Budapest – Razz 3 (Barcelona)

No hacía demasiado que nos habían visitado en el Wintercase y no habían terminado de convencernos. Una sala demasiado grande y una hora demasiado temprana para un grupo aún desconocido fueron un escenario frío que hicieron que Budapest pasaran inadvertidos.

Nada ha tenido que ver este concierto con el anterior. Salieron con mucha fuerza y con un público totalmente entregado a la causa. Su vocalista, John Garrison, a pesar de sus problemas de garganta, supo conectar desde el primer momento con una interpretación impecable alejada de cualquier histrionismo o teatralidad, que enganchó al público como sólo los grandes con experiencia saben hacer.

Eclipsó totalmente al resto de la banda. Un conjunto que se mostró desigual. Exceptuando a su bajista, Adrian Kelley,que se movía como un diablo por el pequeño escenario y quien, aunque en Razz 3 pudiese parecer sobre actuado, sería el único que aguantaría el tipo en envites más grandes. Los otros tres miembros se mantuvieron muy al margen durante la actuación. El guitarra, Matt Parker no paso más allá de añadirse en algún coro pero en ningún momento se soltó o demostró carácter, quizás más interesado en impresionar a las chicas de la primera fila que en seguir la estela de su compañero.

Sonaron bastante más cañeros y potentes que en el disco. O al menos más intensos, como ocurrió con “Look You In The Eye”, canción que en el disco no acaba de potenciar toda su fuerza. La línea del bajo adquiera una mayor importancia. Los temas, bastante naïfs en el álbum, adquieren una mayor dimensión Aunque los arreglos finales de las canciones se hicieran demasiado largos, demasiado virtuosismo en ocasiones gratuito que frenaban un poco de ritmo al concierto. A los grandes temas del álbum, como “Is This The Best It Gets” o “Evade The Game”, hay que sumarles algunos temas que ya nos anunciaron en la entrevista que iban a tocar, pero a los que ni si quiera, de momento, podemos darles título ya que son inéditos. Aún y así, destacar el primer bis, “Censored Memories”, que levantó muchos aplausos y coros, y la canción final, “Life Gets In The Way”, sin duda la canción más épica y una de las más emocionantes de todo su repertorio, que se alargó a prácticamente una hora y media a pesar de tener sólo un álbum en el mercado, Too Blind To Hear.

Sin duda superaron con creces cualquier expectativa inicial. Budapest son un grupo de pop inglés para lo bueno y para lo malo. De momento parece que lo suyo es bueno. Al menos, en directo convencen. Veremos qué les depara el futuro.