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Libro: El Percherón Mortal de John Franklin Bardin (Impedimenta)

“Doctor, creo que me estoy volviendo loco”. Con esta contundente frase se inicia la novela que en 1946 firmó John Franklin Bardin, y que ahora el exquisito catálogo de Impedimenta pone en circulación recuperando una traducción de César Aira. Si la frase antes mencionada es, por lo menos, misteriosa, todo lo que viene después no le va a la zaga.

Bardin tiene una habilidad magistral para esculpir personajes de múltiples aristas, en donde nada es lo que parece (la referencia especular es constante) ya que la narración se va bifurcando por meandros inesperados. Jabob Blunt visita la consulta del psiquiatra George Matthews, un hombre casado y que vive una vida de lo más anodina hasta ese momento. Blunt es un joven que ha heredado la fortuna de su padre, pero que hasta los veinticinco sólo puede recibir una asignación mensual con lo que se ve obligado a trabajar en las más excentricas labores (llevar flores en la oreja, silbar en los conciertos… dejar caballos percherones en las puertas de los clientes). Lo primero que le espeta el jóven al médico es la sensación de que algo está trastornando sus sentidos, que tiene la total seguridad de que ve alucinaciones.

Éste a causa de su trabajo tiene que lidiar con “hombrecitos” o leprechauns -enanos en la cultura tradicional irlandesa-, y a partir del ofrecimiento de Jacob al doctor para que conozca a Eustace en un bar (uno de esos enanos que le hace encargos a cambio de dinero) el autor nos invita a bajar a los submundos de Nueva York como si de una trama lynchiana se tratase.

A partir de esta premisa, Franklin Bardin nos introduce en la odisea personal de un Matthews que se verá inmerso en una trama criminal en donde las imágenes deformadas de los personajes que se entrecruzan en su camino van torpedeando sus anhelos de descubrir qué está pasando alrededor suyo. Concretamente, la muerte de Frances Raye, una actriz que es pareja del incipiente heredero, y que aparece acuchillada en su apartamento. En la calle, junto a su portal, aparece un caballo percherón, que es como si fuera una pista que deja el asesino.

La pesquisa policial comienza paralelamente al shock traumático que sufre el psiquiatra por un golpe que le asestan en la cabeza, y a partir de ahí, la lectura nos sumerge en un mundo extraño, en donde los espejos toman un significado simbólico – la imagen reflejada sobre este microcosmos de seres es deforme -, y real -el psiquiatra recobra el sentido en el hospital con un nuevo rostro, un nuevo “yo” desfigurado-  en una combinación maestra de referencias freudianas y apuntes a grandes del género como Raymond Chandler o Dashiell Hammett.

Puedes comprar el libro: El Percherón Mortal de John Franklin Bardin (Impedimenta) en la web de su editorial.

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