Galaxy Sound 2024 (Recinto Ferial Cortijo de Torres) Málaga
Galaxy Sound ha venido con fuerza para reclamar su sitio entre la propuesta festivalera malagueña, con un menú desplegado a lo largo de tres días de conciertos y sesiones de dj’s con el que entrar de lleno en el mood veraniego. El siempre fiable entorno del Recinto Ferial Cortijo de Torres asegura buen sonido e instalaciones a la altura para facilitar la comodidad de los asistentes.
Arrancó esta primera e ilusionante edición con los pases de Sarria y Arde Bogotá el jueves. Los primeros, proyección en vivo y en formato banda de lo que es un proyecto unipersonal en esencia, el del excelente guitarrista Nacho Sarria al que entrevistamos recientemente y que venía a presentar su reciente y autoeditado ‘El Mundo Es Cruel (Pero Creo En Él)’ . Aunque confesaba hace poco en una entrevista a Ángel Carmona que no había escuchado a Radio Futura, lo cierto es que la figura de Santiago Auserón sobrevuela muchas de las melodías que factura con sobrada maestría y que basculan entre el rock de trazo clásico y elegante y el pop melódico, sin hacer ascos al funk o a sonidos más bailables. El suyo fue un set equilibrado, marcado por las tablas de unos músicos con muchas horas de estudio, y que tuvo picos de intensidad en el single “A Tu Vera” o en la crujiente “Mi Amor No Se Vende (Se Regala)”.
Tenía interés en comprobar si el revuelo generado alrededor de Arde Bogotá tenía más de realidad o de hype. Recuerdo haberles visto en varios festivales atacar sus canciones más orientadas hacia el sonido robusto de sus guitarras, con influencia más anglosajona. Ahora las miradas se dirigen sobre todo hacia los Héroes del Silencio de la época de ‘Avalancha’. La voz de Antonio García es poderosa y supone uno de sus mayores atractivos. La banda suena robusta y muy engrasada. Canciones como “Cowboys de la A3”, “Qué Vida Tan Dura” o la tan radiada “Los Perros” convencen defendidas con profesionalidad aunque quizás algo faltas de matices. “La Salvación” les muestra capaces de elaborar medios tiempos con madera de himno. Su épica bordea la grandilocuencia, pero finalmente prevalece la sensación de credibilidad y es imposible no reconocerles su mérito, empezando de cero y con muchos kilómetros de carretera. Es momento de disfrutar de su éxito.
El viernes albergaba la gran apuesta del Galaxy Sound en su estreno: la única fecha confirmada en Andalucía por el momento en la gira con motivo del 30 aniversario del mítico debut en largo de Los Planetas, Súper 8 (BMG, 1994). Pero antes pasaron muchas cosas. Las también granadinas Las Dianas desplegaron su pop radiante con desparpajo y actitud. Atentos a este nombre porque pronto serán habituales en multitud de festivales y sus canciones sonarán aquí y allá. Pildorazos como “La Lista De La Compra” o “Beef Mac” piden ser tarareadas una y otra vez. El dúo de hermanos Jav y Pablo juega en casa y disfrutaron presentando su pop heterodoxo antes de que el valenciano Sienna contagiara con su groove materializado en sonidos urbanos de alma nocturna. Rulo Y La Contrabanda, el proyecto de Raúl Gutiérrez tras abandonar La Fuga, presentó credenciales con su pop-rock de tintes clásicos antes de que llegara el gran momento que muchos esperaban.
La icónica portada que Javier Aramburu creó para ‘Súper 8’ anticipaba en la pantalla que algo para recordar estaba a punto de suceder. De un plumazo se esfumaron los debates estériles sobre la ausencia de Éric y Banin para esta serie de conciertos y todo el interés se concentró en la valía irreductible e incontestable de un puñado de canciones que han resistido orgullosas el paso del tiempo, sin ver marchitado su impacto. Fueron suficientes los primeros y sostenidos acordes de “De Viaje” para invitarnos a cerrar los ojos y retrotraernos a aquellas emociones imberbes de quien aprender a descubrir por el método del ensayo-error. A partir de ese instante, el escenario se convirtió en una montaña rusa de color, distorsión y comunión absoluta con quienes observábamos hipnotizados aquella necesaria vuelta a lo que tanto nos removió en su momento y no ha dejado de hacerlo desde entonces.
Así pudimos constatar lo bien que han envejecido las canciones que en su día dieron forma a un trabajo tan seminal y referencial. Asistir a su impoluta interpretación fielmente secuenciada respecto a su edición original, desató una catarata de emociones con un denominador común: la nostalgia sin caer en la autocomplacencia, entendida en cualquier caso como un ejercicio de reencuentro con lo que hicimos nuestro y nos atrapó para no soltarnos jamás. El diario de a bordo de toda una generación se materializó en las ya eternas “Qué Puedo Hacer”, “Si Está Bien” “Jesús” o “Brigitte” antes de sumergirnos en el lisérgico tramo final con “Rey Sombra”, “Desorden” o la torrencial “La Caja Del Diablo”. J avisaba en el bis de que estas canciones, compuestas hace ya tanto tiempo, eran reflejo de quienes eran en aquella época, “quizás algo más naive”. Sin duda, una etapa de su trayectoria y de nuestras vidas sin la que sería imposible entender la verdadera dimensión de la banda actualmente. Florent besaba el mástil de la guitarra contagiando con su levedad y cercanía. Sonaron entonces “Nuevas Sensaciones” o “Mi Hermana Pequeña” para acabar de desatar la locura y poner el perfecto colofón a un concierto que quedará en nuestra retina por su inmenso valor musical y sentimental.
El gallego Sen Senra recogió el testigo con su poliédrica visión de la música urbana que logra retorcer el poso pop de sus composiciones para llevarlas a terrenos de seductora nocturnidad. Sigo pensando que tardará en igualar el nivel de un cancionero como el que logró reunir en el enorme Sensaciones (Sonido Muchacho, 2019), del cual dejó caer las definitivas “Ya No Te Hago Falta” y “Nos Dará Alas”, pero el nivel no decayó al combinadas con acierto con otros hitos recientes como “Euforia” o “Perfecto”. Clase y flow a raudales para un artista sin duda especial, que compone alejado de los focos y poco a poco va labrando una carrera sólida de largo alcance más allá de nuestras fronteras. Cerraron la noche We Are Not Dj’s con su batería de remezclas bien engrasada para hacer retumbar los cimientos del auditorio y ponerlo patas arriba a ritmo de MGMT, Daft PunkoEmpire Of The Sun.
El pistoletazo de salida para la última jornada lo puso Carmesí con su pop desenfadado, dando paso a unos Rufus T. Firefly que hubieran merecido espacio más entrada la noche, con esas atmósferas de soul-pop tan deudoras de Marvin Gaye como de Radiohead. Aún así, dieron un show sobrado de clase, rotundo y conciso, haciendo brillar todas sus cualidades al dar forma a un sonido embriagador que se despliega dejando una estela de envolvente sensualidad. “Nebulosa Jade”, “Magnolia” o la final “Río Wolf” se dieron de la mano con “Lafayette” o “Sé Dónde Van Los Patos Cuando Se Congela El Lago” en un suntuoso trayecto de etérea belleza. Infalibles.
La apuesta por Sidonie garantizaba pop gamberro y hedonista y esta vez no fue una excepción. Marc, Axel y Jes, esos tres amigos que pasean su incofundible desparpajo de aire mediterráneo, nos invitaron a un festín de estribillos ganadores y utilizaron sabiamente sus característicos trucos para meterse al público en el bolsillo. “Me Llamo ABBA”, “Verano del Amor” o “Un Día De Mierda” se fundieron con las culminantes “Fascinado” y “El Incendio” en un nuevo paseo triunfal de los catalanes.
Shinova han alcanzado con El Presente (Warner, 2024) un importante techo de seguidores para una propuesta que precisamente recuerda a los inicios de bandas como Viva Suecia o Arde Bogotá. Pop melódico ejecutado con solvencia que busca conquistar con estribillos perdurables. De la contención pasamos al desparrame colorista de Crystal Fighters, que aúnan múltiples elementos en su ecuación y que pueden presumir de atesorar varios singles con los que calentar el ambiente, como “Manifest”, “I Love London” o “Follow”. Fue el broche en cuanto a bandas se refiere de un festival que esperamos tenga continuidad y que supuso un éxito en su radiante estreno.
Fotos Galaxy Sound: Galaxy Sound y Jose Megía