Alela Diane & Wild Devine – El Loco (Valencia)
Era mi primera vez con Alela Diane en directo. De hecho, era casi mi primera vez con Alela Diane, en general. Me adentré hace muy poco en su discografía y el bautismo en vivo ha sido de lo más interesante. Da gusto escuchar bandas que mejoran lo que han grabado con anterioridad en un estudio. Alela Diane & Wild Devine tienen esa virtud.
La verdad es que no sabía muy bien cómo encarar este encuentro. Desde luego, lo esperaba folk (en el sentido más amplio del término). Sin embargo, la americana de “Of many colors”, con la que han empezado el directo, me ha servido de guía para lo que debía esperar del resto de la noche. Y así ha sido con la plasmación en vivo de la mayoría de las canciones de su último disco; también han caído algunas de The Pirate’s Gospel (muy celebradas “Tired feet” y “Oh! My mamma”) y To Be Still (“White as diamonds”, “Dry grass & shadows”), y un tema nuevo.
Apoyada en una banda muy solvente, con su padre y su marido entre ellos, la cantante de Nevada nos ha desarmado a las primeras de cambio. Se ha plantado delante del micro con sus tirantes, blanca como la luna de Valencia, frágil y encantadora, y ha empezado a cantar, como si nada. El Loco no estaba lleno ni mucho menos (un martes era difícil), pero daba igual, incluso era mejor. Le daba a todo un halo de intimidad muy especial. Como si Alela estuviera cantando para cada uno de los allí presentes, uno a uno.
Tanto con la banda al principio, como acompañada por su padre (sensacional e imprescindible) y en solitario (hipnosis colectiva con “Oh! My mama” en el bis), Alela ha derrochado voz y no ha abusado de los artificios vocales, que era lo que más temía. Se ha movido con naturalidad entre la calma (“The wind”) y lo festivo de un directo (“Suzanne”), hablando constantemente y fascinando con una sonrisa espectacular.
Si a todo esto le sumamos un sonido impecable y el martes, que ha cribado al público, dejando sólo a los que están interesados en el concierto y no en contarse sus respectivas vidas, la velada ha sido muy interesante: hemos asistido a un bonito concierto y hemos conocido el amor.