Fiesta DiscoGrande – Sala Arena (Madrid)
Todo estaba dispuesto para vivir una GRAN (O GRANDE) noche, ya que el ir y venir de “estrellas” a lo largo de toda la tarde por la Sala Arena fue constante, J, Natalia (ä), Jaime (Sexy Sadie), Jorge y Pau (LHR)…
Pero la cosa no empezó muy bien ya que las puertas se abrieron con una hora y cuarto de retraso, detalle éste sin mucha importancia si tenemos en cuenta la cantidad de pruebas de sonido necesarias para la noche. Una vez dentro del local la fiesta no se hizo esperar, un alien de PVC en el escenario nos observaba mientras en las ondas ya se oía la sintonía del programa, obra de Humanoid. Con un Julio Ruiz contento y satisfecho el desfile de actuaciones daba comienzo.
Abrieron Monotone, con su propuesta de ¿podríamos llamarlo Trip-rock? sí, tal vez. Guitarras, por momentos furiosas, por momentos ensoñadoras y flotantes, siempre acompañadas por la potente voz femenina que encabezaba el cuarteto. Podríamos compararlos con los catalanes Fang, que tendrían su oportunidad más adelante.
Tras media hora de actuación salieron al escenario los extremeños Bloomington. Indie-rock de guitarras para esta formación clásica (guitarra, bajo y batería) que ya lleva varios años actuando en fiestas y festivales. Nada Surf, The Boo Radleys o los más recientes My vitriol, JJ72, o incluso Feeder como principales referentes de lo que fue una actuación más que correcta.
A continuación llegó, según palabras del propio Julio Ruiz, “uno de los momentos álgidos de la noche”, Jaime Gª Soriano, voy y guitarra de Sexy Sadie salió al escenario con su guitarra acústica y su mejor arma, su propia voz para interpretar muchos de los temas que han hecho famosa a su banda.
Fue repasando cronológicamente toda la carrera de los mallorquines, desde “Johnny the good”, primer single allá por 1994 y primer tema de Sexy Sadie pinchado en una radio nacional (claro, el responsable de aquello, el propio Julio Ruiz). Luego llegó el Draining your Brain, y su tema estrella, y la canción de cabecera de toda la generación indie, “In the water” sonó con una sensibilidad especial aquella noche en la garganta de Jaime y en la de todos los asistentes, que no dejamos de corearla. “Mr. Nobody” nos trajó de nuevo a los Sadie de mitad de los 90, mientras que la complicidad con el público iba in crescendo hasta convertir el tema casi en un karaoke multitudinario. Tras “Mr. Nobody” vino “Stay Behind Me”, y esta vez todos quisimos ser Najwa para redondear otro tema emotivo y brillante.
La fiesta seguía, la sala ya estaba repleta, y Jaime comcnzó a interpretar temas del reciente Butterflies, el primero fue “I don’t Know”, y tras él, “Here I am”, la canción más vibrante de la noche, y un regalo para todos los presentes oir a Jaime sólo acompañado por su guitarra llevar su voz a donde sólo unos pocos privilegiados pueden llegar.
Tras esto, Fang empezaron a desplegar toda su potencia, tanto en la guitarra de Jaime como en la voz de Mariona, pero nuestro cuerpo (y sobre todo nuestro estómago) nos pedían un descanso.
Tras recuperar energías, Fang ya habían finalizado su actuación, y sobre el escenario Nosoträsh ultimaban los preparativos de su actuación, mientras que ninguno de los asistentes sospechaba que ese sería otro de los momentos especiales de la noche. El repertorio de las gijonesas fue el habitual (en formato reducido, claro); el público bailaba, cantaba y se lo pasaba bien, hasta que Natalia anunció que en la siguiente canción tendrían una colaboración especial, y… J salió al escenario para interpretar el tema “Reincidentes”, a dúo con Natalia. Nadie daba crédito a lo que estábamos viendo, J cantaba y sonreía, se sabía la canción y DISFRUTABA INTERPRETÁNDOLA.
Para colmar esto, al finalizar el tema, J añadió: “Gracias por dejarme estropear una canción tan bonita”. Con permiso de la belleza emocional de Jaime Gª Soriano, este fue el momento de la noche.
Tras Nosoträsh, y mientras aun no habíamos reaccionado, Los Planetas ya estaban sobre le escenario, con Jose (LHR) a la batería, supliendo al lesionado Eric, para interpretar tres temas, “Un buen día”, “Desorden” y la emblemática “Pegado a ti”, culminando otro de los momentos estelares de la noche.
Luego vino algo especial, el “supergrupo indie” formado según los oyentes de DiscoGrande; a las guitarras Florent y Pau, y en las voces Jorge (LHR) e Irantzun (La Buena Vida), todos ellos interpretando el tema “Amenazas”… otro gran momento.
A continuación, tras varios escarceos previos, por fin sobre el escenario La Habitación Roja al completo, presentando temas de su nuevo álbum, en concreto sonaron “El Hombre del espacio interior” (primer single) y “Canción de amor definitiva”, además de los ya clásicos “Mi habitación”, “Largometraje” y “Crónico”.
Había mucha expectación, y ellos también tenían muchas ganas, tras 12 acústicos, de darle caña a las guitarras, y la verdad es que se pasaron un poco de revoluciones, sobre todo Mark con su bajo. Todo sonaba excesivamente potente, con una intensidad muy superior a la recomendable, y como decimos, sobre todo Mark, con un subidón de adrenalina increíble, dejando boquiabiertos a todos los presentes por su actitud y sus formas, más propias de cualquiera de los Gallagher que de un grupo de pop español.
Por lo demás, tampoco tuvieron la técnica de su parte, y en “Largometraje” a Jorge casi no se le oía, mientras que en “Mi habitación” sonaba muy por encima de todos los instrumentos; en fin, que le pusieron ganas y los temas nuevos prometen (especialmente al contundente “Canción de amor definitiva”) así que esperamos poder verles pronto en acción sobre un escenario.
Tras La Habitación Roja llegaron Arturo, Estrella y compañía, es decir, Cecilia Ann, los granadinos con su pop marca de la casa, sus letras irónicas y jugosas, acompañadas por las guitarras y las melodías que tan bien practican. Siguiendo la tónica general, repasaron toda su carrera a lo largo de casi media hora, redondeando una actuación extrarrosa.
El tecno pop melancólico esa noche hablaba gallego en los instrumentos de Dar Ful Ful; a veces más tecno y a veces más pop, pero siempre melancólico, para vivirlo y bailarlo en la compañía más grata, tal vez un vaso de whisky.
Todavía quedaba por llegar Humanoid, pero nuestras piernas nos decían: “basta ya!!”, así que siguiendo su consejo nos fuimos a dormir, con la sensación de haber vivido algo tremendamente especial, Jaime, Natalia y J, Jorge e Irantzun, cosas que no se ven todos los días… ojalá cumplas muchísimos más DISCO GRANDE.
Agradecimientos mayúsculos a Julio por hacernos partícipes de algo tan especial, cinco horas de viaje desde Asturias merecieron la pena.