Los sureños no llevan paraguas: manual para sobrevivir en el sur de los EEUU
Muddy Waters Books, editorial de reciente creación, ha publicado hace unos días un libro de divertido título: «Los sureños no llevan paraguas». Igualmente divertido pero en un tono más amargo es el subtítulo, «Guía práctica para no acabar colgado de un árbol en el Viejo y Profundo Sur». Efectivamente, por este libro que han escrito a medias Eduardo Izquierdo (músico y periodista, colaborador de diversos medios y redactor habitual de Ruta66) y Eloy Pérez Ladaga (crítico musical que también ha sido promotor de conciertos y ha trabajado en sellos discográficos) desfilan todos los tópicos conocidos y por conocer del Profundo Sur de los EEUU: sexo, Dios, armas, rock, racismo, familia, honor, historia, caballeros, ‘escoria blanca’, cerveza, pollo frito…
Se trata de una guía, con un trasfondo musical (el prólogo es obra nada menos que de Elliott Murphy), para comprender la idiosincrasia y singularidad de aquellas tierras, hermanadas en un orgullo a veces mal entendido desde que perdieron la Guerra Civil. En palabras de sus autores, «Pretendemos que cuando acaben estas páginas sepan cómo se vive y cómo se respira en el Sur; cómo son los sureños y, sobre todo, por qué son así. Para ello vamos a utilizar ejemplos que quizá no pasen de la mera anécdota, pero que ilustran muy bien su idiosincrasia. Vamos a pasearnos por sus costumbres, por sus ideas políticas, por sus grupos musicales, por sus escritores y escritoras. Vamos a abrir sus Biblias (y a volverlas a cerrar), a practicar sus deportes y a conocer algunos de sus más insignes ciudadanos, intentando extraer de esos nombres algún rasgo que nos acabe ayudando a dar forma a ese monstruo de Frankenstein en el que hemos convertido al sureño«.
Un libro escrito con solvencia, conocimiento y sentido del humor por unos autores que, aunque no han visitado aquellas tierras, las conocen perfectamente a través de lecturas, discos, películas y todo tipo de información que han podido absorber sobre ellas. Suponemos, dados los antecedentes de Eduardo y Eloy, que movidos por su pasión por algunos de esos músicos que menciona el gran Elliott Murphy en el prólogo: Fats Domino, Little Richard, Bessie Smith, Dr. John, Chuck Berry o, por supuesto, Elvis Presley.