Dan Deacon – Gliss Riffer (Domino/[PIAS])
Los amantes de la electrónica más irreverente, psicodélica y extravagante están de enhorabuena. Dan Deacon, uno de los músicos más inspirados del género, presenta su nuevo disco que conquistará a quien lo descubra por primera vez y dará una nueva alegría a sus seguidores más fieles. En este nuevo trabajo nos encontramos con un Deacon maduro y seguro de su talento, extermina por completo los experimentos sonoros de corte infantil que rellenaban buena parte de discos anteriores, se instala en una estructura más amable cercana al pop como el que ya probó en su anterior disco y pierde definitivamente el miedo a su parte lírica, tanto en el continente, la mayor parte de las voces presentes son modulaciones y distorsiones de la suya, como en su contenido, abandonando las letras más crípticas en favor de un lenguaje más claro y sincero.
Grabado en buena parte mientras teloneaba a Arcade Fire en su gira del año pasado, algo del gusto por la épica más grandilocuente de los canadienses se le habrá pegado a Deacon. Sus canciones pierden poder de pista de baile para ganar en emotividad y profundidad, poco a poco acercándose a una electrónica más progresiva pero sin perder nunca el objetivo tan característico de sus trabajos de hacer disfrutar al oyente por encima de todo. También es destacable el delicado trabajo con el que ha manufacturado Gliss Riffer, el enjambre de samplers y adornos de sintes suena más cohesionado que nunca, dando a sus canciones una sensación de haber sido creadas por una banda más que por un alquimista solitario juntando partes extrañas entre sí. Por otro lado, es motivo de celebración que el interés por la experimentación de texturas y ritmos siga bien presente en este álbum y que bien podría decirse que sigue siendo su mayor interés compositivo.
Gliss Riffer es un disco que conjuga perfectamente su parte más erudita, detrás del aparente cachondeo de algunas partes hay un trabajo de composición muy serio, con su vertiente más festiva y disfrutable que consigue que esa parte de la parroquia más interesada en una recompensa inmediata se hagan suyo el disco de manera inmediata. Un álbum que se hace hueco a codazos entre la oferta tan tentadora de este 2015 y que dentro de la discografía de Dan Deacon debería ser una referencia.