Ángel Stanich (La Riviera) Madrid 20/01/23
Ángel Stanich me ha jodido el año, al menos musicalmente hablando. Solo han pasado veinte días desde que inauguramos el 2023 y este músico se ha marcado uno de los mejores conciertos que recuerde. Una auténtica teofanía. No estoy exagerando, fue verdaderamente increíble. Ahora, cuando me toque realizar otras crónicas, no sabré ni que contar ni cómo enfrentarme a ellas.
Durante la tarde del viernes, más de un millar de personas presenciamos la parada obligatoria de Stanich en Madrid. Un concierto renombrado por el propio músico como “Comunal y Turgente”, y, literalmente, así fue.
Hace unos días, el compositor cántabro con pinta de ermitaño nos avisaba de que el concierto en La Riviera iba a ser generoso en tiempos, sorpresas y compañías. Nadie se imaginaría que nuestro querido Stanich más que un concierto, lo que iba a hacer era montar un festival de más de dos horas. Además, gracias a la actuación que se marcó ayer, la palabra turgente volverá a ser un término que podamos utilizar en nuestro día a día sin parecer un señor verde de más de sesenta años refiriéndose a unas tetas.
A nivel general, el concierto estuvo compuesto por diecinueve temas divididos en tres actos. Además, por la palestra se subieron doce artistas de una talla inmensurable, sin contar con la Stanich Band. Este hecho, me lleva a la pregunta: ¿cómo narices pudieron organizar tal agenda?
Ángel definió su directo como el sueño de un loco. Realmente lo fue. Todo el espectáculo sirvió como homenaje a José Luis Cuerda y su aclamada película Amanece que no es poco, diferentes audios del film se fueron intercalando en los comienzos en cada uno de los actos. Calidad, delirio, amistad y folk sería la mejor forma de definir lo que vivimos el viernes.
Horas antes del recital, los afortunados que pudimos presenciarlo recibimos un correo en el que nos insistían que no nos perdiéramos el principio. Ahora entiendo el porqué. El espectáculo comenzó a las 21:10 de la noche con un audio de Raúl Cimas dándonos la bienvenida, acto seguido, sin ningún tipo de demora, los acordes de la canción “El Volver” empezaron a resonar. Para sorpresa de todos los presentes, el primer invitado fue Quique González. Con esa pareja de delanteros era imposible no engancharse desde el minuto uno. Gol por la escuadra.
Esto no había hecho nada más que comenzar y ya todos estábamos comiendo de su mano. Tras el tema “Una Temporada en el Infierno”, Javier Bielba (cantante de Arizona Baby y Corizonas) fue el encargado de deleitarnos con “Un Día Épico”. Tras esta canción llegó “Nazario”, uno de los mayores himnos del último trabajo del compositor. La Riviera empezó a botar, el suelo temblaba. Si todavía quedaba algún incrédulo en la sala, desapareció cuando Lichis se subió al escenario para cantar “Dos Boys Scouts de Mierda”.
Con esta canción se acabó el primer acto, las luces se apagaron y los ojos más certeros pudieron vislumbrar la silueta de Víctor Cabezuelo (Rufus T. Firefly). Lo que íbamos a presenciar en ese momento seguramente fue la parte más mágica de todo el espectáculo. Víctor no se encontraba solo, junto a él venía Julia Martín.
Sin previo aviso nos encontramos con la canción “Golpe en la Pequeña China” y cuando pensábamos que no podía mejorar, las dos baterías que había en ese momento en el escenario nos marcaron el camino de “Rey Idiota”. ¡Qué salvajada!
Antes de continuar, debo hacer un inciso. La calidad de la Stanich Band es de diez, de los mejores directos de este país. Mira que pasaron invitados, pero seguramente ninguno tenga la calidad que posee Víctor Pescador a la guitarra. Si este hombre se apellidara fisherman habría varios documentales en Filmin sobre su vida.
Volviendo al concierto, Ricky Falkner se encargó de “Miss Trueno 89” y Joe Crepúsculo de “Hula Hula”. Tras su intervención, llegó otro de los hits del nuevo disco “La Historia es Fácil”. El público, emocionado, se encargó literalmente de la percusión.
Tras estos cuatro minutos de goce, se inaugura el tercer acto. No sabría cuál de los tres me gusto más, es como elegir entre papá y mamá. En esta ocasión, las canciones que resonaron estuvieron más enfocadas en los primeros trabajos de Stanich, sus grandes éxitos. Además, en esta parte del concierto se echó toda la carne al asador. Rafa Val (Viva Suecia) participó en “Galicia Calidade”, Mikel Erentxu en “Carbura” y Jorge Ilegal en “Metralla Joe”. Por supuesto, no faltó Anni B Sweet que hizo completamente suyo el tema “Motel Consuelo”. Aun así, el mejor invitado de la noche fue el público de La Riviera. El propio Stanich nos invitó a subir al escenario para interpretar “Escupe Fuego”, pero debido a normas de seguridad y esas cosas todos nos quedamos en nuestro sitio.
Ángel Stanich fue cuando decidió que como no podíamos subir, sería él mismo el que bajaría al foso. Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña. El público le levantó en volandas y el concierto cerró con “Mátame Camión”, poniendo el broche de oro a un espectáculo apabullante.
Solo hay dos cosas que le tengo que pedir a Ángel Stanich:
La primera. Si se le vuelve a ocurrir una idea semejante que la realicé en los últimos meses del año. Así no condiciona el trabajo de los periodistas, ni tampoco el de sus compañeros de profesión. Después de un concierto así, con qué cara vas a ver a los Arctic Monkeys en julio.
La segunda. Es obligatorio publicar un documental o un álbum de este concierto para que pueda quedar reflejado. No es justo, y menos aún comunal, que solo un millar de afortunados hayamos podido disfrutarlo.
Fotos Ángel Stanich: Bitzsanz