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Joana Serrat interpreta ‘Una Historia Verdadera’ (Teatro Circo Price – Inverfest) 30/01/24

No se me ocurren muchas parejas artísticas que hayan funcionado mejor ensambladas en su misión de emocionar, conmocionar y dejar huella en el público que la formada por David Lynch y Angelo Badalamenti. Las inclasificables películas del uno prácticamente no se entienden sin las sobrenaturales bandas sonoras del otro.

Es por ello que se me antoja un auténtico ejercicio de valor el propuesto por Joana Serrat para musicar el visionado de Una Historia Verdadera (99), la última de las cuatro películas-concierto que ha propuesto con muy buen tino Inverfest en su edición de este año.

Sería inútil tratar de plasmar en estas líneas lo que la filmografía de Lynch supone en mi vida, y en la de tantas otras personas; sirva simplemente señalar que, gracias a él, nuestra existencia puede trascender y convertirse en un universo que hacer propio en el que guarecerse y resultar inexpugnable salvo para aquellos seres humanos que deseemos introducir en su membrana.

Una Historia Verdadera (99) quizás sea, junto a El Hombre Elefante (80), su película más, digamos clásica, terrenal, si se prefiere, si bien la cantidad de detalles y elementos únicos del cineasta aparecen cada poco. Un viaje de punta a punta de un corazón para llegar a la esencia de aquello que llevamos dentro y que nunca nos abandonara. Una epopeya crepuscular de redención en busca de un alma gemela, amiga y compañera, sin que exista distancia física o emocional capaz de separar aquello que, casi por instinto, sabemos que nos seguirá hasta el fin de nuestros días.

La banda sonora que aportó Angelo Badalamenti es, sin ambages, una obra perfecta en la que el lacrimal se estremece desde el primer segundo en el que el plano de un firmamento estrellado nos entra por la retina. Es por ello que el sutil, discreto e íntimo trabajo aportado por Joana Serrat, acompañada por dos músicos con dos guitarras y teclados se antoja entrañable, emotivo y sanador. Silencios (cómo no si es uno de los elementos fundamentales de la creación lynchiana), texturas evanescentes, plagadas de slide y colchones de teclados para acariciar la gesta del reencuentro con lo que nunca se fue para terminar con una bonita tonada, con su preciosa voz incluida, mientras los títulos de crédito se desvanecían fugazmente para dejarnos en este nuestro mundo cotidiano.

Una noche bonita de esas que pasan de puntillas para dejar la marca de la belleza inextinguible.

Foto Joana Serrat interpreta ‘Una Historia Verdadera’ (Raúl Julián)

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