Carpenter Brut + GosT (Teatro Barceló) Madrid 07/11/18
Parece que el fenómeno synthwave poco a poco va calando por tierras españolas. Este país que siempre llega tarde a todo, salvo para lo que no se va nunca, no iba a ser menos a la hora de hablar de la fiebre retrowave, pero, efectivamente, los primeros shows están llegando. Este miércoles la extensa gira de Carpenter Brut hacía parada en Madrid y, en marzo del año que viene, tendremos a otro de los nombres con mayúsculas por nuestro país, los norteamericanos The Midnight.
Tras disfrutar del huracán Carpenter Brut clausurando una de las noches del pasado Download Festival, tocaba ver cómo las gastaba el francés Franck Hueso y compañía en una sala. Presentaba su flamante último trabajo, Leather Teeth (18), para quien les escribe el trabajo más recomendable de la facción más oscura y dura del movimiento en este ejercicio, donde el synthwave ha brillado especialmente en su vertiente más nostálgica y delicada (popwave).
La primera gran sorpresa fue asistir al extremismo de GosT ejerciendo como telonero. Su horror synth ha mutado casi en black metal electrónico con su nueva referencia, el brutal Possessor (18), sin lugar a dudas un paso arriesgado que, sin embargo, ha calado fenomenal entre la parroquia más radical. El show que dio James Lollar (el nombre que se esconde detrás de GosT) en solitario sobre el escenario rayó a gran altura, destacando el estupendo juego de luces y un sonido nítido a la par que contundente.
Una considerable multitud de adeptos al metal se agolparon ya en una sala abarrotada para apreciar los movimientos del texano, muy entonado en todo momento, terminando su actuación con una muy apropiada versión del «Head like a hole» de Nine Inch Nails, convenientemente pervertida hasta convertirla en un tema blackwave, por emplear un vocablo adecuado.
Posteriormente llegarían Carpenter Brut en su ya habitual formación de trío, aportando texturas orgánicas con guitarra y batería. En su propuesta no cabe duda que las proyecciones visuales, herederas de los elementos pop de la serie B ochentera, juega un papel primordial, sin que ello constituya obstáculo alguno para afirmar que la oferta netamente musical estuvo de nuevo a gran altura.
Un público entregado desde el principio se contoneó ya con los primeros lances de «Leather teeth» y a la altura de una coreadísima «Beware the beast» y la posterior «Wake up the president» se encontraba ya insólitamente haciendo círculos preparando pogos (¿primera vez que veo esto en un concierto electrónico?), elevando gente por los aires en la mejor tradición moshin’ y arrojando minis por los aires. Demencia, entrega y coyuntura trascendental.
Un concierto del momento, un bautismo de fuego por todo lo alto, una concatenación de temas brillante, sin tregua que haga falta, medida a la par que excitante, comunión absoluta, mientras las piezas de su último trabajo (demencial por encima de todas la magna “Inferno galore”) se acoplaban como un guante a las antiguas, así hasta llegar al éxtasis de «Le perv» seguida de su ya conocida versión del «Maniac» de Michael Sembello, tan apropiada como indispensable para dar salida a un show que nos dejó con la sonrisa certera de haber estado donde teníamos que estar, al menos por esta vez.
Extraordinaria narración de los aconteceres vividos esa noche, estoy de acuerdo, gran actuación,
¡ brutal !. Esperemos que este estilo musical llamado Synthwave y sus diferentes versiones y estilos vaya calando más por tierras españolas y podamos disfrutar de sus directos.