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DCode 2016: Reportaje especial

Este año el festival que suele entenderse como la fiesta de clausura del verano y por ende de la temporada festivalera estival, no ha logrado congregar a tanta gente como en otras ocasiones, en las que incluso habían colgado el cartel de todo vendido, pero esto ha servido para que podamos disfrutar de la infraestructura y lo servicios tal y como entendemos que los organizadores tienen planeado. Y lo cierto es que se ha podido disfrutar de un festival que este año, sí, por fin ha resultado cómodo y cuyo cartel, a falta de algún nombre con el suficiente tirón para agotar el papel, sí que ha querido apostar por una serie de nombres que son sinónimo de apuesta segura, sin riesgos, pero acertando en cuanto a diversión. Lo cierto es que el precio popular de su entrada y su emplazamiento ya bien le merecen más de una crítica positiva.

El festival apuesta fuertemente por establecerse como una opción indie family friend, y por esas razón sus puertas quedan abiertas a horas tempranísimas, tanto que excepto que tengas un amor verdadero por los grupos que se programan en la mañana es más que probable que toda la programación matinal pase desapercibida para la mayoría de los asistentes. Nuestro primer artista subrayado en la lista eran los vascos Belako, pero cosas de Madrid, sólo llegamos a tiempo de ver a León Benavente.

LEÓN BENAVENTE

Tremendos en directo, típico grupo que ganan enteros cuando los disfrutas en vivo. El proyecto capitaneado por Abraham Boba, ha tenido la suerte, el acierto o la maña suficiente para posicionarse entre los favoritos del público festivalero nacional y sus canciones, sin importar lo más mínimo de qué álbum se haya extraído, se celebran con ahínco y pasión. La carpa albergaba al 99% de los asistentes al festival a esas tempranas horas. Y es que la maestría de uno músicos con tanta carretera a sus espaldas y un Boba que ya sí se cree su puesto al frente como entertainment bien les valen el prestigio y el amor que se les profesaba desde el tumulto acelerado que les despidió a lo grande cantando canciones como “Gloria” o “Ser Brigada”, esta última en su fin de fiesta.

NOISE NEBULA

Han compuesto una música tan buena que todavía no está a la altura de sus directos. Les falta confianza en sí mismos y creerse el puesto de estrellas que les toca defender cada vez que se suben a un escenario. Esos parones hay que currárselos un poco más, pero gracias a un buen sonido y que cuentan en sus canciones con buena materia prima hicieran del show un rato disfrutable. Materia prima con la que a buen seguro se labraran un futuro más que prometedor en el panorama indie español. Tuvimos la oportunidad de saludarles en el backstage y los chicos son todo simpatía, así que a nosotros ya nos tienen más que ganados.

BEAR’S DEN

Posiblemente si habláramos de técnica los americanos se llevarían uno de los mayores elogios del festival. Su folk suave a medio camino entre un alt-country, un pop poco edulcorado, nos presentó a un grupo de osetes de lo más emotivo y cuya música suponía la apertura del escenario Dcode1, uno de los grandes, demostrando que el sonido este año sí iba a estar a la altura. Sin duda uno de los mejores momentos del festival, como recompensa para todos aquellos que aguantamos estoicamente el sol machacón de septiembre. La respuesta más que positiva del público pilló por sorpresa a la banda que no paraba de decir que pensaban que nadie vendría a verlos y lo sorprendidos que estaban de que la gente conociera sus canciones.

M.WARD

Otro de los platos fuertes del festival tenía acento sureño, aunque originario de California, Matt deslumbró con su manejo de la guitarra como si hubiera nacido pegado a ella. Su diminuta constitución chocaba con la agilidad que se movía por los trastes de su gigante guitarra de semi-caja Disparando fantásticas joyitas musicales con esa susurrante voz que también define su arte. Es un músico con mayúsculas y a pesar de que sus dos o tres últimos álbumes no hayan tenido una recepción por la crítica con la misma devoción con la que se recibieron sus trabajos al comienzo de su carrera, ya va por el noveno álbum como solista. Lo que está claro es que verlo en directo es disfrutar de todo un prodigio sobre las tablas, una suerte de Jack White menos comercializado A continuación de su concierto, tuvimos la oportunidad de charlar con él en una entrevista que pronto publicaremos y hemos de decir que nos cautivó tanto en la distancia corta como a través de su directo.

JIMMY EAT WORLD

Sólo pudimos acudir a la mitad de su concierto, pero lo que pudimos disfrutar de él ya nos vale para decir que fue el primer concierto en el que las legiones de fans se movilizaron (nada que ver, eso sí, con lo que después lograría el magnánimo Bunbury). Su power pop o rock fresquito, bien se agradece como calentamiento de la parte dura del festival y su halo de clásicos bien se lo han ganado, ni un segundo de respiro dieron, permitiendo al respetable deshacerse ya en botes y gritos, especialmente cuando sonó “The Middle” que sirvió como colofón final el primer momento de comunión masivo del festival.

OH WONDER

Veníamos demasiado eufóricos tal vez después de Jimmy Eat World como para entender la lánguida puesta en escena y el arte de Oh Wonder, pero no será porque el dúo inglés no se lo curró de lo lindo. Lo cierto es que la hora a la que fueron programados entre unos atómicos Jimmy Eat Word y unos salvajes Eagles of Death Metal que vendrían detrás, no ayudó mucho a subirse a la propuesta de pop melódico a lo Beach House, pero claro tan marca blanca, que nos costó comprar el producto.

EAGLES OF DEATH METAL

Hay grupos de los que no necesitas haber oído una sola nota en tu vida, para que salgas del concierto enamorado. Así ocurrió con los Eagles, trágicamente más famosos que nunca por ser el grupo que actuaba en uno de los atentados de París, lo cierto es que Jesse Hughes es un frontman fantástico que bien se merece toda clase de elogios. Y eso que su música se queda en un quiero y no puedo entre la barbaridad y el rock justito de mala baba. Pero vamos, que cuando versionaron a Bowie ya habían conseguido encandilar a la gran mayor parte del público que estaba viéndolos en ese momento. Otro infalible entretenimiento que no debes perderte si pasan cerca de tu casa.

ZARA LARSSON

La vertiente popera a lo Madonna que tan de moda se está poniendo en cubrir en los carteles de festivales indies últimamente, la vino a cubrir una Zara Larsson, que arropada por la radio-fórmula y flanqueada por unas cuantas bailarinas realizó un concierto inocuo, divertido y despreocupado, a base de coreografías de instituto y bien de EDM. Ensalzando las virtudes de la firma David Guetta con el tema que ella misma canta “This One ‘s for You”. Muy a favor de este tipo de artistas en los festivales que ayudan a sacudirte el polvo del camino cuando el cuerpo empieza a resentirse de tanto guitarrazo hipermusculado.

LOVE OF LESBIAN.

Lo volvieron a petar. Los eternos presentes en los carteles de los festivales, no defraudan ni con agua caliente. Ni siquiera la contención de las últimas canciones de su último álbum “El Cometa Halley” frenan la fiesta desatada, que se culmina como viene siendo habitual con “John Boy” y esos teclados del comienzo, haciendo una presentación muy a lo Pulp de las canciones, creo que Santi Balmes cada vez está pillando más tics del eterno Jarvis Cocker. Y le sientan como un guante. Caballos ganadores y por mucho tiempo, para pesar de muchos.

BUNBURY

En pie, saluden. El otrora rey del rock en España subió al escenario Dcode 1 para demostrar lo que muchos venimos defendiendo durante años. Enrique Bunbury es un animal musical, pertenece a los escenarios, se cree el papel que él mismo creó y salvo estridencias (como la de llamar al público de usted, como hace Mónica Naranjo) lo cierto es que lo suyo es la música y el espectáculo en mayúsculas. Ahora sí, las legiones de fans lo arropaban sin posibilidad de hacer crítica, pero es que no se lo merece, un tipo que arreó a todo su cancionero un buen repaso. Escuchamos “Lady Blue” “El extranjero” Que tengas suertecita”… y por fin Madrid después de décadas volvió a oír a Héroes del Silencio en directo. El mejor grupo de rock de España. Vale que sus versiones te dejaran sólo con lágrimas templadas, pero recrearse con “Avalancha”, “La Sirena Varada”, “Mar Adentro”, “Maldito Duende” en la voz de su creador y todas las que cayeron del repertorio de los maños, hicieron que el Dcode se viniera abajo. A veces y lo siento por Enrique Bunbury, tiempos pasado sí fueron mejores. Aunque al rey lo que es del rey, no se me ocurre mejor manera de defender con elegancia y conocimiento un pasado musical tan de diez.

TRIANGULO DE AMOR BIZARRO

Si algo tiene bueno este festival es que los solapes entre artistas son casi imposibles y eso sí que hay que valorarlo. El único momento que vivimos de estrés, fue el que tuvimos al terminar de ver a Bunbury para salir pitando e intentar pillar el comienzo de los trallazos que los gallegos Triángulo de Amor Bizarro ya estaban iniciando en la carpa donde habíamos empezado el día. No entendemos por qué extraño motivo no fueron programados en alguno de los escenarios gemelos, pero seguro que la organización toma buena nota para la próxima porque la que se montó con todos los temas de los gallegos fue de órdago. Pogos, empujones, alegría y alboroto con unos agentes de seguridad que no paraban de llamar la atención enfocando con las linternas en la cara a los que se intentaban pasar de madre. Si pones de seguidos tus 10 canciones favoritas de los discos de TAB, ahí tenías el setlist y claro a ver quién era el que podía resistir la tentación de enloquecer como un animal social ante tanto acierto seguido. “Barca quemada” y “De la monarquía a la criptocracia” son ya dos himnos del rock español que a los de mi generación nos toca disfrutar a tope en directo cada vez que tengamos oportunidad. Sin duda, junto a Bunbury, otro de los grandes conciertos del festival.

MARK RONSON

Le teníamos más miedo que a un nublado después de la actuación descafeinada que le vimos en la edición del FIB 2015, pero lo cierto es que supo hacerlo estupendamente para vendernos el pescado y ponernos a bailar desde el primer momento. Y la verdad es que no se estrujó demasiado el coco, a base de programar a Michael Jackson, Lady Gaga y la siempre apetecible Lilly Allen tuvimos que desatarnos casi obligatoriamente. No faltaron su macrohit “Uptown Funk” y la versión revisitada de Valerie a cargo de la voz de la malograda Amy Winehouse. Un maravilloso entretenimiento.

2MANYDJS

Menos lúcido y lúdicos que otras veces, tirando más a serietes y por fin con un nuevo espectáculo, el principio del fin del festival quedó a manos de estos belgas que son garantía de diversión, y eso que como decimos esta vez los beats no iban tan encaminados a la exaltación ni al remix tras remix de temas hiperconocidos por todos. Aun así, su set más que correcto nos puso en el punto de tiro para empezar la fiesta que se desató en el Campus de la Complutense hasta casi la madrugada y que continuaría con los Independance Djs hasta su cierre.

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