Brujería + Pycaya (Sala Copernico) Madrid 18/12/22
Ya nos avisaba la propia promotora – HFMN CREW – “Brujería vienen a descargar fardos de Grind y Thrash por toda la península” y así ha sido. El último concierto de la gira peninsular tenía lugar en la madrileña sala Copérnico el pasado domingo, a punto de colgar el cartel de “entradas agotadas”. La banda mexicano-norteamericana (si leen esto me matan) venía con el anuncio de que estaban grabando nuevo material, si bien es cierto que, de momento, su último disco sigue siendo el notable Pocho Aztlan (2016.Nuclear Blast Entertainment).
Abrían para ellos los veteranos barceloneses Pycaya, en un día extraño y compitiendo con una final de un mundial. Los catalanes tuvieron varios hándicaps con los que pelear, el primero ya lo he dicho, el segundo fue el sonido, guitarras acopladas en bastantes temas y que no les quitaron el sonido de sala, algo que nunca había visto hasta ahora en un bolo. Algún técnico se dio cuenta a la cuarta canción, por lo que el sonido empastado fue seña de identidad en las tres primeras canciones. El tercero; escaso público y algo frio, exceptuando en los dos últimos temas.
Con todo y con eso, Pycaya defendieron un repertorio de thrash y groove metal con pasión y profesionalidad a partes iguales, en un concierto algo deslucido por los factores comentados.
Sonaba en la sala la voz enlatada de Jello Biafra, aka: Jr Hocicon, co-fundador de Brujería, en el tema “Raza odiada”, interpretando a Pito Wilson, el político republicano candidato presidencial en 1996, célebre por sus duras políticas antinmigrante. Señal inequívoca que Juan Brujo y sus enmascarados estaban a punto de salir. Así, con pocas sorpresas, esto es una tormenta de grindcore y thrash a velocidad brutal y perfectamente ejecutada, la diversión a lo Pancho Villa se apoderó de la sala Copérnico.
Brujería dejaron bien claro desde el principio, que su carrera y fama no están solo cimentadas con efectismos, o las leyendas de los años noventa, lo hacen sobre todo con un sonido brutal a la par que compacto y simple – menos es más – con los que nos demostraron que siguen siendo reyes. Guitarra, bajo y batería se bastan y sobran para que las tres voces encarnadas en: Juan Brujo, Pinche Peach y El Sangrón hagan el resto.
“Colas de rata”, “La migra” y “Echando chingazos” compusieron la primera batería de canciones con las que los presentes ya se habían vuelto locos. Hasta “El desmadre” en la que Pinche Peach siguió haciendo gala de su buen humor, interactuando con el público en todo momento y sin parar de moverse por el escenario.
“Vayan sin miedo”, “La ley del plomo” y “Anti- Castro” fueron otra descarga de decibelios sin compasión ni mesura, sobre un sudoroso respetable que no paraba de darse golpes y de derrochar mala baba, hasta llegar a un tema que no se suele prodigar mucho en directo, “Cuiden a los niños”.
“Marcha de odio” y “Revolución” precedieron a las canciones más nuevas, representadas por: “Ángel de la frontera” y “No aceptan imitaciones”. Esta última es la canción que le compusieron – de manera no muy amigable – al ex Brujería; Dino Cazares, cuando se montó su propia banda; Asesino.
“Brujerizmo”, “Consejos narcos” y la que sigue siendo siempre su canción más celebrada; “Matando güeros”, fueron las últimas antes que esa desvergüenza llamada “Marijuana”, que no es ni más ni menos que “Macarena” pasada por el tamiz de Brujería.
En fin, poco nuevo, ni falta que hace, Brujería siguen siendo la misma barbaridad que desde sus comienzos y me temo que seguirán así hasta el fin de sus días.
Otras fotos de Brujería (Fernando del Río)