25 años de ‘Adore’, última genialidad de The Smashing Pumpkins
En 1998, The Smashing Pumpkins desafió las expectativas con el lanzamiento de Adore, un cambio de rumbo sorprendente que marcaría un punto de inflexión en la trayectoria del grupo. Después del éxito masivo de álbumes como Siamese Dream (1993) y el colosal Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995), la banda decidió tomar un camino inesperado y experimentar con nuevos enfoques. El sonido de guitarras quedó silenciado con la incorporación de elementos electrónicos y una mayor sutileza en la instrumentación, alejándose del estilo que les hizo grandes.
Los de Billy Corgan surgieron en la escena alternativa de Chicago a fines de los 80, fusionando elementos del rock alternativo, el shoegaze y el grunge. Con el lanzamiento de su aclamado Siamese Dream empezaron a despuntar, estableciéndose como una de las principales representantes del rock de la época, algo que se magnificó notablemente con su sucesor.
Todo iba sobre ruedas, venían de vencer y convencer con un disco doble, unas ventas millonarias y una multitudinaria gira mundial. Pero la tragedia golpeó a la banda en 1996 con la muerte de su teclista Jonathan Melvoin por una sobredosis. Este suceso marcó un punto de inflexión en la vida de Billy Corgan y tuvo un profundo impacto en su música. La pérdida y la angustia emocional se convirtieron en temas recurrentes en sus composiciones y se reflejarían de manera significativa en su siguiente obra. La primera decisión drástica después del incidente fue despedir al batería Jimmy Chamberlin, totalmente enganchado a la heroína por entonces.
Entre disco y disco volvimos a tener noticias suyas, ya que entregaron canciones para dos bandas sonoras: «The End Is the Beginning Is the End», incluida en la olvidable Batman & Robin y «Eye», para Carretera Perdida de David Lynch. Nuevos horizontes y pistas sobre lo que estaba por venir, un álbum que empezó a grabarse en verano de 1997 con Matt Walker como nuevo batería y el productor Brad Wood. Las primeras sesiones no convencieron a Corgan y despidió a Wood, reemplazándole por el reputado Flood (Depeche Mode, U2) quien finalmente sabría llevar estas nuevas canciones por el camino deseado.
Adore presentaba una amplia gama de estilos musicales y un enfoque lírico más introspectivo. Corgan, Iha y Wretzky y se aventuraron en terrenos más oscuros y melancólicos, utilizando sintetizadores, pianos y arreglos más minimalistas para crear una atmósfera íntima y emotiva, con letras que exploran el amor, la pérdida y la soledad de una manera más personal y reflexiva. Para llegar al resultado final, The Smashing Pumpkins se inspiró en una variedad de influencias musicales que iban del dream pop, al rock progresivo o de la música electrónica al impacto de artistas como David Bowie o The Cure. Esos mimbres dieron como resultado un sonido más pulido y experimental que aunque se alejaba de los muy convincentes planteamientos de Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995), se convirtieron en un verdadero acierto.
El valiente movimiento de alejarse de su sonido característico, explorar estructuras más complejas y buscar arreglos intrincados, dejando a un lado las estructuras más convencionales del rock alternativo, sentó las bases para futuras exploraciones artísticas de la banda, que salvo en Machina/The Machines of God (2000) no ha vuelto a deslumbrar a esos niveles salvo en pequeños fogonazos. Una pena.
El 18 de mayo de 1998, dos semanas antes de la llegada del LP, se lanzó «Ava Adore» como primer adelanto, mostrándose como destacado ejemplo de lo que venía. Su ritmo pulsante y oscuro apoyado en una base electrónica, guitarras y una letra de obsesión desgarradora se hacían acompañar de un vídeo a cargo de Dom and Nic que dejó al personal totalmente flasheado.
Uno de los grupos de rock más grandes del planeta por entonces se acercaban a la electrónica y el resultado no podía ser mejor. Pero lo que mostraban en «Ava Adore» no era todo lo que íbamos a encontrarnos por el camino. Billy Corgan canalizaba su dolor personal y su lucha interna a través de canciones como «To Sheila» y «Tear», transmitiendo una sensación de angustia y anhelo. Temas como «Daphne Descends» y «For Martha» presentan una serie de cambios de tempo y secciones instrumentales elaboradas, en las que asoma la ambición artística de los norteamericanos en ese momento.
«Daphne Descends» destaca por su construcción atmosférica y la experimentación con capas de sonido. Comienza de manera serena y se va desarrollando hacia una intensidad emocional creciente. Los elementos electrónicos y la combinación de diferentes texturas sonoras crean una experiencia auditiva fascinante, mientras que «Appels + Oranjes» fusiona elementos electrónicos con guitarras distorsionadas de manera audaz, aportando un impulso energético al disco. Otras paradas recomendables son una «Pug» que parece compuesta por Robert Smith o las atmósferas de la grandiosa «Shame». Sin olvidar un single como «Perfect», la canción pop más perfecta de su discografía.
Lo mejor que podemos decir de Adore, es que el tiempo lo ha colocado en el lugar que merece. Su inteligente manera de fusionar los conocidos modos de la banda con elementos sintéticos hace que entregas recientes como CYR (2021) o ATUM (2023) no puedan considerarse sucesoras de lo que fue aquello. Sería un sacrilegio.
Escucha ‘Adore (Super Deluxe)’ de The Smashing Pumpkins
Buen reportaje. Me gustó.
Efectivamente este es su último disco perfecto. Machina estaba bien como vuelta al rock. Desde entonces Zwan, Amazonia o lo de ahora pues… no sé Rick, parece otra cosa. De todos modos me encantaría que vinieran de gira
Excelente artículo, muy completa la información. Yo soy fan de los Pumpkins desde 1994, poco después de Siames Dream y, de ahí hasta Machina II, para mi, cada álbum fue mejor que el anterior. Adore tiene piezas increíbles. Lamentablemente, nada de lo que han hecho recientemente le llega a los talones.
Su mejor disco.
Mi fanatismo por Smashing Pumpkins no hace que nuble mi conciencia. Sigo a la banda desde 1993 con el poderoso Siamese Dream (uno de los mejores discos de los noventa, obra cumbre de Billy Corgan y por cierto, una de las mas grandes influencias en mi vida). Siempre he pensado que Adore es su peor trabajo, unas baladas electrónicas horribles, se nota la ausencia de Jimmy Chamberlin. Creo que Billy tiene un talento muy especial para componer canciones (hace mucho que dejó de crear discos excelentes en su totalidad).
Como digo Adore, no solo fue un fracaso en ventas, fue su disco mas insoportable, lo único que salvo de esta entrega es Tear; que iba a formar parte de Lost Highway, mientras que como disco concepto se cae a pedazos; los siguientes discos tienen partes flojas, pero rescato mas de una canción. Y eso no significa que odie a Smashing Pumpkins, pero Adore no está en mi lista de discos que aprecio. Punto final.
Felicidades a Manuel Pinazo por su fantástico y completo reportaje sobre Smashing Pumpkins y su muy buen disco de 1998.—- ¡Buen criterio, Manuel!
Imparcialmente dicho, para mí «Adore», «Siamese Dream», «Gish» y «Mellon Collie…» son los 4 mejores trabajos de la banda de Chicago, es decir, la dorada época de los años 90 de Billy Corgan y compañía.