Judeline – Bodhiria (Interscope Records)
Parecía claro que la industria del mainstream quería hacer de Lara Fernández aka Judeline una nueva estrella de la música urbana a nivel internacional. Parece que ella se siente bastante ajena a los flases y el oropel, y de momento ha preferido dar forma a fuego lento un primer disco rodeada de productores que saben muy bien lo que tienen entre manos. En los créditos de este magnífico Bodhiria (Interscope Records, 2024) hallamos luminarias de solvencia contrastada como Rob Biesel (una las de mentes que se acreditan en el SOS de SZA), Saint Lowe, DRUMMIE, Ralphie Choo, y Louis Amoeba. A pesar de que tanta gente involucrada en el proyecto pudiera restar cohesión al disco, al final juega a su favor, y está rematado todo con primoroso eclecticismo y consistencia, pero siempre comandado por una artista que se impone como una autora poderosa a tener muy en cuenta en el futuro.
El disco es un calidoscopio de sonidos que enganchan por esa habilidad de conjurar una producción expresionista pero que no suena a producción bigger-than-life, sino que mantiene cierta pátina autoral en un producto, como se ha comentado antes, que estaba destinado a ser el nuevo hype del momento. Su incorporación en el próximo Coachella y en el Primavera Sound del próximo año, permitirá que la gaditana vaya ampliando mercado, pero de momento ese rasgo algo naíf en su registro vocal parece que sea su forma de preservar esa “pureza adulterada” que tanto gusta a las multinacionales para después agenciarse de ella a su gusto y crear productos de marca blanca.
Aunque más de uno crea que estamos ante un nuevo fenómeno Rosalía en ciernes –“zarcillos de plata” es una balada que tiene muchos parecidos razonables con la autora de Motomami– en estas canciones fluye una artista con mucho carisma. El suave fraseo R&B de “angelA” es un mantra que invita a tomar la pista de baile; “BRUJERIA!” se diluye entre unos arreglos que juegan con el reguetón y paisajismo de volatilidad mutante; el joropo venezolano alumbra una de las mejores canciones del disco “JOROPO” en donde su voz suena menos alterada y recuerda a Lila Downs.
La balada “4angelitos” es una mezcla de copla futurista y es otra joya, mientras que rusowsky la acompaña en “Heavenly” sobre una colcha de sintetizadores planeadores y palmas.