Ricardo Lezón – Esperanza (Subterfuge)
El estado de gracia compositivo que atraviesa Ricardo Lezón exigía un lanzamiento como Esperanza (17), su primer disco netamente en solitario firmado con su nombre. Desde esa obra maestra indiscutible –ya avisado por la sencillez conmovedora de Las Orillas (12)- que fue Rugen Las flores (15), el último trabajo firmado hasta ahora por su banda madre McEnroe, el vasco no cesa de brindarnos muestras de inspiración palmaria. La primera, su disco a medias con The New Raemon, Lluvia y Truenos (16), donde sus canciones brillaban a un nivel de excelencia radiante. Y ahora vuelve a hacerlo con Esperanza.
Destaca, de primeras, un tono más rebajado de espesor dramático sin que ello suponga en absoluto una merma en su intensidad emocional y en su fantástica capacidad para transmitir esa melancolía cobriza tan propia e intransferible que emana de su genio.
La segunda, la confirmación de un deje mucho menos afectado en su forma de cantar, todo un acierto bajo mi punto de vista que aporta credibilidad, fuste y personalidad, convirtiendo casi en inaudible su trabajo vocal anterior a Tú nunca morirás (09), es decir, la de los primeros pasos de McEnroe.
En tercer lugar, tres canciones situadas estratégicamente a lo largo de los cuarenta minutos que dura Esperanza, erigiendo un edificio de sentimiento henchido de recuerdos y presentes entrelazados en una danza de estremecedor resultado para el oyente; éstas son “Arena y romero”, “Ella baila” y “Primavera en Praga”, inolvidables ya para cualquier corazón valiente en el arte de ser eterno aspirante a recoger los placeres y las miserias de vivir a pesar y por encima de todo.
Escucha Ricardo Lezón – Esperanza
Maño? Vasco de Getxo de toda la vida.