Entrevistamos a Najwa
Najwa regresa a la actividad musical con Viene de Largo, un disco con el que la cantante y actriz vuelve tras cuatro años, quizá en el mejor momento de su carrera, con proyectos de éxito en televisión y cine.
En su nueva obra deja a un lado la electrónica oscura de Rat Race (2014) y la evolución de Bonzo (2016), para acercarse a los sonidos urbanos. De todo ello hablamos en una distendida charla con una de nuestras artistas más inquietas
«Para llegar aquí he tenido poco miedo y pudor me ha dado un poco igual el qué dirán. Buscaba un lenguaje propio, no me iba a poner a hacer twerk y un reggaetón salvaje, porque no es donde me muevo»
Han pasado seis años desde Rat Race, tu último disco en solitario como Najwa y cuatro desde Bonzo, de tu proyecto Najwajean junto a Carlos Jean.
En realidad Viene de Largo no es en solitario, lo he hecho con el productor y compositor Josh Tampico, aunque lo firmo sola. Con Carlos sacamos el disco en 2016. Mis discos la verdad que nunca son en solitario, colaboro con unos o con otros, con unos tienes un deal y con otros otro.
Najwajean sí es un proyecto conjunto.
Sí, pero en este nuevo disco Josh tiene un papel importante, he tenido un partenaire que me ha permitido centrar el tiro. Es un álbum con el que llevaba un montón de tiempo y que ha pasado por varios productores hasta que llego a él con las letras muy mascadas y una idea más clara. El tránsito lo he hecho sola y el remate ha sido con su ayuda.
¿De ahí lo de ‘Viene de Largo’?
No exactamente. Es un disco que ha ido madurando con el tiempo.
El adelanto, “Lento” lo producía El Guincho.
Sí. A El Guincho yo voy con un montón de canciones que estoy preparando y estaban producidas por otro y quería cambiarlas. Finalmente él se va a EEUU con Rosalía y pruebo otros tres productores más, de flor en flor hasta llegar a Josh, el productor que tenía que ser.
Pasas del inglés al castellano con mucha facilidad. Tras dos discos en español volviste al inglés con Rat Race y ahora otra vez haces el camino inverso.
Un disco que tardas cuatro años en grabar no lo haces de una manera o de otra por algo en especial. Tú vas haciendo, haciendo, haciendo… y luego centras el tiro. Para conseguir treinta minutos de música hay que darle, no salen solos. Para ‘Viene de Largo’ venía escribiendo en castellano lo fui cantando en diferentes bases, probando diferentes maneras, quitando texto y al final esto es lo que ha salido.
Hay una nueva evolución en tu sonido hace los ritmos urbanos, ¿por qué este cambio?
En disco con Carlos, en Bonzo ya había una especie de trap, pero con colchas. Es un sonido que tiraba para atrás y este en cambio tira para adelante. Está más centrado el tiro, lo que no conseguí en Bonzo sí lo he conseguido en este.
En tu carrera siempre has estado en la vanguardia o al menos abriendo camino y parece que ahora en cambio se te ve influenciada. ¿qué referencias has manejado para llegar hasta aquí?
Yo siempre he escuchado lo mismo, que es todo. Y nunca he dejado de escuchar electrónica y hip hop. Aquí quería estar dentro del lenguaje y decir todo lo que quería decir. Empecé grabando un disco de techno con spoken, porque había mucha letra, pero me di cuenta de que era demasiado. Parecía un disco experimental, así que pruebo hasta encontrar un camino más natural que no me haya resultado forzado. Es decir, no hay nada forzado en él, habito ahí y no me siento extraña. Para llegar aquí he tenido poco miedo y pudor me ha dado un poco igual el qué dirán. Buscaba un lenguaje propio, no me iba a poner a hacer twerk y un reggaetón salvaje porque no es donde me muevo, pero sí podía hacer un ritmo partido y encajar toda la letra entre beat y beat.
Se acerca más al trap.
Sí, hay mucho espacio entre medias y si no pongo autotune y los ad lib no son una locura todo el rato, puedo darle el color que quiera y llevarlo a mi terreno. He aprovechado lo que sé y lo que conozco y lo he utilizado a favor. Empecé a hacer un disco inventándome una movida, pero me gustaba a mi, a nadie más (risas).
Saldrá algún día, ¿no? (risas)
Creo que hay gente a la que le podría gustar. Le molaba a mi primo, no le gustaba nada a mi hijo… decía ‘Qué chapa, mamá’. No encontré dónde quería llegar. Ahora al pasar al directo este disco nuevo estoy encontrando al final del bolo una cosa que entra en el club que sí llegaría donde quería ir. Así que puede ser que termine tirando por ahí para terminarlo algún día. Todo es darle y darle y se consiguen las cosas. Yo en directo no termino a afinar del todo y espero que esta vez sí lo logremos, quizá no en estos dos primeros conciertos que será una muestra de lo que vendrá algo más adelante, es lo que pretendemos hasta lograr un show muy fino.
Me ha sorprendido una canción como “Ouija” por su cambio de registro, donde prácticamente rapeas.
Bueno, es una gracia, porque el featuring me lo iba a hacer La Mala. La historia era hacer como que canto en árabe sin hacerlo. Así que decidí hacer un montón de rimas que acaben en “aja”. La canción quiere mostrar la ira y parte de ahí la letra, donde empiezo a desarrollar ese “aja”, “aja”… tenía que estar la navaja de garganta y a partir de ahí elaboro esas rimas tan punzantes.
Hablabas de La Mala, hicisteis hace poco un show conjunto, ¿qué tal fue?
Estuvo muy bien, hicimos un tracklist en el que acoplamos nuestras bases a sus letras y lo cantamos todo todas y se lió pardísima. Fue un bolo maravilla chapuza con todo junto, pero moló, la gente lo pasó muy bien.
En la canción “No tengo miedo a llorar” que cierra el disco se muestra un sonido diferente, más cercano al pop.
Sí, es una canción que yo quería fuera del álbum pero me terminan convenciendo todos para que se meta. Josh consigue darle la soniridad del resto, porque era diferente.
Es una especie de son cubano.
Bueno, Cuba ya estaba en “Lento” y hay toques latinos a través de Cuba en el disco. Este track era algo diferente. En directo lo hemos desarrollando con un trombonista que ha hecho un solo precioso y al final, el track en el que no confiaba se ha convertido en el punto fuerte del show. Fíjate tú.
Te acerca a la orilla de Orishas, incluso Beatriz Luengo…
No sé lo que hace, pero me encanta ella.
Hace cosas en combinación con Yotuel de Orishas.
Sé que María, la Mala es colega de ella y me ha hablado muy bien de ella. Para mi este típico de música ha sido algo mental, no algo de sentimiento. Era una forma elegante de acercarme a lo latino a través de Cuba. Luego descubrí ese mundo desconocido tan maravilloso.
Si le quitas el barniz electrónico a la canción te queda un poco Amparo Sánchez.
No jodas tío.
No, la parte cubana de “No tengo miedo a llorar”.
Me estás matando totalmente (risas). Estamos haciendo unos bombos partidos que no pueden ser más americanos.
Ella en solitario, aparte de Amparanoia se acerca al sonido de esa canción, no digo que el disco me recuerde a ella.
A vale, que no te estaba entiendo. Ya te digo que ese track es la anomalía del disco, que no tiene nada que ver con él y estuvo apunto de no entrar. Al final me pareció divertido. Cada vez que alguien me habla de ese tema pienso ¿qué me quieres decir?
Es un buen contrapunto al resto del disco.
Es lo que pretendía y ya digo que en directo va a sorprender mucho a la gente. El trombonista que os digo es que el hace los arreglos de metal a Luis Miguel, con lo que es un top. Se lo toca del tirón, sin cortar y se para el tiempo.
«Yo no me considero lo suficientemente famosa en lo musical»
Hacéis un show entonces variado.
Sí, de eso pasa al club, es todo muy variado, como dividido en dos partes y no sé qué parte va a ganar. En función de eso es donde nos centraremos en el resto de fechas que hagamos, no sé si con más músicos integrados o cómo. Hay unos visuales muy chulos también, todo muy conceptual.
¿Recuperas canciones antiguas en este directo?
No. Yo no suelo cantar nada antiguo o casi nada cuando saco discos nuevos.
Me preguntaba si esas canciones tomarían una nueva vida adecuándolas al sonido nuevo, pero como dices que no las recuperas…
La verdad que no sé en qué momento los artistas hacen eso. Yo creo que tienen que ser mucho más famosos para hacerlo. Yo no me considero lo suficientemente famosa en lo musical.
Pero si aparte de una actriz consagradísima llevas más de 20 años en la música.
No sé, yo no me veo ahí.
Eres muy modesta con eso.
No, es que no me veo haciendo un revival de mis canciones antiguas, nunca fueron tan grandes (risas). La música para mi ha sido mi constante a la que le he podido dedicar el tiempo justo.
Dedicas más tiempo a la interpretación.
Es donde gano más dinero (risas). Lo de recuperar canciones antiguas lo veo más para gente que tiene una carrera y piensa en ella como mirando hacia atrás y piensan en ellos mismos. Yo jamás he tenido ese pensamiento, quizá me venga cuando sea muy mayor o cuando nadie me quiera escuchar o a lo mejor no me sucede nunca. En mi cabeza estar seguir descifrando el lenguaje.
Cuando sacaste ‘El último primate’ pensé igual ahora revisa sus canciones en este tipo de sonido.
No, ese disco fue una incursión en lo acústico porque yo no tenía referencia de tocar con una banda, había hecho coros en un grupo de soul, porque era la música que me gustaba. Yo entro directamente en la electrónica, yo ya estaba con un ordenador cuando no había ni móviles. Carlos Jean seguro que puede pensar en esos términos, yo no puedo pensar en mi así, tengo otra mentalidad.
Es de agradecer esa mentalidad de mirar hacia delante, en estos tiempos de nostalgia exagerada en la que parece que todo vuelve.
¿Crees que hay nostalgia?
Sí, en todo. En la música, el cine, las series… mira por ejemplo Stranger Things.
Para nosotros Stranger Things puede ser nostalgia, pero para el de 14 años que lo está viendo es una cosa nueva porque no saben quién es Wynona Ryder, la ponen para gente que era de entonces. Mi hijo no sabe quién es.
Pero a nuestros hijos les pones Los Goonies y piensan: ‘Anda, es como Stranger Things’.
No, dirían: ‘Jo, qué pocos medios’ (risas).
A lo que iba, que tú ahora actúas y tocas “No Blood” de Najwajean y habría gente a la que le molaría volver a escucharla.
Es que yo lo de la nostalgia… no tengo morriña, no es lo mío. No sé si es un mecanismo de defensa o una actitud, pero me preocupa más lo que está sucediendo ahora que lo que hice antes. En cambio en la música estoy al tanto de lo nuevo y siempre vuelvo a los de siempre, a los que he escuchado toda la vida, que son pocos.
Recuerdo que hace 20 años o así estuve charlando contigo de Howie B, que te flipaba.
¿Y ahora qué hace?
«Yo lo de la nostalgia… no tengo morriña, no es lo mío. No sé si es un mecanismo de defensa o una actitud, pero me preocupa más lo que está sucediendo ahora que lo que hice antes»
Supongo que producir y pinchar. Por aquel entonces llegó a producir hasta a U2.
Él era urbano antes de que se llamara así, qué será de él… Es verdad, me gustaba mucho. Al igual que los guionistas con el tiempo los productores tienen un sitio de honor, han pasado al frontline. Mi hijo sabe que Dua Lipa lo petó cuando la produjo Calvin Harris.
¿Si tuvieras la posibilidad de elegir a un productor de renombre te gustaría elegir a alguno en especial?
A mi es que el proceso de estar buscando hasta dar con la persona que me comprende y va conmigo poco a poco dando forma a las canciones me gusta mucho. No quiero encontrar a alguien que me solucione la papeleta, la papeleta del proceso es la que más disfruto. Me moriría del asco, necesito estar metida en el desarrollo.
Próximos conciertos de Najwa:
05 marzo. Ochoymedio, Madrid [ sold-out ]
06 marzo. Razzmatazz, Barcelona [ tickets ]
23-25 julio. Riverland Festival, Asturias
Es mi diosa
Su peor disco. Que disfrute a quien vaya dirigido su nuevo estilo, jo jóvenes y la fiebre latinoamericana en que viven con la figura Najwa gracias al éxito de la dos series que protagoniza. Pero esta, no es nuestra Najwa. La gente que tiene una cierta edad y que la hemos seguido durante toda su carrera tanto musical como cinematográfica estamos totalmente en contra. Me imagino cómo serán sus conciertos. Lo dicho, que Najwa disfrute. Pocas oportunidades te ofrece la vida.
Yo veo un paso valiente. ya dice que le gusta probar cosas nuevas. Siempre hay tiempo de volver a lo anterior. Las primeras escuchas me chocaron, con el tiempo me ha enganchado bastante
Es mejor que los seguidores de cualquier artista no lo consideren de su propiedad. Yo sigo a Najwa de siempre y estos contrapuntos son la sal de su carrera, ojalá nadie se encasillara ni fuera encasillado.
sigue igual que en salto al vacio, no se la entiende nada de lo que canta ni de lo que dice.
Pues el problema es tuyo y grave, lo que no evoluciona claramente es tu oído
Madre mía. Hacía tiempo que no la escuchábamos. Desde su maravilla de disco Mayday, solo alguna pincelada posterior pasable, pero esto nos parece a todos sin excepción una broma. Mejor ni atreverse a comparar con Mayday. Esto nuevo es una auténtica basura. Vergonzoso. Es casi como lo que oblugan a escuchar ahora en las ferias, tiendas y bares. Ay.