Hurts – Surrender (Major Label/Sony Music)
Hurts han apostado siempre por recuperar la parte más evidentemente hortera de los ochenta, haciéndolo sin ningún tipo de disimulo y mostrándose además orgullosos de dichas preferencias. La devoción de Theo Hutchcraft y Adam Anderson por bandas como Duran Duran, los Pet Shop Boys más discotequeros, A-ha o Communards brilló considerablemente en un debut atractivo como Happiness (2010), para a continuación chirriar en demasía a lo largo y ancho de Exile (2013).
Una exuberancia definitivamente desbordada en la presente entrega desde esa introducción barroca (y en realidad inocua) que es «Surrender», en lo que supone un considerable error de cálculo refrendado a posteriori con otras banalidades del tipo de «Some Kind Of Heaven», «Nothing Will Be Bigger Than Us», «Weight Of The World» o «Kaleidoscope». Los británicos entregan diez nuevas canciones (trece en la edición deluxe) recargadas hasta el límite, de tendencia épica y empapadas a conciencia en pop sintético de manual.
La obra tiende así hacia una reiteración obvia, situada a medio camino entre la música de baile y el dramatismo más comercial, con un romanticismo ultra marcado como hilo conductor. Un álbum que, en sus mejores momentos, deja entrever piezas simpáticas como «Lights», «Wish» o «Policewoman», pero que apenas supera lo anecdótico en el resto de sus paradas. Aunque cabe admitir que, precisamente en esa personalidad pretérita surgida de la grandilocuencia y los excesos, es donde se focaliza el (ahora mermando) atractivo de la formación.