Retrospectiva: La Gran Curva. En el lugar equivocado
Siempre nos resultan interesantes las biografías de aquellos que, cualesquiera que sean los motivos que les han empujado a ello, deciden desaparecer sin dejar rastro, rehuyendo las multitudes. En el caso de éste trío madrileño, dos de sus tres componentes se alejarán de la música definitivamente, tras la publicación de un único disco.
De escasa trayectoria, la actividad de La Gran Curva dura apenas tres años, desde 1984 hasta 1987. La formación inicial del grupo la componen Belén López Celada (guitarra y voz), Juan José Suárez (bajo y voz), y la hermana de éste último a los teclados. El nombre del grupo es un homenaje a los Talking Heads y a una canción de su disco Remain in light llamada «The great curve». El epicentro del underground madrileño es el Rastro madrileño, y allí será donde Belén y Juanjo intercambian discos, cassettes y fanzines, siempre con una condición: cuanto más oscuro y marginal, mucho mejor.
Tras una maqueta de cinco temas titulada Música para fines de semana, grabada en noviembre de 1984, firman un contrato con DRO, la discográfica de Servando Carballar. El mismo Servando me lo confirma a través de email: “Me enviaron su maqueta en la época de “La única alternativa”, nuestro proyecto para descubrir nuevos talentos. Me encantó su propuesta y les llamé enseguida”. Julián Sanz entra en el grupo en 1985, poco después, coincidiendo en el tiempo con la inclusión de dos temas del grupo en un recopilatorio de bandas “emergentes” de DRO. Los dos cortes seleccionados, “Poder silencioso” y “En el paraíso tú sonreirás”, comparten álbum con temas de La Dama se Esconde o Duncan Dhu, amén de otras bandas menos conocidas. Julián ya conocía a Servando por su etapa anterior en Mar Otra Vez, la banda de Javier Corcobado. Como los mismos Mar Otra Vez, o como Décima Víctima, son demasiado vanguardistas para los nuevaoleros: lo suyo no son las camisetas de colores de los grupos de Aplauso o de Tocata.
El primer single de La Gran Curva se publica en 1985 bajo un subsello de DRO, Neón Danza, que Servando no duda en calificar como “raruno”, desde la óptica actual. En la Cara A se incluye “Impulsos” y en la Cara B “Tensión”. Como decimos, son un grupo retorcido para la Movida, “raro” y experimental. Se salen de los parámetros pop habituales, y junto a otras propuestas minoritarias –los ya citados Mar Otra Vez, Los Clónicos, Esplendor Geométrico, Los Coyotes, Orquesta de las Nubes-, disfrutan de los elogios de los sectores más tangenciales y diletantes de la música en español de los ochenta. En junio aceptan la invitación de Carlos Tena, director del televisivo programa A-uan-ba-buluba-balam-bambu, presentado por Sandra Milhaud, para aparecer por primera y única vez en la pequeña pantalla, en la sección llamada “Grupos Novísimos” (de una hora de duración, aquel episodio dio cobijo a El Fary, Ohio Express, Gino Paoli y Boy George, así como al director de la revista La Luna). El 4 de septiembre de aquel año graban cuatro temas en directo en los estudios de RNE-Música 2, en Prado del Rey. Sus canciones tenían ese algo misterioso que, como decía la canción de La Mode, solo entienden las minorías muy minoritarias.
Aunque reconocen a Joy Division como su mayor influencia, escuchan a Laurie Anderson, The Gun Club, Nick Cave, Birthday Party o David Sylvian, y así lo admiten en los agradecimientos de su primer larga duración, Pasión en tus manos, grabado en marzo de 1986 en los estudios Duplimatic de Madrid –ubicados en la calle Téllez y con el mítico Félix Arribas, de Los Pekenikes, como ingeniero de sonido-. Un viejo anuario de Discoplay nos confirma que el disco sale en el mes de junio, compartiendo los estantes de novedades con otros lanzamientos veraniegos, como Invisible touch de Genesis, Entre el cielo y el suelo de Mecano o True blue de Madonna.
No hay demasiada información de la actividad en directo de La Gran Curva, más allá de sus conciertos en Madrid y alguna salida a provincias (Zaragoza, por ejemplo). Tocan en el Rockola, en Star o en la no menos mítica sala Universal, por la que pasaron Eric Burdon, The Church, Ron Wood & Bo Diddley, Michelle Shocked, Roger McGuinn o Graham Parker. Servando me habla de sus presentaciones en Madrid: “A mi me encantaban sus conciertos. Creo que los vi todos. Y creo que Juanjo es uno de los guitarristas que me han impresionado en mi vida a nivel particular”. El single elegido para promocionar el álbum será “El lugar equivocado”, mucho más asequible que los primeros temas de la banda (en el camino se queda un hipotético segundo single; “Extraño mundo” o “Adoro tus lágrimas” podrían haberlo sido fácilmente). DRO está publicando o distribuyendo, en aquellos meses, material muy heterogéneo, cosas como The Smithereens, Heroica, Wipers, Fanny y los +, TSOL, Agent Orange, Decibelios, Poison, Tuxedomoon o la banda sonora de Golpe en la pequeña China, de John Carpenter. Discos radioactivos, qué duda cabe, pero muy desorganizados.
Las reseñas de aquel único disco fueron escasas, más allá de algunos medios alternativos, en fanzines como La editorial del futuro método (según la hemeroteca de El País, “el mejor fanzine que se ha hecho nunca, según todas las fuentes consultadas por este diario”) o los boletines mensuales de DRO, los famosos “Dinamo”. La relación entre sello y banda es excelente, de hecho viajan junto a Servando a París, en un viaje de placer, como me cuenta él mismo: “Tengo muy buen recuerdo y lamento mucho haber perdido el contacto. Teníamos bastante en común a nivel personal (…) en el viaje a París hicimos algún día de camping y nos llevamos tiendas. Por alguna razón cada uno consideraba que los otros sabían montarlas. Pero resultó que cuando las desplegamos ninguno habíamos hecho aquello antes… «Pensábamos que vosotros erais los Expertos Campistas», nos dijimos, y nos pasamos media hora riéndonos, y luego otras tres horas intentando montar la tienda”.
Por incomprensión o por desidia, o quizá por ambas cosas, su discreto rastro se pierde pronto, como el de tantos otros nombres de la otra movida. Servando cree que su propuesta estaba en tierra de nadie: “Hicimos toda la promo que creímos conveniente. No conseguimos demasiada apreciación de su trabajo. No encajaban en la zona «comercial» y tampoco bajo el prisma independiente. Quizás porque eran muy heterodoxos y personales”. “Extraño mundo”, el último tema de su último disco, es una especie de epitafio inconsciente: “El silencio nos advierte, borrarán nuestro nombre”.
Julián, a través de correo electrónico, me confirma que poco tiempo después de grabar ese primer y único disco, Juan José Suárez decide abandonar el proyecto, por causas ajenas al propio grupo, para centrarse en su carrera profesional, en el mundo de la edición de videos (ese mismo año, Juan José forma Lunes de Hierro junto a Servando Carballar, Marta Cervera y Rafa Notario, ya en una onda más electrónica –inevitable caja de ritmos incluida- y menos guitarrera que La Gran Curva). Belén también deja a un lado la música; con el paso de los años, desarrollará su actividad profesional en el mundo de la edición literaria.
Julián echa la vista atrás, rememorando aquel único LP, Pasión en tus manos: “Estuve décadas sin poder escuchar el disco, le tenía una especie de rechazo inexplicable, podía ser en realidad una pena interior, quizás. Cuando lo volví a escuchar no hace tanto, me pareció que estaba plagado de canciones redondas abrigando unas letras de un nivel literario poco común, que lo hacen interesante todavía hoy en día”. También con cierta nostalgia, Servando reivindica el álbum: “Funcionó muy limitadamente. La gente no acaba de entender lo que hacían; tanto los medios cómo el público. Era una lástima porque eran tremendamente originales”. Un recopilatorio de Munster Records, en el año 2012, les vuelve a poner de actualidad, aunque sea solo por unos meses. El disco se titulará Tensión – Spanish experimental underground 1980-1985, un doble LP con temas de 429 Engaños, Depósito Dental, Claustrofobia, New Buildings, Klamm o La Fundación, entre otros.
A continuación puedes escuchar Pasión en Tus Manos, el álbum de La Gran Curva.
nuevaoleros a tope. qué chulos, gracias por descubrírmelos
Felicito al autor de esta retrospectiva. Soy Juanjo Suárez, guitarrista y cantante de la gran curva, y debo decir que el artículo está perfectamente documentado y bien escrito. Incluso aporta datos que ya había olvidado. Es increíble que tantos años después haya conseguido toda esa información.
No los escuché en su día, y yo que me lo perdí. Muy buenos, sí señor. Estas cosas deberían circular más por las redes. Estamos hartos de basura regettonista. El tiempo olvida, pero también recupera.