Fônal – Broncodilatador (Lunar Discos)
El dúo extremeño decide dar un giro, si no radical, sí bastante evidente y hasta cierto punto enternecedor, más que nada por el tono de las canciones, a una trayectoria que encontró en su anterior entrega Martilandrán el punto culminante de eclecticismo. Si en aquel el equilibrio entre electrónica y pop tradicional estaba claramente marcado, ahora en Broncodilatador expanden más su campo creativo para centrarse en otra nueva piel, más orgánica y puede que menos matizada, en la que los poros hacen brotar bellas melodías no exentas de influencias más o menos veladas hasta el momento. Salen a la superficie arreglos que retrotraen a los grandiosos álbumes de La Buena Vida o a propuestas más naif como Le Mans, también derivada del mismo sonido que reinó en el tan traído y llevado indie nacional promocionado hasta la saciedad en la década prodigiosa de los noventa.
En “No tengas miedo”, donde los teclados y programaciones vuelven a reinar, es más patente dicha referencia, pero en general atraviesa el disco un halo de sencillez tanto en letras como en arreglos hasta ahora inédita en la pareja formada por Inma González y Alfonso Búrdalo. Sin embargo, no todo suena tan luminoso y radiante como puedan indicar la inicial “Despertar” u otros temas en la misma línea, como “Siempre buscando”, que recuerdan por tono y mensaje a una Christina Rosenvinge primeriza, sino que dejan colarse algunas sombras que compensan la línea argumental del sonido del disco. “Broncodilatador” apunta maneras confesionales y melancolía taciturna justo antes de que “El bosque” marque la diferencia definitiva; era poco previsible, o a lo mejor no tanto, que se atrevieran a versionar a The Cure de la forma más sobria posible, con los teclados predominando sobre la línea de bajo que marcaba el original y adaptando una letra igual que resulta igual de sobrecogedora en castellano. Una deuda que entienden como saldada, y a tenor del resultado, más que compensada.
La apasionante disonancia entre los conceptos de amor y desamor, el ir y venir de los sentimientos y el costumbrismo disfrazado de desazón vital son las constantes que alimentan estas nuevas canciones de Fônal –solo siete, a medio camino entre un EP ampliado y un LP de corto recorrido-, y si siguen por este camino, se ignoran las que servirán de excusa para guiar los siguientes pasos de una banda inquieta y consciente de que lo importante es seguir en movimiento sin importar el destino, aunque a veces el viento te impulse a parar y resguardarte de la tempestad.