Tona Gafarot regresa con nuevo disco: El Foc, el Caliu i la Cendra
A finales del año pasado incluimos en una playlist navideña el tema «Adela», de Tona Gafarot. Una canción que la cantante gerundense grabó allá por 2015, justo después de publicar Alba Sísmica (2014), su primer álbum en solitario (antes formó parte del colectivo Les Anxovetes y The Hanfris Quartet). Con esta revisión de «Adela» nos adelantaba su nuevo álbum, un disco que se ha hecho esperar y que finalmente ha visto la luz hace escasas semanas: El Foc, el Caliu i la Cendra.
En Alba Sísmica nos encontrábamos a una Tona Gafarot que coqueteaba con el folk y los sonidos norteamericanos, dejando espacio también para alguna canción con un sonido más eléctrico y bailable, como «Don’t really matter». En aquel álbum la cantante alternaba el catalán y el inglés. Casi siete años después, El Foc, el Caliu i la Cendra nos presentan a una artista que ha adoptado finalmente el catalán para presentar sus historias, y que ha abrazado sonidos más eléctricos, con más texturas y un estilo más pop. El título del disco parece hacer referencia a ese cambio, al inicio de una nueva etapa: las cenizas (la cendra) que quedan cuando finalmente se apagan las brasas (el caliu) que quedan como resultado del fuego (el foc). Las seis canciones que forman el disco parecen también transitar ese camino. Las dos primeras son más chispeantes, candentes: «Joc en viu» es autobiográfica, mientras que «Ni en Ebay» es una crítica a la falta de valores de la sociedad actual.
Para cuando llega «Plomalls de llumeneta», también relacionada con experiencias propias de su autora, el fuego se ha apagado y en vez de crepitar fogoso nos encontramos brasas calentitas y acogedoras. Así es también «Adela», de la que ya te hemos hablado. Ambas canciones comparten un ambiente entre melancólico y confortable.
Las dos últimas, «Ombres dins del bosc» y «La nòria», representan la parte más oscura del disco, al menos en su aspecto lírico. Hablan de miedos, inseguridades y desengaños, con la primera de ellas escurriéndose entre un inquietante y repetitivo ritmo de fondo que ayuda a dar la sensación de que el calor ha desaparecido y solo quedan las cenizas de lo que antes estuvo ardiendo. «La nòria», por su parte, también participa de ese ambiente más sombrío, con vacíos entre los sonidos y un piano que suena como embrujado.
Y así se llega al final de un disco que, de nuevo como su título indica, pasa de la llama a la ceniza, de la luminosidad a la oscuridad. Como si los instrumentos que suenan al principio del álbum se fueran retirando poco a poco y dejando cada vez más silencios, la escucha se convierte en un descenso progresivo a través de sus canciones que sin duda acaba dejando una sensación turbadora pero a la vez musicalmente placentera.
Tona Gafarot, que además de componer y cantar toca la guitarra eléctrica, se ha hecho acompañar para este nuevo disco, de Emili Bosch (guitarras, teclados, sintetizadores y también producción), Jordi Bosch (bajo y mezcla) y Toni Molina (batería). Colaboran además Adrià Bravo (piano en «La nòria») y Montse Ferrermoner y Marta Pérez (coros en «Ombres dins del bosc» y «La nòria»).
A continuación puedes escuchar El Foc, el Caliu i la Cendra, lo nuevo de Tona Gafarot, en Spotify. También puedes hacerlo en su página de Bandcamp.
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