Les Sueques – Educació física (El Genio Equivocado)
Les Sueques sorprendieron en su momento con un debut impresionante, fresco y desafiante como fue Cremeu les perles (El Genio Equivocado, 2013), repleto de interesantes melodías, guitarras hirientes y bastante ironía e irreverencia en las letras. Dos años después, regresan con una continuación en la que insisten en su propuesta sin cambiar demasiadas cosas, salvo quizás un sonido más pulcro y un abanico sonoro más amplio.
Diluido pues el efecto sorpresa, cabe introducirse de nuevo en el particular universo de Blanca, Tuixén, Pau y Raquel, plagado de referencias surrealistas y metáforas ocurrentes, y comprobar cuál ha sido su evolución en este tiempo. De entrada quizás el teclado gana protagonismo frente a las afiladas guitarras de su debut, aunque por supuesto estas sigan siendo una de sus señas de identidad. También lo es la agresividad riott grrrl que siempre sale a colación cuando se habla de Les Sueques, más notoria en algunos temas («Faldilles» o «Cor pelut», curiosa y vandálica adaptación de «Lo echamos a suertes», el conocido tema de Ella Baila Sola) que en otros, más calmados e introspectivos («Tot s’havia acabat», la única canción que sobrepasa, además holgadamente, los tres minutos).
Ecos de kraut-pop («Ara és aquí»), indie-pop («I apologize», otra adaptación, esta vez del grupo de revival mod 70s Teenage Filmstars), sonido oscuro y denso («Què ens passa»), referencias al synth-funk de los 80 («Sua la carn»), todo ello tiene cabida en ese revoltijo sonoro que es Educació Física. Pese a lo disperso de su génesis, la banda consigue llevar todos los temas a un terreno propio y peculiar, uno que huele a DIY, a punk, a despreocupación, pero que también está repleto de inteligentes letras que tratan con igual ironía el tema el sexo casual, las relaciones amorosas, la esquizofrenia que produce Barcelona o la situación social. Todo ello conforma ese particular estilo de Les Sueques, ya reconocible a pesar de contar con tan poco bagaje discográfico. Sólo cabe esperar que la fórmula no se agote demasiado rápido.