Frío sueco en los 2000s: Breve Historia de la Reconquista del pop del país escandinavo
Érase una vez, en los antiguos tiempos de la década de los 70, en que los lenguajes musicales se escribían en un sólo idioma, el sueco. El mundo de la música estaba gobernado por Suecia, bajo el Imperio del Rey Abba. El pop sueco se establecía implacable en cualquier territorio. Allende de sus fronteras era fácil encontrar caprichosas melodías pegadizas, impuestas a golpe de dictadura por todo lo largo y ancho del planeta Tierra. El Mundo estaba sometido a la tiranía impuesta por los ejércitos de purpurina del rey suecoAbba.
Pero llegó la década de los 80 y el reinado de Abba, podrido de corrupción y escándalos amorosos, pereció finalmente a manos de su propio hijo, el príncipe VideoKlip. Tras la caída del rey Abba, el Imperio musical de Suecia se desmoronó y las Naciones Unidas confinaron la música sueca a su país de origen, condenada a no mostrarse jamás en público. Jamás debía ser importada a ningún otro país. Era el precio a pagar por la sangrienta dictadura del Imperio del rey Abba.
Hartos del abandono al que habían sido relegados, en la recién inaugurada década de los 90, un grupo de jóvenes rebeldes intentaron transgredir estas prohibiciones, y con argucias de extraperlo, capitaneados por el “Conde del Ace of Base”, con el apoyo de la “baronesa Roxette” y el “Pueblo de los Cardigans”, utilizaron el contrabando y las más oscuras artes del soborno para colarse de nuevo en las listas de éxitos de Europa y Estados Unidos.
La reacción no se hizo esperar y ya en pleno siglo de las comunicaciones, las Naciones Unidas crearon falsos rumores sobre este grupo de rebeldes, acusándoles de neofascismo, reventando de esta manera cualquier posibilidad de éxito. La opinión pública que tanto les favoreció en un primer momento, se fue desencantando de los himnos ligeros y machacones que los “rebeldes del Ace of Base” pretendían instaurar como nuevo sistema de monopolio pop. Se les consideró una mala copia de espíritu continuista de la época dictatorial del rey Abba y finalmente los estados miembros de la Comunidad Internacional, optó por encarcelarlos nuevamente en la Prisión del Olvido.
Pasaron los años sin que nada alterara el anodino panorama musical internacional, los ciudadanos estaban maquiavélicamente anestesiados por la música comercial que las Naciones Unidas fabricaba a destajo, con el fin de anular cualquier atisbo de emoción. Esta música de anestesia era publicada incesantemente utilizando la red de radiofórmulas que se extendían a lo largo y ancho del Planeta…. Pero de nuevo, algo está cambiando… en el año 2000 algo se mueve dentro de Suecia.
Entramos en la nueva era, el nuevo Imperio del Pop Sueco… un ejército de fornidos guerreros músicos suecos, bajo las órdenes del Dios del Frío, también conocido como el Rey Cuchillo, con una política endogámica se extiende con brío más allá de la península escandinava. Surcando los mares del océano Internet, en grandes navíos de música independiente y con potentes armas cargadas de melodías complejas, los pálidos guerreros del Rey Cuchillo, Dios del frío, conquistan de nuevo el Mundo.
Han pasado muchos años. Casi una década después del primer desembarco y nadie ha sabido cómo hacerles regresar de nuevo a Suecia, su lugar de origen.
Esto que sigue a continuación es un sentido homenaje a todos aquellos soldados que han hecho posible restaurar el honor de la música Sueca. La razón por la que el país vuelve a soñar con formar de nuevo un Imperio.
He aquí los mayores logros de los héroes de la Reconquista del pop sueco, los más valientes soldados del ejército del frío:
1.- What else is there? – Royksöpp (feat. Karin Dreijer)
Royksöpp son el máximo exponente actual de la música electrónica sueca de fácil digestion. En los primeros años de la década de los 2000 han sido la cabeza más visible de la electrónica más facilona, sin renunciar un ápice a la calidad que les caracteriza. Unas producciones complejas y milimetradas que han traído como resultado unos trallazos tan certeros como el que aquí os presentamos. Royksöpp son un dúo que hace música instrumental, pero para sus composiciones más logradas siempre tiran de colaboraciones a la hora de introducir voces. Aquí se acompañan de Karin Dreijer, una de las mitades de The Knife. Escucharéis su voz más de una vez en esta recopilación, y es que junto con su hermano Olof es la Reina Midas de la música independiente sueca.
2.- Dancing on my own – Robyn
El Mundo está equivocada buscando a la sucesora de Madonna como Princesa del Pop, en Estados Unidos. Mientras todos miran con ensoñamiento las simplicidades de Rihanna, los disfraces de Lady Gaga o la ñoñería americana de Britney Spears, la auténtica princesa del pop está cómodamente asentada en Suecia. Tiene cara de vieja y una personalidad arrolladora. Lo mismo versiona con solvencia las más complicadas composiciones de Björk, como es capaz de escribir aparentes himnos discotequeros con un trasfondo mucho más salvaje de lo que aparenta. Una auténtica artista a la que todavía no le ha llegado su reconcomiento internacional, pero que presenta una música auténtica, eficaz y de gran componente emocional.
3.- F-word – Jens Lekman
¡Qué se paren los relojes para escribir sobre Jens Lekman! Un hombrecito de aspecto frágil, y un torrente de voz masculina, un compositor de escritura deshinibida. Sus composiciones son algo parecido a lo que supongo que debe ser el algodón de azúcar con alcohol. Pura vida abierta en dos. El jazz, el soul y el pop se dan la mano hacia el abismo del suicidio colectivo. El arte de la música. Un joya que no quiero que sea descubierta por las masas.
4.- Airport surroundings – Loney Dear
Loney Dear fue un guerrero con mucho impulso en los comienzos de la batalla y esa energía se traduce en canciones como ésta. Pero el paso de los años no le vino bien y ya casi nadie habla de él. Sin embargo su discografía todavía merece la pena de ser revisada. Aunque cierto es que la agilidad con la que se ataca este “airport surroundings” no la encontrarás tan fácilmente.
5.- The story of impossible – Peter Von Poehl
Al igual que ocurre con Loney Dear, el niño Von Poehl tampoco corrió gran fortuna en el campo de batalla, y casi podemos decir que pereció en el intento, dejándonos tras de sí memorables elegías para cantar en habitaciones oscuras a la luz de la vela. Ideal para esas noches en que sabes que ya no habrá mañana.
6.- Your arms around me – Jens Lekman
Como si alguien tuviera el valor de etiquetarle, Jens Lekman se rebela presentando canciones de corte feliz y sabor a chicle, a días de playa y a soleada luz de medianoche. Jens Lekman es el yerno que toda madre quisiera tener. Pero no te dejes engañar que tras esa aparente fragilidad se esconde un ingenioso cabrón.
7.- Marble house – The knife (feat. Jay Jay Johanson)
El Rey Cuchillo de nuestra historia, el Dios del Frío, no es otro que este dúo llamado The Knife, formado por los hermanos Karin y Olof Dreijer en el año 1999. The Knife han sabido construir todo un mundo mitológico a su alrededor. Nunca se muestran en público, apenas hacen conciertos a pesar de las insistentes peticiones de sus legiones de fans. Sus colaboraciones con otros artistas se cuentan con los dedos de las manos y hay ofertas millonarias sobre las mesa para que produzcan discos de otros artistas, que son rechazadas sin ni siquiera pestañear.
El secreto de su éxito es haber conseguido la nueva formula de la música electrónica, no suenan a nada parecido, su producción es enigmaticamente parecida a nada, han encontrado un filón de música por descubrir que nadie había podido encontrar hasta el momento. Son pioneros en trabajar melodía y sintetizadores de una manera tan artesanal que resulta desconocida para el común de los productores.
Son los reyes Midas de la música sueca, arrasan en premios, sus discos son vitoreados por la crítica, se atreven incluso a componer ópera. Y yo no puedo ser más fan de ellos.
De esta canción sólo os diré que no podeís morir sin haberla escuchado por lo menos un millón de veces antes de cerrar los ojos para siempre.
8.- Heartbeats – José Gonzalez
Y llegó la televisión y mancilló lo que algunos teníamos como sagrado. Esta version de una de las canciones más conocidas de The Knife, se hizo mundialmente famosa gracias a un anuncio de Sony. Aquel de las pelotitas de colores ¿recordáis? José Gonzalez, es una bestia de la música de esas que parecen que nacieron solo para eso, su forma de interpretar, su técnica a la hora de modular la voz, su virtuosismo componiendo y su forma de tocar la guitarra, hace que sus discos sean un buen azote contra la indiferencia.
9.- Heartbeats – The knife
Y aquí volvemos con los auténticos reyes de Suecia, y que me perdone Gustavo Bernardotte. Esta es la canción original de la que acabamos de hablar. No hay comparaciones posibles, sería como intentar compara el chocolate y el jamón. La canción abría el album “Deep Cuts” un imprescindible en cualquier discoteca que se precie.
10.- Automatic lover – Jay Jay Johanson
El Principito de Suecia tuvo sus grandes momentos de gloria tras la publicación de su álbum Antenna, después se hizo más cantautor y menos artista y perdió fuelle. Pero a día de hoy aún en activo, consigue encandilar a una buena legion de fans que le arropan en sus suaves grabaciones. Esta que os presento es tal vez una canción aburrida, monótona y sin lugar a dudas para mí la peor de toda la compilación, pero sirve perfectamente como Interlude, entre la primera parte y la segunda.
11.- Young folks – Peter, John and Bjorn
Repetida hasta la saciedad. Otro sacrilegio del mundo audiovisual. Sin embargo su inclusión en esta lista está más que justificada, escuchar la versión completa más allá de sus archiconodcidos silbiditos es una experiencia casi orgásmica, no me podéis negar lo abusivo y enriquecedor de su producción. Son un grupazo y lo han demostrado en todos y cada uno de sus discos. Todavía no han pinchado en hueso, a pesar de las coronas suecas que se han debido llevar al bolsillo con la canción de marras. Unos tíos a los que seguir muy de cerca.
12.- Dance with somebody – Mando Diao
El petardazo de una canción tan de viernes como ésta de los Mando Dio, es incuestionable. Puro power pop-rock al servicio de las zapatillas. Un himno clásico del indie sueco que les hizo salir disparado más allá de sus fronteras. Y es que estos chicos tienen mucho carisma para ser los próximos Franz Ferdinand, al menos a ello aspiran…
13.- Ritual Noise – Covenant
Una de mis favoritas en esta colección. Unos Depeche Mode maquineros que han facturado un trallazo de música dance, con un toque de revival noventero. No apto para cardiacos. Llama la atención que a pesar de la potente maquinaria, la canción no pierde su estructura de canción clásica, alejándose de estándares más discotequeros.
14.- If I had a heart – Fever Ray
Fever Ray es el proyecto paralelo de Karin Dreijer. Separada de su hermano Olof momentáneamente, de espíritu mucho menos exhibicionista que la hermana, crea sólidas canciones oscuras, abrasivas, deprimentes y electrónicas que acompaña con unos vídeos de infarto. Desasosiego musical a lo grande.
15.- Painted by numbers – The Sounds
Música indie 100%. Lucha de guitarras predominantes, tecladillos y sintes, una chillona voz femenina. El bajo machacón. Ya tenemos la perfecta canción de los amantes de las Converse. Graciosa y ágil canción que engancha lo mejor del viernes y del sábado ¡ Vivan las suecas! que diría Mariano Ozores.
16.- I´m good, I´m gone – Lykke Li
La llamada a continuar el reinado de Björk, por debajo de los cero grados, es esta joven sueca que gana en importancia, conforme más aburridos se me hacen sus discos. Sin embargo no podemos negarle un innato valor a la hora de hacer canciones crudas de comercial acabado. Eso sí, sus directos son impresionantes.
17.- End – Lo-Fi-Fnk
Esta pareja de jovencitos suecos llegaron con un álbum debajo del brazo, esperanza de la música electrónica del país, pero que se desinfló con su segundo LP. Sin embargo, en aquel “Boylife” había grandes tonadillas que todavía 6 años después siguen pareciendo muy reveladoras.
SLUTET. (fin)