María Rodés – Lilith (Satélite K, 2020)
Hace apenas unos días, en el corazón de Nueva York, más concretamente en Collect Pond Park, se inauguró una estatua llamada “Medusa con la cabeza de Perseo”; una obra creada por el artista Luciano Garbati. Una escultura que ha captado toda la atención del público, suponiendo un homenaje a todo el movimiento “Me Too”, mostrando el empoderamiento de la mujer y denunciando el abuso y el acoso sexual que muchas mujeres han sufrido a lo largo de su vida y por desgracia no han sido creídas. Son muchos los libros, las películas, las historias que hicieron de Medusa un ser horripilante y terrible. Capaz de convertirte en piedra si la mirabas, con serpientes en sus en sus cabellos y colmillos de jabalís. Según trata la mitología, Medusa fue abusada sexualmente por Poseidón. Culpada de su propia violación, fue convertida en un ser horripilante por Atenea, para, después, acabar siendo decapitada por Perseo mientras dormía.
Prácticamente el mismo día de su inauguración, a mediados de octubre, pero al otro lado del Atlántico, María Rodés publicó su nuevo disco titulado Lilith. Un disco que parte desde una visión crítica de la historia. Solo el nombre ya nos lleva a otra historia mitológica, aunque en esta ocasión, hebrea. Del barro, al igual que Adán, y no de su costilla, Dios creó a Lilith. La primera mujer que ocupó el Edén. Esta quería ser tratada de igual a igual, y por ese atrevimiento, fue culpabilizada, denostada, y convertida en demonio.
Estos son dos ejemplos de tantos miles que hay de cómo la historia ha culpabilizado a la mujer rebelde, aquella que reclama libertad y por ello es perseguida, culpada y castigada. María Rodés coge todos estos elementos, y, partiendo de una visión feminista, ha reconfigurado la figura de la bruja como forma contestataria; mostrando cómo la caza de brujas no acabó en los siglos XVI Y XVII, sino que, de distintas maneras y formas, todavía sigue presente hoy en día.
Como una bruja en busca de sus orígenes, esta artista catalana se embarca con Lilith, su quinto álbum de estudio, en un viaje entre el mito y la realidad, acercando las leyendas a su origen a través de la música. Un disco que parte desde lo personal hasta llegar al colectivo. La dulce voz de María nos acompaña durante todo el trayecto cargada de misticismo; a veces con sonoridades y estilos que parecen sacados de un fondo musical teatral o cinético, en otros, folclóricos; hasta llegar a ritmos del sonido de un cantautor que no pierde la esperanza. Un álbum embriagador, fabuloso líricamente y rico musicalmente. Para mí, estas nueve canciones representan la mejor obra creada hasta la fecha de María, y sin duda, uno de los mejores discos nacionales de este 2020.
La primera canción que nos muestra María es “La luna venidera”, una introducción de menos de un minuto y medio que sirve para introducirnos en su viaje. Con un sonido ambient, acompañado del sonido de vientos, percusiones, chelo y guitarras, musicaliza el poema de Miguel Hernández. Sin darnos cuenta ya hemos caído en su hechizo. El siguiente tema, “Carta al diablo”, nos muestra la poderosa voz de María empezando a descubrir ciertos sonidos iberoamericanos que nos mecerán durante todo el disco. De repente, el estilo cambia. Entra en juego la canción “Seguramente fui yo”, uno de los grandes temas de este álbum. Un puente entre el pasado y el presente, folclore tradicional, jotas aragonesas, y, todo ello, sonando de forma contemporánea. Otro nuevo giro musical nos sorprende en “Pelo rojo”. Mediante un sonido pop, se configura una de las canciones más enigmáticas de Lilith. Una canción que me lleva al libro de Chesterton titulado Lo que está mal en el mundo. En esta obra, el autor lleva pensando un punto de partida sobre el que construir todo el orden social. Y así comienza el último párrafo de su libro: hay que empezar por algún sitio y yo empiezo por el pelo de una niña (…)
Si hay otras cosas en su contra, hay que acabar con esas otras cosas. Si los terratenientes, las leyes y las ciencias están en su contra, habrá que acabar con los terratenientes, las leyes y las ciencias. Con el pelo rojo de una niña del arroyo prenderé fuego a toda la civilización moderna.
El siguiente tema, “La extraña”, es una canción que va evolucionando sobre sí misma. Desde un inicio sonoro muy cinemático, va trascurriendo por diferentes paisajes sonoros donde los ecos y los coros van haciendo su magia, hasta llegar a un estribillo que nos recuerda mucho a algunas de las nuevas canciones que presentó Anni B Sweet. Si musicalmente esta canción es una de las mejores composiciones de este disco, líricamente no se queda atrás. Inspirada en la curandera María Sabina, en su independencia y su forma de afrontar la vida.
El disco continúa con canciones como “Con los pies desnudos” o “Recuerdos de Ypacarí”. El primero es un tema con ritmos de chacara, donde de nuevo los instrumentos orgánicos tradicionales se van fusionando con toques electrónicos. Una canción inspirada en el poema de la poetisa Alfonsina Storni y titulado “¿Qué diría?”. La segunda, es una versión de la aclama canción de Demetrio Ortiz. Un tema que hemos podido escuchar en boca de Julio Iglesias, Caetano Veloso o Jorge Drexler, entre muchos otros. Pero María ha recogido de nuevo el tema sabiendo bajar las revoluciones, presentándonos un hit que, por su voz, parece completamente nuevo.
Lilith termina con la canción “Oscuro canto” y con el manifiesto musicalizado titulado “Les bruixes tornen”, la única canción cantada y escrita en catalán. Todo un discurso feminista, potente y directo, que cierra un disco que no te dejará indiferente.
Un proyecto musical que comenzó gracias a un hallazgo personal de un libro sobre leyendas e historias de brujas del Maresme. Un proyecto que continuó fraguándose en marzo del 2019 en los Teatros Canal de Madrid. Y es que Lilith solo es parte del proyecto, no el resultado final. Veremos las sorpresas que nos podremos encontrar. Una cosa está clara: las brujas han sido, son y serán todas aquellas mujeres que han cuestionado y han roto los modelos establecidos volando más allá de lo permitido. Nos vemos en el Aquelarre.
Escucha María Rodés – Lilith
Muy buena reseña. Un disco precioso
Este disco es de lo mejorcito de este año. Que letras y que voz.