Eric Woolfson – Sings the Alan Parsons Project that never was (Limelight / Locomotive Distribución)
Empecemos aclarando, para los que no conozcan a Eric Woolfson, que se trata del fundador de la mítica banda de los 70 y 80 The Alan Parsons Project (junto a Alan Parsons, lógicamente). A pesar de que en el proyecto no figuraba su nombre, suya es la autoría de la gran mayoría de canciones que se incluían en los álbumes del grupo, así como las ideas conceptuales tras cada disco. Debería quedar así despejada toda duda acerca de la legitimidad de Woolfson para lanzar un álbum usando el nombre de Alan Parsons Project a pesar de tratarse de un disco en solitario.
El inicio del proyecto se remonta hasta 3 años atrás, cuando desde Sony Music deciden remasterizar los viejos álbumes de Alan Parsons Project añadiendo canciones inéditas, versiones alternativas y demos. La compañía se dirigió entonces a Woolfson para pedirle material no publicado, y rebuscando en sus archivos Eric encontró un montón de canciones inacabadas, bocetos, ideas, instrumentales, demos y grabaciones de todo tipo. Una vez resuelto el compromiso con Sony, Woolfson pensó en utilizar parte del viejo material para lanzar un álbum que representara lo que podría haber sido su antigua banda si hubiese seguido en activo actualmente. Así que regrabó unas cuantas canciones con su propia voz, pulió detalles, añadió arreglos y el resultado es este The Alan Parsons Project That Never Was.
Para ser exactos, hay que decir que no todo el material es estrictamente inédito. Algunas viejas ideas rechazadas por Alan Parsons vieron la luz, antes que en este disco, en los musicales que Woolfson ha creado a lo largo de la última década: “Golden Key” (muy parecida a “Don’t answer me”) pertenece al musical Gambler; “Nothing can change my mind” corresponde a Gaudí; “I can see round corners” y “Along the road together” pertenecen a Dancing Shadows, y se encuentran también varias canciones de los diversos proyectos (también un musical) que Woolfson ha venido dedicando a una de sus grandes obsesiones: el escritor Edgar Allan Poe. Entre ellas están las más originales y mejor terminadas del disco: la emotiva “Somewhere in the audience” y la espectacular “Immortal”, cantada y popularizada en el musical por Steve Balsamo y que ahora podemos escuchar por primera vez en la voz de su compositor.
Y es que la voz de Woolfson, que suena tan singular y entrañable como en los 80, cuando la escuchábamos continuamente en grandes éxitos como “Eye in the sky” y “Don’t answer me”, es una de las mayores bazas del disco. La otra es, claro está, esa cosquilleante mezcla de nostalgia y curiosidad por escuchar esos viejos temas que se quedaron a medio terminar.
El disco, en digipack con las letras y comentarios de Woolfson sobre cada canción, es un excelente reclamo para fans y completistas de Alan Parsons Project. También, por supuesto, para seguidores de la carrera de Woolfson en solitario. Y si alguien que no conoce su carrera anterior se engancha a partir de este disco, pues estupendo.