Billy Talent – Dead Silence (Warner)
Hablar de un trabajo más maduro y compensado puede parecer un tópico, pero en este disco se hace evidente. Los canadienses Billy Talent, se puede decir que entran en otra liga con este su cuarto álbum. Siendo este el primero que llaman de una manera diferente a la banda.
Lo comentado antes sobre un trabajo más maduro no implica mejor que los predecesores. Los defectos de los anteriores, como el incontrolado tono de los gritos tan característicos de su cantante, aquí se controlan y modulan hasta poder ser utilizados de una manera más armónica y no forzada dentro de las canciones. Pero esto le resta fuerza, aunque el conjunto gane en calidad.
La más trabajada producción del disco hace que se resienta en frescura con respecto a sus predecesores. Esto sin ser del todo peyorativo, si que lastra un poco las ideas y te deja un regusto de «haber oído esto antes», cayendo en la inevitable falta de comparar con este y aquel.
Os recomiendo no quedaros en la primera impresión, como así tendría que ser siempre, y pensad que todo proceso de crecimiento es la consecuencia de la adquisición de nuevas ideas y la administración de influencias de los creadores.
Hay canciones que valen la pena remarcar como definitorias del espíritu del grupo como son «Surprise, Surprise», «Viking Death March» o para mí la genial «Crocked Minds» con un estribillo que llega a emocionar y un tono más cercano a un tipo de música más pesado. Los tempos son más variados pasando de sincopados como en «Man Alive» a lentos y pesados en «Cure for the enemy».
En esta diversificación quizás alguno echara en falta alguna balada, tan socorrida en grupos de este tipo, siendo «Swallowed Up By The Ocean» y la breve e introductoria «Lonely Road To Absolution», lo más parecidos a este tempo que encontraremos en el disco.
Un paso más en la maduración de un grupo que ya lleva más de diez años dando caña dentro del nuevo punk.
Esperamos verlos pronto en directo tras su frustrada mini gira por nuestro país, ya que la fuerza del directo adquiere una dimensión real con grupos de sonido contundente como Billy Talent.