The Pains of Being Pure at Heart
no teníamos ningún interés en recuperar los 90 como si fueran unaedad de oro´ o crear una cápsula del tiempo al grunge
The Pains of Being Pure at Heart, una de las mayores promesas del indie pop gracias a su debut homónimo (2009), ha dado un salto de gigante con su reciente segundo trabajo Belong, trabajado con esmero junto a Flood (U2, The Smashing Pumpkins, The Killers, Nick Cave), y mezclado por Alan Moulder (My Bloody Valentine, The Jesus and Mary Chain). Charlamos con Kip Berman (voz y guitarra) sobre el nuevo disco, los sonidos de otras épocas y la cocina española.
The Pains of Being Pure at Heart es un nombre muy evocador, pero para ser sinceros, en España cuesta pronunciarlo.
Gracias por el alabo, siendo honestos, también es difícil para los angloparlantes, así que nos conformamos con que nos llamen The Pains.
¿Se puede decir que vuestro primer disco tenía la ventaja de la frescura y el segundo la fuerza de muchísimas horas de trabajo?
Claro, y se pueden decir cosas bastante peores, pero siendo un cumplido, ¿qué podemos decir en contra?
¿Cuáles han sido las principales diferencias entre el proceso de grabación de Belong con respecto a vuestro debut?
Creo que desde el principio sabíamos que en el segundo disco estábamos haciendo más, y teníamos acceso a cosas nuevas que nos han ayudado a sonar de forma más completa, empática y contundente. Además, trabajar con Flood y Alan Moulder nos ha ayudado a dar una forma especial a la grabación.
La verdad es que la experiencia de pasar dos años completos de gira tras el lanzamiento del primer disco mientras escribíamos las nuevas canciones nos ayudó a elegir lo que funcionaba en directo sobre lo que no y a aprender de los errores del primer disco. Al final el disco refleja nuestros deseos en el momento preciso de nuestras vidas en el que está escrito.
¿Cómo elegisteis a Flood y Alan Mouder y cómo era el trabajo diario con ellos?
Me encantó el trabajo diario – no ha habido ni un momento durante la grabación que no haya pasado en el estudio, ni un momento-. Tengo esta experiencia como una de las más felices y plenas de mi vida,así que si alguien se preocupa en el futuro de The Pains o de Belong, siempre recordaré estos momento como completos.
La forma de empezar a trabajar con ellos fue curiosa. Alan Moulder era fan del primer disco y quería colaborar en el segundo. Él nos recomendó trabajar también con Flood (Mark Ellis), así que nos sorprendió lo natural que fue todo. Los dos son personas tremendamente amables e inteligentes además de muy humildes y sin grandes egos. Fue una buena lección para nosotros. Las grandes obras hablan por si solas, las actitudes arrogantes suelen ser signo de inseguridad o, al menos, falta de seguridad en la calidad de lo que estás haciendo. Fue una gran oportunidad para nosotros y creo que lo dimos todo.
Mucha gente opina que Belong suena noventero, pero en mi opinión, salvo detalles, el sonido es mucho más atemporal.
Sí, no teníamos ningún interés en recuperar los 90 como si fueran una «edad de oro» o crear una cápsula del tiempo al grunge. Si te das cuenta, hay bandas actuales que son mucho más ortodoxas en su intento de revivir una estética musical determinada, pero para nosotros el mejor pop y el mejor rock puede y debe existir fuera de un tiempo concreto. Lo que hace una gran canción en 1968 es similar a lo que la hace buena en 1988, 1998 o 2018. Las buenas canciones trasciende su época, eso es lo que buscamos. Tratamos de hacer buena música que suene bien en 10 o 20 años, no la música que sonaba bien hace 10 o 20 años. No creemos que recuperar otras épocas y su ortodoxia en cuanto a sodio sea bueno, y ciertamente, nunca será mejor que lo que tocan las bandas de esa época que siguen en activo.
En algo que se nota que habéis evolucionado también son las letras, cada vez más íntimas.
El primer disco tenía una estructura narrativa de diario, que no es algo malo y por cierto bastante común en el indiepop. El género en sí parece orienta a la idea que las personas tímidas pueden resolver los conflictos de sus vidas a través del arte – una especia de actitud pasiva que tiende a corregir (o escribir) los errores de su existencia a través de canciones y narraciones-. Me gusta este tipo de canciones pero no fue lo que buscamos para Belong. Queríamos letras más inmediatas, que hablaran de este preciso momento, de ahora mismo -un relato vívido de experiencias-. Es más íntimo, más cercano a la acción y emocional – también, quizás, menos comprometido con los tropos y clichés de un género en concreto. Pero creo que no me corresponde a mí evaluarlo de esa manera.
Los discos de Los Pains siempre están llenos de hits. ¿Componéis de alguna manera especial para conseguir canciones redondas o es un simple accidente?
No sé si tenemos hits, pero me alegra de que te gusten las canciones. Tratamos de escribir siempre las mejores canciones para nosotros, pensando que la vida es breve e inmediata porque es corta. Tenemos canciones buenas que descartamos porque no hay necesidad de poner 11 o 12 canciones buenas, sino las 10 mejores y a tope con el disco. Creo que prefiero escuchar un disco corto mil veces que uno largo una sola vez.
Este verano habéis tocado en Madrid, Barcelona, Mallorca, Vigo, Santander… Tiene pinta de que no os gusta España en absoluto.
Junto a nuestro hogar en Estados Unidos, España es nuestro sitio favorito para tocar, porque siempre se nos ha apoyado muchísimo. Estamos sorprendidísimos y muy agradecidos de todas las oportunidades que nos dan en España – que ya digo que no era esperado-, así que ¡Gracias España!
Se por haberlo leído en alguna ocasión que habéis bebido con gusto y alabado el kalimotxo y el vino español (por ejemplo en el Jazzadi del año pasado), pero, ¿conocéis algo más de las costumbres culinarias españolas?
San Sebastián es una ciudad increíble para comer y beber. Es probable que sea hasta demasiado sofisticada para nosotros, americanos bárbaros sin capacidad de apreciar de toda estas cuestiones. Nos encantaron los días que pasamos en San Sebastián y nos estamos muy agradecidos por la fiesta que nos organizaron en un club nocturno (¿se dice así?). Probamos comida deliciosa y vinos maravillosos. Supongo que lo del kalimotxo lo dije por hablar de algo, pero sin duda la comida y el vino que probamos aquellos días fue increíble.
¿Qué opináis de las decaigas gratuitas de música por Internet? ¿Robo o promo gratuita?
Nos parecen bien. Como banda, queremos que la gente escuche nuestra música, y si le gusta, que nos apoye, ya sea comprando una entrada para un concierto para vernos tocar (siempre es más divertido escuchar música acompañado de más gente), o adquiriendo el disco. Se que hay muchos intereses creados para preservar el viejo sistema, pero es inevitable que el mundo se mueva (ya se ha movido) más allá de esperar a que las personas paguen por todo lo que escuchen (ya sea a través de opciones legales como Spotify o Rdio) y otros medios.
¿Dónde vivís en Nueva York? ¿Williamsburg? ¿Es tan activa la escena musical de Brooklyn como la pintan?
La mayor parte de nosotros vivimos un poco más al norte de Williamsburg, en Green Point, pero ambas zonas son esencialmente parecidas. Sobre todo porque hay muchas bandas jóvenes a las que les gusta la música indie. La escena musical es grandísima y surgen tantos grupos interesantes que no podemos hacerles caso a todos. Os recomiendo porque hemos tocado con ellos, a Twin Shadow, Big Troubles, Twin Sister, Zaza y Hooray for Earth.
¿Hay algún sitio en España que os recuerde a este ambiente musical? ¿Quizás Malasaña en Madrid?
Lamentablemente no hemos tenido tiempo suficiente para conocer Madrid a fondo. La próxima vez prometemos ir con más tiempo, y por favor, ¿alguien nos puede enseñar estas cosas? Nos encanta hacer de turistas.