Trisfe – Quema Cosas (Sello Salvaje)
El grupo sevillano Trisfe debuta con su primer largo tras varios años en la carretera y después de algunos cambios en su alineación titular. La espera en estos casos siempre ayuda para saber qué grabar y aún más importante qué no grabar para no caerse por los dos lados de la cama a la vez. Además en esta ocasión la espera es doblemente agradecida si ponemos las zarpas sobre la estupenda edición que ha hecho su sello, Sello Salvaje, y al fácil acceso al disco al estar bajo licencia Creative Commons.
Trisfe recuerdan, en el buen sentido de la palabra, a unos Slint con algún cacharro electrónico y en general a toda la cohorte slowcore noventera, como unos Low o unos Codeine. Tienen un sonido limpio pero embutido en atmósferas oscuras, batería contenida pero en primera línea de fuego, dejes electrónicos, bajos espesos y todo lleno de salpicaduras de punteos de guitarra. Apenas hay letras, incluso hay temas totalmente instrumentales, y éstas algunas veces quedan algo ahogadas, más por la forma en que son cantadas que por algún tema de producción.
No sé si esto es una treta para desafiarnos a escuchar con más atención las letras aunque la verdad es que las canciones funcionan perfectamente sin ellas, entendiendo este comentario más como elogio que crítica. Quizás en la segunda mitad del disco varían ligeramente el rumbo hasta componer una canción como «Conciliar el Sueño» que evoca a unos Los Planetas aunque más por el tono de las letras que por algún cambio de estilo significativo. Aunque si me dan a elegir me quedo con la primera mitad, que la encuentro más arriesgada, no tengo dudas que la otra mitad, más inclinada hacia el rock, también puede ser la preferida de muchos otros. Pero globalmente es un disco muy sólido, muy maduro para ser un teórico debut y del que se agradece la ingeniería compositiva que hace la escucha muy fácil.
Quema Cosas sorprende agradablemente también por cuanto tiene de continuidad con un estilo, en una generalidad que iría del post rock al indie rock, que siempre ha tenido muy buena acogida en la escena nacional. Hay un público muy fiel pero también hay, y han habido, muy buenas bandas de este estilo. Para cualquiera que ya echa a faltar a unos, por ejemplo, Madee que no se olvide que la cosa no para.