Rick Treffers – Levensdrift (Skipping Records)
Desde que llegó a España hace más de una década, Rick Treffers solo había publicado discos en castellano y en inglés. Tanto a su nombre como con los diferentes sobrenombres que ha utilizado en estos años, no había vuelto a publicar un disco en holandés desde 2010, cuando vio la luz Prettige Vooruitzichten. En estos últimos años, después de una visita en Holanda a su familia que se tuvo que prolongar más de lo previsto a causa de la pandemia, Rick ha vuelto a componer en su idioma materno. El resultado ha visto la luz en 2022 y, atención spoiler, es una verdadera maravilla.
Cierto, si no sabes holandés no te vas a enterar de nada, pero… ¿Entiendes lo que dicen Sigur Rós en “Hoppípolla” o “Glósóli”? Me imagino que no, pero igualmente te ponen la carne de gallina, ¿me equivoco? Pues lo mismo ocurre con estas canciones de delicado folk adornado con docenas de detalles colocados con un gusto sublime. Canciones para perderse en el bosque y encontrarse con faunos, hadas, ninfas o incluso gnomos.
“Hongerdood” puede ser perfectamente una de las mejores canciones que ha compuesto Rick Treffers. Su voz acompañada de su guitarra acústica, de celestiales slides y, como hemos dicho, otros efectos inenarrables, suena tranquila, en paz, como venida de algún sitio indefinido en el espacio y en el tiempo. A pesar de la letra melancólica y desgarradora (algo común en estas canciones, se nota el periodo en el que fueron compuestas, aunque no deja de brillar la luz al final del túnel en casi todas ellas) desprende sosiego y armonía. “Het moment” es otra canción que abre la carne, de una bellísima tristeza que esos coros que suenan en ocasiones, como en una fiesta de despedida en un pub, no hacen sino incrementar. ¿Están celebrando algo, o lo están lamentando? Hay magia en esa imposibilidad de entender exactamente lo que está pasando. Magia que también encontramos en canciones que se remontan al folk anglosajón de principios de los 70, o que juegan con ritmos y percusiones (¡por primera vez perceptibles en “Halte medeleven”!), o con armonías vocales fantasmagóricas, o con combinaciones de sonidos de guitarra que tejen telas invisibles pero cuyo sedoso tacto notamos con insistencia.
Una preciosidad de disco que no debería pasar desapercibido a pesar de la dificultad del idioma. Recuerda cuando flipabas con los Ramones sin tener ni puñetera idea de lo que decían más allá del “Hey, ho, let’s go!”. Cierra los ojos y deja que Rick Treffers te guíe por este poético mundo de ensueño que ha titulado Levensdrift, palabra que podría traducirse como “ganas de vivir” o “entusiasmo por la vida”. ¿Puede uno dejar pasar un disco con ese título?