Hot Chip – Why Make Sense? (Domino)
Nunca he tenido la necesidad de utilizar esa infame coletilla de «disco de madurez» para hablar de un grupo o artista cuando la producción de un álbum suena más pausada y sesuda que sus publicaciones anteriores. Pero si alguna vez me surgiera la acuciante necesidad de hacerlo, esta sería una estupenda ocasión para usarla con buen criterio. El quinteto de Londres vuelve de hacernos bailar en los últimos quince años, en los que les hemos proclamado como el grupo más cool con cada lanzamiento, a quitarse de un plumazo ese título de los chicos más modernos del barrio.
En esta nueva entrega regurgitan y rediseñan de una manera compleja, inteligente y sobre todo muy elegante los elementos y retales más bailables del hip-hop, el funky, el R&B o el house, para publicar su carpeta de canciones más comedida y espléndida y con mucho regusto a tiempos pasados. Sería fácil escuchar a Prince o a Earth, Wind & Fire si supiéramos leer entre compases. El disco empasta hábilmente los ritmos más divertidos de otros géneros, con los que de manera más indirecta han venido tonteando en sus anteriores discos. Pero esta vez sus letras nos dicen que están preparados para lanzarse al vacío, para cuestionarse las cosas de una manera directa, incluso su propia existencia, y plantarle cara a las mismas fuentes de su inspiración.
«Cry for You», siendo de las más delicadas y frágiles del disco, muestra a la perfección la idea anterior, el resultado de jugar con elementos extraños para crear un estribillo completamente reconocible como marca de la casa. Pero no te vayas a escucharla la primera del tirón sin antes haber pasado por el funky adictivo y juguetón de «Started Right», cómplice heredera de sonidos ochenteros, o «Dark Night», arrolladora y tranquila, quietud sonora que apetece escuchar a todas horas. Una maravilla, vaya. Con «Easy Get» el grupo consigue reposar en ritmos más sosegados todos los tics del disco, sin olvidarse de mecer suavemente tus riñones, con una aplastante similitud a los Metronomy del primer disco.
El centro de gravedad de Hot Chip sigue encontrándose en la pista de baile, así que no es de extrañar que la pieza clave del álbum sea «Need You Know», con un arranque noventero que enlaza con el resto del disco un groove housero elegante y sin fisuras. Para finalizar el álbum han escogido «Why Make Sense?» que le da título al disco, y que enturbia (para bien) el sonido de cal blanca con el que podríamos definir el sonido del álbum. Un álbum blanco inmaculado, salpicado de pequeños detalles también de colores claros, un gotelé sonoro de gran calidad podríamos decir. Hot Chip vuelve a publicar un puñado de buenas canciones, menos inmediatas que cualquiera de las publicadas hasta la fecha, pero que paradójicamente resultan mucho más versátiles y alentadoras.