The Long Winters – Apolo 2 (Barcelona)
Después de entregar un disco tan redondo como Putting the Days to Bed (06) había ganas de ver el directo de los norteamericanos The Long Winters. Antes de eso pudimos disfrutar del concierto de los catalanes Inq. Los tarraconenses presentaban su debut Angst Under the Red Light (06) y, como viene siendo habitual, defendieron con brío un repertorio que va del indie de los 90 (Sebadoh, Pavement) al rock fronterizo, pasando por las enseñanzas de The Velvet Underground.
Llegó el turno de la banda de Seattle y, ya desde los primeros minutos, se puso de manifiesto que cuando se cuenta con un frontman con el carisma de John Roderick, se tiene mucho ganado. The Long Winters se mostraron comunicativos y solícitos con el público; prueba de ello es que buena parte del repertorio fue interpretado por petición popular. De esta forma fueron desfilando por el escenario todas y cada una de las canciones de su último trabajo, entre las que brillaron las enérgicas “Sky is Open”, “Rich Wife” o “Pushover”, el preciosismo de “Seven” o “Hindsight” y la intensidad melódica de “Honest”
The Long Winters demostraron que, al igual que Centro-Matic, conocen de memoria el libro de estilo del rock americano y lo manejan a su antojo. Entre tanto, un locuaz y divertido John Roderick se erigió como protagonista absoluto y maestro de ceremonias de la velada. Entre bromas, improvisaciones y versión cachonda del “Smoke on the Water”de Deep Purple, no faltaron clásicos del aclamado When I Pretend to Fall (03) de la talla de “Stupid”, “Cinnamon”, “Shapes” o la gloriosa “Scared Straight”
Pese a lo bienintencionado del asunto, la excesiva duración del set (casi dos horas) lastró un concierto que se hubiera podido resolver con media hora menos de repertorio. De todas formas, no sería justo despreciar el lujo (cada vez más escaso) de disfrutar del generoso directo de una excelente y entregada banda que, tras el último acorde, bajó al piso para compartir una cerveza y unas palabras con un respetable que, aunque sólo fuera por una noche, hizo honor a su nombre.