Blur – Live at Wembley Stadium (Parlophone / Warner)
Sería tremendamente injusto y simplista dejar como recuerdo de la última y no sabemos si definitiva vuelta de Blur, la desidia con la que fue acogida su actuación en Coachella. Ellos nunca fueron profetas en EEUU y parece que a la generación TikTok su presencia en el cartel no le despertó el interés que suponían. Al final, una pataleta reclamando atención cuando estás interpretando un supuesto himno que no sacude a las masas, no quita mérito a una gesta como la que celebra este nuevo directo de los londineses. El hito que supuso celebrar los dos conciertos más grandes de su carrera, dos noches históricas ante 150.000 fans en el estadio de Wembley los pasados 8 y 9 de julio del 2023. Esta era la primera vez que actuaban en el icónico estadio londinense y con ello, lograban una importante y desconocemos si culminante cima en su influyente trayectoria de más de 30 años.
Y es que este Live at Wembley Stadium tiene cierto tufo a despedida. Así lo han dejado caer cada uno de sus integrantes, que prefieren mirar hacia nuevas metas futuras, dejando a un lado el grupo de su adolescencia. Puede ser que The Ballad of Darren quede como testamento sonoro, o puede que no, el caso es que la aportación a la música del cantante Damon Albarn, el guitarrista Graham Coxon, el bajista Alex James y el baterista Dave Rowntree ha dado suficientes frutos para pasar la historia mucho más allá de poder recordarles por esa supuesta lucha por el cetro del britpop en competición con Oasis.
Pero no seamos simples. La música de Blur hace tiempo que trascendió a modas y tendencias efímeras. Desde su formación en 1988, supieron adaptarse a los cambios consolidándose como una banda icónica cuyo legado se mantiene aún relevante. Podían encajar dentro del britpop con Parklife (1994) o The Great Escape (1995), álbumes que capturaron el espíritu de la época con una mezcla de observaciones sociales y melodías pegadizas. Sin embargo, lejos de anclarse en una fórmula exitosa, a partir de su siguiente obra homónima iniciaron una transición hacia un sonido más lo-fi y experimental, influenciado por el rock alternativo estadounidense, mientras que 13 (1999) y Think Tank (2003) exploraron territorios más oscuros y personales, con una producción más compleja y texturizada.
La figura de Damon Albarn, principal compositor y líder de la banda, ha sido fundamental en este proceso de evolución constante. Su inquietud creativa y disposición a explorar nuevos horizontes sonoros ha llevado al grupo a mantenerse frescos. Hemos hablado y escrito mucho al respecto, puedes pasar por aquí y lo comprobarás. Y si lo que queremos es hablar de sus composiciones actuales, tanto su regreso The Magic Whip (2015), como su último trabajo, demuestran una continuidad en la profundidad que contiene ese personal estilo, de observaciones líricas agudas, estructuras melódicas complejas y una meticulosa producción.
Las 30 canciones que se agrupan en los conciertos que recoge este notable Live at Wembley Stadium son un testimonio perfecto para recordar o bien para descubrir, una carrera llena de momentos a tener en cuenta. Más allá de clásicos eternos del pop británico como «Song 2», «Girls & boys», «Parklife», «To the end», «Coffe & TV» o «The universal», podemos conocer facetas menos ortodoxas, como las que traían «Trimm trabb», «Villa rosie», «Oily water», «Advert», «Lot 105» o las recientes «St charles square» y «The narcissist». Un repaso a todos sus álbumes (menos The Magic Whip) y todas sus caras, que llega acompañado del documental To The End, que se sumerge en su reciente reunión y sirve para poner en letras blancas sobre fondo negro un: continuará… con algún que otro interrogante al lado.