Brujeria + Cuernos De Chivo + Vendetta Fm (Sala Penélope) Madrid 16/12/16
Dieciséis años han pasado desde que Brujeria grabaran su tercer álbum, Brujerizmo (Roadrunner). Ahora han regresado con su cuarto larga duración, Pocho Aztlan (Nuclear Blast), un trabajo con un sonido más refinado y producido, sin renunciar a su particular universo híper violento. Acaban de finalizar la extensa gira que han hecho por nuestro país propiciada por la siempre inquieta promotora HFMN CREW.
Acompañando y calentado el escenario para la multicultural e internacionalista banda (por mucho que ellos se empeñen en vendernos que son mexicanos) estarían: Vendetta Fucking Metal y Cuernos de Chivo.
Vendetta FM son de Murcia y llevan ya dándole al metal con algo más que reminiscencias hardcore desde 2007. Sus giras tanto nacionales como alguna internacional y sus cuatro trabajos entre los que se cuenta su reciente Inocencia Perdida (2015) atestiguan una carrera sólida y segura. Tanto como el concierto que darían en la sala madrileña sala Penélope, teniendo la difícil tarea de ser los primeros a una hora temprana y ante un público algo escaso todavía (aunque a medida que iban pasando los temas iba llegando más gente). A ellos eso les daba igual y tocaban como si lo hicieran para cientos de personas, “sudando el rock” que se dice, con el bajista Diego tocando sentado y con muletas por una pierna accidentada y escayolada, eso es dedicación.
Además de algunos temas del mencionado último trabajo, también les daría tiempo a tocar alguna más “clásica” de su repertorio como: “Siempre fuertes” o “Espíritu de lucha”, terminando el concierto con la bajada del guitarrista Disi a propiciar un “slam” entre los asistentes.
Le tocaba el turno a la banda toledana Cuernos de Chivo, que toman su nombre del Brujeria, y como ellos mismos se encargarían de indicar; “no somos una banda tributo, pero debemos nuestra existencia a Brujeria”. Lo de Cuernos de Chivo en el escenario es un asunto muy serio en lo concerniente al metal extremo. Su cantante y frontman Mero Mero parece un felino enjaulado y no para de moverse de un lado a otro durante toda la actuación, mientras destroza tímpanos con su muro de voz. Mientras, detrás de él, se desata la “mundial” propiciada por el resto de la banda, que tampoco paran ni un segundo. Directo musculoso y efectivo el ofrecido por los “bolos” con colaboraciones a las voces finales, convirtiendo el escenario en algo así como los “Tres tenores del metal”.
A eso de las 22:30 salían al escenario Brujeria con su mascota, “Coco loco” ensartado en una jirafa de micro. Todo en la superbanda de grindcore metálico es excesivo y llevado al paroxismo y si no fuera porque es todo broma, más de uno hubiera salido corriendo despavorido de la sala. La voz del fundador de la banda Jr Hozicon (Jello Biafra) sampleada en el tema “Pito Wilson” (Raza odiada) daba el pistoletazo de salida para casi ochenta minutos de canciones conocidas y unas pocas del último trabajo. “El desmadre” y “Colas de rata” serían las siguientes en despacharse con un Juan Brujo al frente, siempre con el machete preparado en el cinturón, aunque ya con la ayuda a la tercera voz de Pinche Peach, que se quedaría para el resto del concierto cantando y lanzando arengas al personal.
Los temas nuevos como: “¡Viva Presidente Trump!”, “Ángel de la frontera”, “Satongo”, “Anti-Castro” o “No aceptan imitaciones” se ajustaban perfectamente a un set (aunque alguna de ellas ya las venían tocando hace tiempo) plagado de temas icónicos de la banda como: “Revolución”, “Consejos narcos”, “La ley del plomo” o “Matando güeros” con la que se desataría una auténtica locura en la sala.
Si no fuera porque los diferentes miembros de la formación siempre han dicho que Brujeria no es una banda al uso y que es más un proyecto con gente que va y que viene, no dudaríamos en pensar que estamos ante una franquicia de sí mismos con una formación cambiante prácticamente para cada gira. Lo cierto es que esta última formación parece la más compacta, la que mejor se ajusta al espíritu de Brujeria y con la que más conciertos están dando.
Finalizaban, quizás despejarse de la sobredosis de metal disparada, con la ridícula versión del “Macarena” de Los del Río, que ellos rebautizaron como “Marijuana” y tuvieron el valor de grabar en 1998.
Ah, que se me había olvidado, en realidad todo lo de estos “weys” es pura broma, excepto que son una de las bandas más “all star” del panorama del metal extremo.