The Rolling Stones (Wanda Metropolitano) Madrid 01/06/22
¿Es posible que el mayor espectáculo de rock’n’roll que puede verse hoy en día sobre un escenario lo protagonicen unos tipos casi octogenarios? Es posible. ¿Es normal la energía que desprende una banda que arrancó su actividad en abril de 1962 siga siendo superior a la de cualquier otro artista seis décadas después? No, no es normal. The Rolling Stones trascienden a su propia leyenda y más allá de uno de los catálogos más impresionantes de la historia, siguen siendo el grupo más grande del planeta. No hay más discusión.
Desde hace un bien tiempo puedes pensar que esta sí será la última gira, que seguro la cosa ya no funcionará como antes, que la ausencia de Charlie Watts, fallecido el 24 de agosto de 2021 será difícilmente reemplazable, pero no, volvieron a salir airosos. Fue empezar con «Street Fighting Man» y nos metimos de lleno en un show tan deslumbrante como emotivo, con un sonido y una iluminación impecables y una banda que funciona con precisión suiza, en el que como no podía ser de otra forma, se acordaron de su batería: «este es nuestro primer tour en Europa sin Charlie, le echamos de menos» reemplazado con solvencia por Steve Jordan. En el que haciendo honor a esos 60 años de historia, nos regalaron canciones de todas sus épocas, con especial peso de composiciones lanzadas en su primera década de vida.
The Rolling Stones nos trajeron de todo, lo esperado y lo inesperado, que pasaba de la pretérita «19th Nervous Breakdown» a la reciente «Living in a Ghost Town». Tocaron por primera vez en vivo «Out Of Time», incluida en el legendario Afermath (1966), además de como es habitual, dar la voz a su público que eligió «Beast of Burden» de Some Girls (1978) como tema más votado que había que incluir en el repertorio de la noche. Una noche en la que no faltaron la emocionante «You Can’t Always Get What You Want», ni «Miss You», «Start Me Up», «Paint It Black», «Sympathy for the Devil» o «Jumpin’ Jack Flash». Que dio espacio para el lucimiento en «Midnight Rambler» o el protagonismo al inmortal Keith Richards en «Happy» y «Slipping Away».
Poco más tuvieron que hacer para meternos en el bote, faltó un bis con «Gimme Shelter» y el himno «(I Can’t Get No) Satisfaction» para que una vez más, nos postráramos ante este fenómeno de la naturaleza. Todo fue perfecto. Todos disfrutamos. Nada que reprocharles, todo lo contrario. Incluso hubo un momento en el que Jagger espetó: «¡Real Madrid!», ojo, en el Wanda «El mejor fútbol está en Madrid». Pero ni le quitaron la placa, ni le negaron el pasillo, todo lo contrario. Son esas cosas que puedes permitirte cuando tienes simpatía por el diablo.
Foto: Dave Hogan // Facebook The Rolling Stones
Muy de acuerdo en todo lo que decís. Son de otra pasta, son los más grandes
Perdona pero los más grandes de la historia son Joy Division. Si Ian Curtis no se hubiera suicidado estaríais todos desmayados en sus conciertos, eso sí que eran conciertos.
Otra cosa es que hablemos de vendernos a las discográficas entonces sí que son los más grandes.
Y si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta, tienen un mérito increíble llevar más de 50 años tocando a ese nivel, grupos legendarios como estos, Iron Maiden, Metallica…etc, quedan pocos, nada comparable con un grupo que sacó un disco