Jose Gonzalez – Sala Luz de Gas (Barcelona)
Tras la intrascendente actuación de El Petit de Cal Eril, Jose Gonzalez se presentaba sobre el escenario de la preciosa sala Luz de Gas acompañado de su guitarra inseparable. Serio, tímido y comedido, el silencio del público, inusual, daba la bienvenida a los primeros acordes de la nueva visita del músico sueco a nuestra ciudad. Quedaba la duda de si iba a presentar nuevos temas, pero no fue así, y su actuación se basó en un repaso a sus dos discos anteriores, tanto del In Our Nature como del Veneer. Un set que, no por conocido, dejó de complacer a los que allí se congregaron.
La elegancia y delicadeza con que presenta sus canciones en disco queda trasladada al directo más que bien y con la puntual aparición en escena de Yukimi Nagano, a los coros, y los acompañamientos rítmicos de Erik Bodin (con una reverberación preciosa que le daba el sonido de una gota al golpear el agua) las canciones cobran una dimensión que las saca del hilo musical de la tienda de moda y las trae al terreno de las emociones y la sensibilidad.
Interpretó de forma magistral “In our nature”, “Deadweight on Velveteen”, “Time to Send Someone Away” o “Remain”, aunque, tal como él mismo confesó, tras tres semanas de enfermedad, su cuello no estaba aún recuperado del todo y tuvo que parar a media actuación durante unos segundos para reponerse. El público, respetuoso y entregado en todo momento, se mostró absorto e hipnotizado, celebrando cada tema con aplausos fervorosos y aplaudiendo, más que perdonando, que Gonzalez, además, tuviera que volver a empezar otro de los temas por un despiste a la guitarra.
Dejó para el final la versión que lo perseguirá para siempre, “Teardrop” de Massive Attack y se despidió tímidamente. Menos de un minuto más tarde volvía a hacer aparición en el escenario para regalarnos otras dos versiones: la irreconocible “Hand on My Heart” de Kylie Minogue y la sorprendente “Smalltown Boy” de Bronski Beat, ambas desfiguradas y vueltas a construir a imagen y semejanza de ese sonido que ha tallado con su guitarra y sabido hacer característicamente suyo.
De nuevo, precioso concierto de Jose Gonzalez, mucho más disfrutable, como se pudo comprobar, en salas pequeñas.