Singles Supremos: «The hardest button to button», de White Stripes
Resulta altamente probable que, en general, The White Stripes no se hallen dentro del Top-50 de bandas más absolutamente apoteósicas de toda la rica cronología del cosmos rock; sin embargo, también considero que Jack y Meg White ofrecieron un buen puñado de relevantes sacudidas sonoras a lo largo de su carrera como dúo. Uno de esos trascendentales y más exitosos flashes del combo de Detroit es, sin duda, el modernizado rock garagero de “The hardest button to button” (2003); el cual suena bastante crudo pero altamente pegadizo y también algo básico pero muy eficiente…
Ahora que se cumple, este 2023, el 20º aniversario del aplaudido y vendedor LP Elephant, aprovecharemos para abordar cuestiones sobre el single supremo de hoy; el cual fue nº8 en Estados Unidos y nº23 en Gran Bretaña en este formato suelto.
We started living in an old house. My ma gave birth and we were checking it out. It was a baby boy, so we bought him a toy, it was a ray gun and it was 1981We named him “Baby”. He had a toothache, he started crying, it sounded like an earthquake. It didn’t last long because I stopped it. I grabbed a rag doll and stuck some little pins in itNow we’re a family and we’re alright now . We got money and a little place to fight now. We don’t know you and we don’t owe you but if you see us around, I got something else to show you. Now it’s easy when I had opinions that didn’t matter. The hardest button to button. |
Empezamos a vivir en una casa vieja. Mi mamá dio a luz y nosotros lo estuvimos comprobando. Era un pequeño nene y entonces le compramos un juguete, era una pistola de rayos y era el año 1981.Le llamamos “Bebé”. Tenía dolor de muelas y empezó a llorar, sonaba como un terremoto. Ésto no duró mucho porque lo detuve. Agarré un muñeco de trapo y clavé algunos pequeños alfileres en élAhora somos una familia y ahora estamos bien. Tenemos dinero y un pequeño sitio para pelear ahora. No te conocemos y no te debemos nada pero si nos ves por ahí, tengo algo más que mostrarte. Ahora es fácil hablar, Tenía opiniones que no importaban. El botón más difícil de abotonar. |
Procuraremos, seguidamente, de desentrañar las incógnitas de estos insinuados versos.
El propio vocalista y guitarrista, Jack White, admitió que la canción trata sobre un niño que hace intentos por hallar su espacio en una familia rota cuando nace un bebé en el seno de la misma.
De tal modo, este caso específico ¿podría aludir, tal vez, al lado más lúgubre del síndrome del “príncipe destronado”; donde un desplazado hermano mayor atenta, gravemente, contra el pequeño e indefenso neonato a causa de los celos y porque unos padres divorciados no son equitativos con ambos retoños? ¿De donde les vino dicha idea a The White Stripes?
El enunciado del corte, “The hardest button to button”, es decir “El botón más difícil de abotonar” proviene de que el mismo Jack White tenía una chaqueta de color azul marino, donde el último botón situado en la parte superior era el más difícil de abrochar o también nos topamos con la teoría alternativa de que también su tío Harold solo era capaz de atar 8 de 10 botones de su chaleco.
Así pues, esta misma metáfora sirve para reflejar, muy posiblemente, algún conflicto realmente serio y complicado de resolver dentro de la citada familia. Con esta base se podrían desprender varios interrogantes en relación a la alegórica expresión principal como, por ejemplo: A) ¿Para el niño protagonista es muy costoso aceptar que su padre se halla ausente? B) ¿El mismo infante se auto-considera el más problemático de un clan numeroso, es decir, como si él mismo fuese “el botón más difícil de abotonar”? C) Definitivamente, ¿el alterado muchachito toma la decisión de terminar resolviendo lo del “botón que ofrece dificultades”, es decir, de acabar deshaciéndose del bebé; todo ello en un patio trasero y a saber de qué terribles formas?
Como ocurre con muchas bandas, manaron diversas interpretaciones y conjeturas en torno a esta algo inescrutable y sombría letra…
Acerca de la grabación de estudio, donde Jack White fue tocando el piano para conformar la primera versión desnuda de la tonada, se produjo también una anécdota divertida y, a la vez, práctica; por decirlo así.
Un fotógrafo de la corporación Third Man, llamado David Swanson, estuvo tomando imágenes con su cámara para un reportaje sobre la grabación del LP Elephant y entonces llegó el instante en que The White Stripes ensayó “The hardest button to button”, ya más pulida ésta, en un estudio de Londres. Se dio la contingencia que en la parte de la guitarra que toca Jack White, entre estrofa y estrofa, se producía demasiada retroalimentación; así que este músico trato de usar un pedal de compresión para eliminar ese ruido que él consideraba sobrante. Como suponía una saturación para el mismo Jack ocuparse de ese efecto y de varios instrumentos a la vez, como también el bajo, se le asignó al mismo David Swanson la función de apagar y encender dicho pedal cuando sonaba cada riff a las seis cuerdas de Jack.
A éste último, por cierto, siempre se le debe destacar cuando rasguea este mismo instrumento (por ejemplo, fue nombrado en el puesto nº70 de toda la historia en este apartado, según la muy respetada revista Rolling Stone); además de que el mismo Jack White se halla orgulloso de su áspera y simple pero resolutiva y directa manera de tocar la guitarra en “The hardest button to button”.
Vamos ya con el vistoso, complejo y célebre video-clip, con esa estética de rojo, negro y blanco tan usual en The White Stripes, los cuales fueron guiados aquí por el director francés Michel Gondry (el cual también desempeñó su labor con Donald Fagen, Björk, Paul McCartney, Inspiral Carpets, Lenny Kravitz, The Black Crowes, The Rolling Stones, The Chemichal Brothers, Daft Punk, Sheryl Crow, Radiohead o Kylie Monogue; entre otros/as).
El mismo Gondry ya había trabajado, anteriormente además, con los propios Stripes en este tipo de promoción visual para las canciones “Fell in love with a girl” y “Dead leaves and the dirty ground”; revolucionarios y originales clips, publicados ambos en el año 2002.
Comentaremos, primeramente, que en el fuero interno de Jack White anidaba la intención inicial de grabar otro tipo de vídeo, basándose en una idea de su compinche y fan del grupo, el director de cine de culto Jim Jarmusch. En el primer guión teórico de la filmación de “The hardest button to button” debía aparecer el inventor de la corriente continua Thomas Edison (al cual interpretaría el actor Philip Seymour Hoffman) matando un elefante a través de una bobina alterna creada por uno de sus rivales, Nikola Tesla (al cual encarnaría el propio Jack White). Por cierto, que según sus propias declaraciones, el mismo Jack pensó que ésto sucedió realmente, sin embargo, esta misma historia parte de una fábula originada por un error histórico. Por contra, la discográfica se negó a proporcionar los dos millones de dólares que les pedía la baterista Meg White para financiar aquel tan extremadamente pomposo proyecto videográfico y finalmente, dicha ambiciosa empresa no se llevó a cabo.
Entonces Michel Gondry agarró, con fuerza, su nueva y tercera oportunidad de trabajar con The White Stripes y le comunicó a Jack White que estaba seguro de que el video-single funcionaría bien de la manera en que el propio director de Versalles tenía pensado elaborarlo. En un principio, Gondry se sintió muy inspirado por la machacona y elemental base percusiva, es decir “dut, dut, dut, dut” (así describió él mismo la onomatopeya) de “The hardest button to button” y de tal modo, comenzó contar el ritmo de esta manera: “1, 2, 3, 4 … 4, 8, 12, 16 … 2, 4, 8, 16, 32”. Ahí mismo se apercibió e ilusionó este cineasta europeo de que tenía que ser él mismo el que organizase aquel armónico film corto de los Stripes.
Así se lo comunicó el director al grupo norteamericano, convenciendo, finalmente, a Jack White, el cual de entrada no estaba muy por la labor acerca de aquel proyecto de Gondry, con visos de efectismo, porque teóricamente no cuadraba con la mentalidad artística de Jack sobre la simplicidad, la improvisación y el utilizar instrumentos antiguos que saliesen baratos. Ante éstas iniciales reticencias del músico de Michigan, incluso el mismo Michel Gondry dudó, al principio, de si el video-clip iba a elaborarse pero la sencillez rítmico-visual y el método bastante artesanal que el segundo planteaba acabó por decidir al primero a favor del planteamiento expuesto.
Ya hablando del propio proceso de rodaje, primeramente se colocaron en hilera, precisamente, 32 kits de batería Ludwig completamente iguales, de color rojo y blanco; el mismo número con respecto a los amplificadores Fender (aunque alguna versión cuentan que fueron hasta 80 piezas idénticas, en cada caso) y la mitad de cantidad de soportes para micrófonos; o sea 16.
Posteriormente, la baquetera Meg White se colocó en el último sitio de esa particular fila, donde se la fue filmando. Entonces, ella se fue trasladando hacia cada batería gemela y adoptando distintas poses con las baquetas cada vez que ella se desplazaba, además de que Gondry mandaba ir retirando el último bombo alineado que la intérprete acababa de tocar; todo ello para ir preparando el terreno en dirección hacia el artificio óptico que se pretendía. Así se fue repitiendo, pacientemente, toda la misma operación; la cual luego se trataría con los consiguientes ajustes cinematográficos.
De manera paralela, para reflejar los movimientos de Jack White junto a los amplificadores que se colocaban cerca suyo, se usaron dichas técnicas con vistas a facilitar luego los mismos trucos de cámara; algo muy del gusto del trabajo profesional del ilustre Michel Gondry.
Entonces, con el auxilio de una serie de asistentes, se fueron cambiando de zona todo el bloque de 32 baterías y la misma metodología de transporte a mano para la pila de amplificadores; recorriendo así el personal un parque, bajando unas escaleras, colocándose debajo de un puente y visitando algunos sitios más del barrio Upper West Side, de Manhattan, en Nueva York.
Otra punto de filmación fue la estación de tren PATH (Autoridad Portuaria de Hudson) del metro neoyorquino, donde los encargados de ese sitio tuvieron la deferencia de mantener detenido un tren durante 8 horas y de declararlo fuera de servicio, solamente para que se pudiese rodar la escena de los hiper-astros Jack y Meg White en el andén y dentro de los vagones. En el montaje posterior dicha toma constó de solo ¡22 segundos de duración!, de un total de 3 minutos y medio del clip.
Aclarar que todos los emplazamientos del rodaje se hallaban cerca entre sí para que así el tropel de auxiliares pudiera desplazar, sin demasiadas dificultades, la inmensa cantidad de equipo instrumental que se empleó, en Manhattan.
El proceso total de filmación del video-single duró 3 jornadas y se aprovecharon las 16 horas de luz natural, ya que Michel Gondry no permitió ningún tipo de iluminación artificial ni de día ni tampoco le fue de gusto trabajar de noche. Tras toda la costosa odisea del rodaje, las más de tres decenas de kits de batería fueron donadas a una escuela de música de Nueva York, aunque los 32 amplificadores era alquilados y hubo que devolverlos.
De cara al ensamblaje final de video-clip, las manipuladas secuencias fueron proyectadas, repetidamente y en orden inverso, para dar un efecto específico de stop-motion (es decir, de “animación fotograma a fotograma”) y así simular, por ejemplo, que la baterista Meg White va apareciendo y desapareciendo mientras toca su instrumento; el cual además se va “multiplicando” hacia adelante, en infinidad de ocasiones, al ritmo de la canción. Esta técnica utilizada con personas, en concreto, se denomina “pixilación”.
Como guinda efectista, Jack White iba poniendo diferentes “caretos” para cada fotograma y aunque Michel Gondry le pidió que no lo hiciera porque no figuraba en su calculadísimo esquema, finalmente el director galo decidió dejar como estaba la iniciativa facial del cantante para que todo resultara más eléctrico y de realce, a través de dichas diversas muecas de Jack y con respecto a la mentada técnica de “parada imagen a imagen” (stop-motion). El mismo guitarrista, por cierto, aparece en esta mini-película musical con un vendaje negro en su brazo izquierdo, después de haberse roto un dedo en un accidente de coche; durante la gira correspondiente del grupo.
A propósito, que el personaje adicional que efectúa una brevísima aparición, el cual va vestido totalmente de blanco y que le enseña una caja roja vacía a Jack White (en concordancia con uno de los versos finales de la letra), es nada menos que el cantante californiano Beck (viejo conocido de Michel Gondry de otro clip a las órdenes también del éste último); en complicidad con los colores relacionados con The White Stripes.
Pero todo no quedó en un mera proyección visual porque parece ser que la intención de fondo de Michel Gondry era una total unión entre Tecnología y Arte.
Por ejemplo, si alguien visiona el clip sin haber audicionado previamente la canción, el mismo Gondry pretende crear la sensación ficticia al espectador de si son las imágenes las que van en función de la música o es al revés. De ese modo y a través de ese juego de sombras chinescas, se trata de crear una indisoluble fusión entre la filmación y la canción de estudio. En otros términos, que el “pixelado” y discontinuo modo de presentar los fotogramas del clip del mismo Michel Gondry tiene por objetivo estar totalmente sincronizado y casado con el propio ritmo de la tonada, es decir, con la entrecortada guitarra de Jack White y con el primitivo y uniforme aporreo de batería de Meg White. Como guinda a todo ésto, el video-single podría haberse rodado de ese modo bizarro para guardar un concordancia con la textura extraña que posee también la letra de la propia “The hardest button to button”.
Por otro lado, podría ser que en el montaje postrero, a algunas imágenes Jack y Meg White se las desplazase hacia adelante y hacia atrás, de esa manera tan veloz y nerviosa (entre 2:52 y el 3:00 del minutaje, en concreto) para tratar de imitar, artísticamente, la escala en constante movimiento del volumen y otras frecuencias digitales, en forma de columna, que marcaba un clásico equipo estéreo que se vendía al público melómano los años 80 y 90.
Siguiendo con las consideraciones arty, se observa en el producto definitivo del clip que Michel Gondry concede más “movilidad” a los tambores (incluso, casi al final del video-single, dichos objetos se desplazan, velozmente, como si practicasen un ballet circular) que a los más “pasivos” músicos, como si éstos últimos estuvieran a merced de la batería o de los amplificadores: justo al contrario de como sucede en la vida real.
Ya aparte, declaró la drummer Meg White que “The hardest button to button” es su clip preferido de la banda y en 2011, la afamada revista Time nombró este video uno de los 30 mejores de todos los tiempos.
Su influencia cultural fue de tal magnitud, que dicho video-clip fue satirizado, en el año 2006, por el siempre travieso Bart Simpson, el cual empieza a tocar la batería por consejo de su psicoterapeuta, durante un episodio de la popular serie y al final, el crío “músico por un día” acaba chocando y siendo amenazado y perseguido por los propios The White Stripes; algo que ya os comentamos en el reportaje especial Los Simpson y el Rock; aquí en Muzikalia.
La portada del sencillo “The hardest button to button” guarda también sus propios simbolismos. Por ejemplo, el número 3 se debe a una absoluta fijación del propio Jack por esa misma cifra; además de que también aparece en dicha cubierta el dedo que se fracturó el vocalista de Detroit, como hemos comentado previamente. Añadiremos que la estética vintage de dicha imagen frontal rememora, intencionalmente, los carteles elaborados por el diseñador gráfico Saul Bass para anunciar esas películas criminalescas de los años 50 como, por ejemplo, El hombre del brazo oro (1955), Vértigo (1958) o Anatomía de un asesinato (1959). Así que, ¿esta canción de los Stripes, definitivamente, podría ser un thriller en miniatura?
Concluiremos comentando que a “The hardest button to button” se la consideró uno de los himnos de The White Stripes junto a, por ejemplo, “Seven Nation Army”; ayudando ambas, terminantemente, a que el citado álbum Elephant volase hasta el nº1 en las listas oficiales de Inglaterra y le echase el guante a esa misma posición privilegiada en los índices independientes de Estados Unidos, en el año 2003.
Pedazo de artículo de Txus Iglesias.
Extensísimo y repleto de detalles y anécdotas sobre los White Stripes.
Genial.
Impresionante comentario sobre este contundente tema de los White Stripes en pleno apogeo de su trayectoria, y de abrupto e incómodo contenido. También excelente el pormenorizado relato de su traslación en video a cargo de Michel Gondry que, efectivamente, lo convirtió en poco menos que una obra de arte, y agrandó aún más la influencia del grupo, lo mismo que la parodia-tributo que aparece en los Simpsons. Gracias a Txus Iglesias y a Muzikalia por destacarlos en esta brillante sección. Un cordial saludo.