Luomo – The Present Lover (BMG)
Muchos artistas y grupos, sobre todo en los últimos tiempos donde esto va a una velocidad inalcanzable, quedan marcados por una gran primera obra ensalzada por la crítica y que ven imposible superar, por lo optan por repetirla hasta la saciedad o, lo que es peor, buscan el sonido y el mercado de moda copiando a otros. Así, a vuela pluma, se me ocurren los casos de Daft Punk, Stereo MC’s o Basement Jaxx, por poner tres casos distintos.
Vocalcity (2000) fue la obra que conquistó nuestros corazones, rotos ahora por su continuación, tres años después, llamada The present lover. Aún no se sabe bien si Vladislav Delay (aka Luomo) está pasando por una grave crisis de identidad o, simplemente, se le han acabado las ideas. Lo cierto es que la vuelta del finlandés no ha podido ser más decepcionante, al menos para los que todavía escuchamos su debut con devoción.
Aquella experimentación –propia de la cultura musical de su creador, que iba para batería de jazz- y que hacía de Vocalcity un disco extremadamente fresco, lleno de abstracción electrónica, se ha perdido y transformado en un facilón vocal-house de lo más simplista y repetitivo (para distinguir cada canción habría que repetirlas miles de veces y no es plan).
La suavidad vocal que sólo acompañaba en el anterior disco ha pasado a primer plano, robando el protagonismo de la realización, que es lo que debería definir las composiciones del músico escandinavo. Y no es que el disco sea un desastre técnico. Es monótono. Es uno de esos que se escucharían de fondo en un club de prestigio de cualquier gran ciudad, donde te puedes encontrar bailando al futbolista de moda con la hija del presidente de una multinacional alemana.
La voz de su habitual colaboradora, AGF, ya lo avisa en la especie de introducción que es “Visitor”: “I doubt you wanna make me burn”. Y es que Vladislav Delay debería dejar el house a los que saben hacerlo como Presence. Por cierto, ¿para cuándo su vuelta?. Nos ahorraríamos tener que escuchar meros sucedáneos.