Morrissey – You Are The Quarry (Sanctuary)
Muy por encima de los irregulares Maladjusted (97) y Southpaw Grammar (95) y digno sucesor de la magia de Vauxhall And I (94), el nuevo álbum de Morrissey aúna en doce canciones los mejores tics que en su carrera ha ido limando con los años: una actitud única, un estilo personal, melodías demoledoras, letras sobrecogedoras… todo un compendio de virtudes que a día de hoy lo sitúan como uno de los pocos clásicos contemporáneos en activo y que callan todas las bocas que le defenestraban en sus últimas entregas.
You Are the Quarry es un muy sólido trabajo, grabado entre Los Angeles y Londres junto a Jerry Finn (Green Day o Blink-182) , productor que si en un primer momento despertó ciertas dudas, escuchando el resultado final podemos decir que ha sido de lo más acertado. Su forma de mezclar guitarras con mandolinas, flautas, arpa o teclados; o la manera de incluir puntuales arreglos electrónicos y orquestales, han enriquecido notablemente el sonido de la banda, dándole la fuerza del directo y haciendo las canciones más vigorosas y luminosas.
En el disco podemos encontrar desde el Morrissey más directo de “Irish Blood, English Heart”, al maestro del pop de “The First Of The Gang To Die”, un hit en potencia sobre bandas callejeras, que desde ya pasa a formar parte de sus clásicos. También está el más romántico en esa rendición que es la agridulce “Let Me Kiss You” o el evocador de “Come Back To Camden”. Resulta complicado no disfrutar con la ensoñadora y crítica “America Is Not The World”, la mala leche de “The World Is Full Of Crashing Bores” o los versos de una increíble “I Have Forgiven Jesus”, una oda autoflagelante sobre la culpa con una serie de estrofas demoledoras: «Monday – humiliation, Tuesday – suffocation, Wednesday – condescension, Thursday – is pathetic. By Friday life has killed me…». Igualmente, caeremos rendidos ante la magia cautivadora de “All The Lazy Dykes”, la búsqueda de nuevos sonidos de “I’m Not Sorry” o la maravilla que cierra el disco, “You Know I Couldn’t Last”, tan épica como arrebatadora.
Siete años de espera son muchos años. Sobre todo en la carrera de alguien que desde 1984 nos tenía acostumbrados tanto en su etapa en The Smiths, como desde 1988 en solitario, a ofrecernos nuevas canciones con un lapso como mucho, de dos años. El caso es que ha merecido la pena y no dudamos al decir que You Are The Quarry se encuentra entre los mejores discos del artista británico. Morrissey nos ha regalado una joya que perdurará en el tiempo.