos entrando por la puerta de mi casa -no medí bien el potencial de ventas de un sello de alcantarilla, debo admitir-, desempaquetar las cajas y tocar una obra en la que yo había contribuido.

Portada Broke Lord (Discos Belamarh)

El disco de Broke Lord lo coeditamos en cedé el sello de Luis Boullosa (Gog Artifacts), y sigo pensando que es uno de los mejores discos que he editado. No tuvo suerte el disco, aunque tampoco el de El Maestro, así que aquí en casa siguen muchas copias esperando a que algún día sean objetos de culto y me forre y deje de ser clase media.

 

En mi humilde opinión, uno de los momentos más álgidos de la nave que comandas es el excelente y absorbente LP Sahara Star (2020) de Ana Béjar; ya que además la crítica especializada española ofreció un aplauso bastante unánime hacia esta misma obra y hacia esta artista, en aquella ocasión (merecidamente, bajo mi punto de vista). Así que, ¿qué tal fue ese concreto proceso de edición y la relación profesional con la propia Ana, la cual lleva más de 30 años de experiencia en esto de la música?

“Sahara Star” es un disco muy bonito. Ana lleva mucho tiempo en esto de la música y sabe lo que tiene entre manos. Ella defendió hasta la muerte su proyecto y yo, que ya empezaba a tener más experiencia, supe mover el disco para que sonara en la radio, saliera en prensa, y entrevistas. Agradezco enormemente el apoyo de Muzikalia en todo momento, no solo con el disco de Ana, sino en todo el apoyo a nivel de visibilidad que han dado al sello. Son seres de luz tanto Manuel como Fidel.

Ana Béjar (Discos Belamarh)

En cuanto a mi relación con Ana, pues muy bien en regla general. Ella venía de tener mucha experiencia en el sector y por momentos se crearon ciertas confusiones, porque por desgracia Belamarh no es un gran sello (que ya pocos quedan), y ni editamos el cedé en los 90. Yo creo que Ana tenía en mente que Belamarh podía tener una mayor o mejores plataformas de distribución, pero no es así, ni las quiero, porque no quiero que me manipulen. Este sello es lo que es, puro underground (¡ay, que palabra tan bonita pero desvirtuada por Pitchfork y RDL!). Pero Ana es un amor de persona y nos entendimos a la perfección.

 

En Belamarh hallamos hasta 4 obras relacionadas con el músico valenciano Gonzalo Fuster.¿Cómo han sido las diferentes sensaciones y varios ángulos creativos con respecto a Gonzalo y todos los LPs en que él ha estado implicado aquí contigo, como los titulados Casa (2019), Almacenero Marx (2020), Las 10 nuevas canciones publicadas por El Ser Humano en 2021 y Algo (2022)? ¿Se podría llegar a afirmar que el propio Fuster es un artista fetiche para el seno de Belamarh?

Gonzalo es artista del sello, pero sobre todo es amigo al que quiero mucho. Recuerdo cuando empezó a presentar las canciones de “Casa” en Muzikalia, y enseguida pensé que tenía que decirle algo para que se viniera al sello. Es un artista excelente, aunque creo que no es consciente del potencial que tiene, pero bueno, eso es harina de otro costal.

Sí, es mi artista fetiche, mi Prince valencià. Adoro todo lo que hace, y su proyecto como “Almacenero Marx” es una obra sin parangón por estas tierras de dios, pero, ¡oh! la edición de 50 copias ya están vendidas.

Gonzalo Fuster (Discos Belamarh)

Ahora edité junto a No Aloha Records el disco de Algo que también está teniendo una muy buena acogida a pesar de que ya poca gente compra música, y no queda otra que admitir que es una realidad y seguir adelante o apearte de ésto.

 

¿Cómo observas y notas tú que ha ido recibiendo el público melómano a Discos Belamarh y a las distintas propuestas sonoras musicales apadrinadas por tu empresa?

La respuesta ha sido, en general, mala. Creo que editar música es un suicidio absoluto, pero lo hago porque me apasiona de momento. Discos como el de Javier Colis y José Antonio Marina tuvo una aceptación muy buena, por una parte porque Colis es un maestro, y por otro lado porque tiene un fandom que ya quisiera Rosalía.

Javier Colís portada

Tengo asumida mi condición de sello a contracorriente, autogestionado, precario en medios, pero me he apropiado de esta precarización y no se está tan mal. No me gusta la gente que no para de llorar, pero no aporta soluciones a nada. Hay cosas mucho más importantes que editar un disco, y en los tiempos que corren es ya una osadía que aún tengamos ganas de hacerlo.

 

¿Cuál dirías tú que es la línea general y estilística de sonidos en Belamarh? ¿Tiendes, más bien, a acoger a artistas con planteamientos sencillos o consideras tú, siempre dentro de tu filosofía, que hay bastante variedad dentro de tu sello; por ejemplo, acerca de parámetros más complejos por parte de los músicos?

Los parámetros es que me guste, sin más, la música que los artistas me envían. No hay más. Siempre he sido una persona ecléctica, escucho muchos tipos de música, por lo tanto, si me viene un disco de flamenco, de hardcore o de trap y me llega, pues me puedo plantear editarlo. Mi filosofía en este negocio la tengo clara: no venderme a las tendencias y siempre catalizar mis emociones a partir de la música. Pero, ¡ojo!, no critico a la gente que vende su alma al diablo del dinero, que cada cual haga lo que le salga del moño, y de hecho la música más excitante del momento es la que se hace desde el mainstream, por la sencilla razón de que no es inmovilista, y sorprende a su público potencial. Los sonidos más independientes están encajonados en fórmulas que huelen a naftalina.

Discos Belamarh ha ido publicando LPs cada vez con más velocidad y frecuencia. ¿Nos puedes detallar cómo se ha conseguido tan meritoria evolución / aceleración?

No ha sido algo intencionado. Este año he editado tres referencias por casualidades que se van dando en la vida. No es por inyección de dinero extra por parte de algún mecenas buenorro, no, ya me gustaría.

Crek Noarde / Uke (Belamarh)

Desde fuera se ve más fácil y bonita tu iniciativa, nacida en 2015, pero entiendo que, desde tu propia perspectiva diaria y de régimen interno, ha resultado complicado, siempre, el esfuerzo titánico de ir manteniendo y haciendo sobrevivir a toda una señora discográfica. ¿Qué tal se han ido superando y sobrellevando las dificultades de todo tipo que has tenido, para poder llevar Belamarh siempre hacia adelante? ¿Qué obstáculos has tenido que saltar y sortear en ese sentido?

El mayor obstáculo me lo pongo yo mismo. Me explico: muchas veces no acabo de procesar de que este es un puto sello de alcantarilla, sin mas pretensión que esa, dar a conocer música alternativa a los cánones vigentes. Pero, ¡coño!, a veces uno piensa: “¿qué hago perdiendo dinero que luego necesito para ir al Mercadona?” Son cosas mías, de mi carácter a veces un poco neurótico. Es ponerle muchas horas, tesón, ilusión, escuchar a Camarón y a Bill Callahan cuando estoy de bajón, o a Prince o Snap cuando me vengo arriba.

Ya llevas, nada más y nada menos, que 11 discos en tu nómina pero, ¿qué pormenores nos puedes desvelar de las futuras rutas de ese barco musical denominado Belamarh? Me refiero a próximos marineros-músicos que capitanearás y acerca de los correspondientes álbumes venideros que se editarán en tu corporación.

Pues este año que viene voy a editar un par de vinilos que os vais a enterar. No voy a desvelar muchas cosas, pero decir que son dos señores que tienen mucho talento, son buenas personas, no están aquí por la pasta, y son buena gente.

Una pregunta relativamente puñetera que te formulo, Luis. A ti que te apasiona la música de Prince, si te mandase su repertorio algún artista nacional al que le influencie bastante el añorado genio de Mineápolis, ¿le darías una oportunidad a ese intérprete en tu empresa? En otras palabras, ¿te sentirías tentado de publicar, en Belamarh, a unos músicos de corte marcadamente funky-soul, por ejemplo?

Claro, por supuesto. De hecho, he pensado estos días que me encantaría que una diva de extrarradio a poder ser me envíe un puñado de canciones de R&B, y que me caiga de culo. Sí, chicas, mandadme perreo a tope.

¿Qué anécdotas más extrañas, más divertidas o más relajantes te han ocurrido desde que fundaste la disquera, en 2015, hasta día de hoy?

Extrañas no recuerdo ninguna. Emocionantes han sido las presentaciones de “Casa” y del disco de Algo. Las dos en València y conocí a gente muy bonita de allí. Me encanta estar con la gente que te acoge sin pedir nada a cambio, gente de verdad.

Muchas gracias a Luis Moner, máximo responsable de Discos Belamarh, por concederme esta entrevista. ¿Algo más que quieras añadir? ¿Alguna dedicatoria que quieras hacer a alguien? Por supuesto, te concedemos, en Muzikalia, la última palabra; ya que además también esta revista también es tu casa.

Pues que apoyéis, en la medida de lo posible a los sellos pequeños, que compréis discos en las tiendas pequeñas (boicot a Amazon), y que si os queda algo de pasta, me compréis algún disco.

Obras publicadas por Discos Belamarh:

Hypnos de El Maestro y la Margarita, en 2015.
Death of a Flower de Broke Lord, en 2017.
Casa de El Ser Humano, en 2019.
Sangre Fácil de Javier Colis y Juan Pérez Marina, en 2020.
Sahara Star de Ana Béjar, en 2020.
Almacenero Marx de Gonzalo Fuster, en 2020.
Las 10 nuevas canciones publicadas por el Ser Humano en 2021.
La canción del río de Conde, en 2021.
Au revoir les enfants de Uke, en 2021.
Un discreto vigor de Crek Noarde, en 2022.
Algo de Algo, en 2022.

Collage portadas Discos Belamarh

Podéis encontrar las obras publicadas por Discos Belamarh en este enlace.

https://belamarh.bandcamp.com/merch

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